Madelyn Most, la primera mujer tras la cámara en una galaxia muy muy lejana
La operadora de cámara pionera en el cine de Hollywood de finales de los 70, que trabajó a las órdenes de George Lucas en 'Star Wars', visitará Murcia este domingo en Cinecon
Marta A. Aznar
Viernes, 24 de mayo 2024, 01:27
El deseo de vivir con un propósito y un ansia insaciable por conocer el mundo y sus culturas le abrieron las puertas a una vida ... llena de experiencias que la convertirían en la mujer polifacética que es hoy. Madelyn Most trabaja en la actualidad como fotógrafa, cineasta, periodista y crítica de cine y fue una de las primeras mujeres operadoras de cámara en el cine, siendo pionera en una profesión que dominaban, por aquel entonces, los hombres.
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Cinecon, el primer Salón de Cine y Series de Murcia que se celebra este fin de semana en el Cuartel de Artillería –con entradas disponibles en Oferplan–, tendrá a la cineasta el próximo domingo 26 de mayo para ofrecer una conferencia sobre su recorrido profesional y su experiencia siendo la única mujer tras la cámara durante el rodaje de 'La guerra de las galaxias' y 'El imperio contraataca'
Conferencia de Madelyn Most en Cinecon
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Lugar: Pabellón 2. Segunda planta del Cuartel de Artillería de Murcia.
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Fecha: Domingo 26 de mayo.
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Hora: 13 horas.
«Quería hacer de todo y simplemente sucedió». Esa es la respuesta de Most cuando habla de cómo forjó su trayectoria en la industria: «Aprendí, observé e imité a la gente que admiraba», reflexiona. Desde pequeña tuvo claro que quería viajar. Reconoce incluso haber envidiado a la Dorothy de Judy Garland en 'El mago de Oz': «Me encantaba la idea de huir de casa y encontrar un mundo más grande y colorido», recuerda. Así, aunque «no pensaba en una carrera», su afán cosmopolita la llevó hasta París, donde estudió Ciencias Políticas, Historia y Filosofía en la universidad y, además, dio clases de fotografía en la escuela de arte: «Siempre fui fotógrafa, desde que tuve mi primera cámara», explica. Pero fue el director de cine sueco, Ingmar Bergman, mediante la película 'El séptimo sello' (1957), quien despertó en ella ese amor por la imagen fija.
Cuando la fuerza te acompaña
Una llamada misteriosa que la citaba en los estudios Shepperton en Surrey, Inglaterra, la transportó a una galaxia muy muy lejana: «Al llegar, no entendía nada, no sabía ni en qué mundo estaba», cuenta riendo. Encontró a gente vestida con trajes espaciales blancos – los soldados de asalto imperiales – y lo que a ella le pareció «un gran mono peludo», que se presentaría al mundo posteriormente como Chewbacca. Estaba en mitad del rodaje de 'Star Wars: Una nueva esperanza', la primera película del universo 'Star Wars' que George Lucas estrenó en 1977 y que se convertiría en el éxito mundial que, a día de hoy, continúa uniendo generaciones. Pero a finales de los 70, «no había mujeres en Star Wars» y para poder formar parte de la creación de una de las sagas más influyentes de la historia del cine, Madelyn Most debía superar esa barrera.
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«George Lucas había visto mi trabajo y dijo que me quedaba en 'Star Wars'»
Al adentrarse en la verdadera industria como asistente de cámara se dio cuenta del rechazo al que estaba condenada: «Al director de fotografía principal, Gil Taylor, no le gustaba que hubiera una mujer tras la cámara. Dijo que degradaba el departamento y que era insultante para su profesión», expresa Most con enfado. Explica también cómo nadie habló con ella durante dos semanas hasta que un día, de repente, el equipo volvió a dirigirle la palabra: «Me dijeron que todo había sido porque Taylor quería que me despidieran pero George Lucas se había negado. Dijo que había visto mi trabajo y me quedaba en 'Star Wars'», finaliza.
Aunque el hecho de ser la única mujer en el equipo de rodaje de 'Star Wars' fuese un hándicap, Most supo hacerse un hueco entre sus compañeros: «No aceptaba tonterías de nadie. Si me decían algo desagradable, yo les contestaba algo peor», declara. Tampoco permitió que su aspecto la obligara a recibir un trato diferente al resto, por lo que Most «intentaba parecer un chico» llevando pantalones anchos o incluso aplanando su pecho.
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A pesar de todo, el rodaje del Episodio IV de 'Star Wars' dejó en su memoria «recuerdos maravillosos». Recuerdos que incluyen en muchos casos a Carrie Fisher, con la que entabló una amistad inolvidable, ya que ambas eran entonces la verdadera resistencia de 'Star Wars': «Escuchábamos juntas a Joni Mitchell mientras le ponían esos grandes bagels en la cabeza», relata. Cuando Fisher, en el papel de la princesa Leia Organa, pronunció las palabras «Ayúdame Obi-Wan Kenobi, eres mi única esperanza», Madelyn fue también una de las pocas personas allí presentes.
Tanto gustó el trabajo de Most a los miembros del equipo de George Lucas que, años después, tras haberse convertido en un éxito la primera película de la saga, volvieron a confiar en ella para su aclamada secuela, 'El imperio contraataca' (1980). Casi no aceptó la oferta pero, de nuevo, siguió su instinto y aterrizó en el planeta helado de Hoth para luego poder cerrar la claqueta ante el mismísimo Darth Vader durante un duelo de espadas láser que culminaría con un inconfundible: «Yo soy tu padre».
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De la cámara al papel y del papel al 'blockbuster'
En los 90, volvió a mudarse a Europa tras haber consolidado su carrera como camarógrafa en Hollywood y empezó a escribir artículos sobre cine que llamaron la atención. Así, posteriormente volvió a París y se formó en un periodismo más serio gracias a su experiencia en el cine documental.
Pero, mientras florecía como periodista en Francia, su actual marido, Peter MacDonald, se encontraba en Inglaterra trabajando como segundo director en las películas de la saga Harry Potter. Most no quiso renunciar a vivir aquella experiencia: «Me parecía más interesante trabajar en Harry Potter que ser periodista», señala. De este modo, volvió junto a MacDonald y trabajó con él en el rodaje de 'El prisionero de Azkaban' y 'El cáliz de fuego'. A partir de entonces, exploró a fondo el mundo del 'blockbuster' cinematográfico acompañando a su marido como asistente de dirección en películas como 'Percy Jackson y el ladrón del rayo' (2010), 'Jack el cazagigantes' (2013) o incluso 'X-Men Orígenes: Lobezno' (2009), de la que guarda un muy buen recuerdo gracias a la simpatía de Hugh Jackman: «Es el tipo más amable del mundo», confiesa.
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La no tan solo operadora de cámara ha logrado reunir una gran cantidad de experiencias formidables en torno al cine. Cuando se trabaja en una industria como la suya, Most recalca la importancia de conectar con la gente adecuada, gente que cree en la posibilidad de hacer un mundo mejor y, en resumen, «gente honesta y buena». Un mantra que la ha guiado durante su camino profesional porque para ella, «nunca fue una carrera» sino que siempre fue su vida.
Educar a través de fotogramas
Cuando Madelyn Most decidió estudiar cine en Londres tras terminar la universidad en París, su padre no lo aprobó y dejó de enviarle dinero. Sin embargo, la cineasta supo cómo abrirse camino. Uno de sus primeros trabajos fue en la película 'Pressure' (1976), dirigida por Horace Ové, «el primer largometraje con un director negro en la historia de Inglaterra». Allí se enamoró de un famoso director de fotografía llamado Michael J. Davis, que solía trabajar en documentales muy antropológicos, con un mensaje cultural y político. Most reconoce que el cine documental que hizo junto a Davis marcó el propósito de su carrera al poder coincidir con personas como Marcel Ophüls y llevar a cabo documentales como 'Hotel Terminus: The Life and Times of Klaus Barbie', de 1988. Aquellas películas críticas con la sociedad se convirtieron en el orgullo de su carrera, pues asegura que, para ella, «las películas tienen que tener un propósito; el propósito de educar a la gente sobre lo que no sabe».
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