Ángel Ortiz en la Cumbre del Chimborazo, volcán de Ecuador en 1992. JAVIER DE JUAN

La increíble historia del sherpa murciano

El cortometraje documental 'El corazón de un sherpa blanco' narra la historia de Ángel Ortiz, montañero que perdió a tres compañeros cuando escalaba el Everest y atesora experiencias en cumbres de todo el globo

PILAR MARTÍNEZ MAÑOGIL

Lunes, 25 de octubre 2021, 02:26

Cada día en los bloques Bernal de Murcia, Ángel Ortiz (Murcia, 1957) recibe a sus vecinos, riega las plantas y ejerce con humildad y cercanía ... sus labores de portero. Pocos pueden imaginarse que el encargado de su edificio ha escalado algunas de las montañas más altas del mundo en los Andes, los Alpes o el Himalaya. Desconocen que están ante el que fue bautizado como «el sherpa blanco», un precursor del montañismo. Ahora, a través de la plataforma 'online' OCULTO.TV y gracias al documental 'El corazón de un sherpa blanco', ideado por Nazaret Domínguez (guionista y productora) y dirigido por Pedro Poveda (Twin Freaks), se puede conocer la historia de este murciano que empezó sus primeras aventuras en el río escalando con cuerdas de pita.

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La vida de Ángel Ortiz es una amalgama de experiencias y vivencias con las que solo unos pocos podrían soñar. Hijo de padre etnólogo, siempre estuvo en contacto con la naturaleza recorriendo montañas de España. «Con 15 años decidí hacer otro tipo de montañismo más difícil, de exploración y de viajes lejanos», recuerda a LA VERDAD. «Ha sido una pasión tan grande que yo he querido ser montañero toda mi vida».

Su primer viaje fue a los Alpes haciendo autostop desde Murcia y junto a su 'Socio', su eterno compañero de aventuras. Tenía 18 años y acabó escalando el Mont Blanc (4.809 metros). «Fue muy importante para nosotros, fuimos casi sin dinero». El placer por viajar le llevó en otra de sus aventuras a Camerún, a la aguja Zibi. Las personas y los pueblos que vivían en la naturaleza acabaron siendo lo que más disfrutaba. «Te das cuenta de que la gente siempre es buena porque te ayudan cuando llegas allí con tus dificultades», reflexiona Ortiz, que hoy tiene 64 años. Tras hacer cumbre, fue llamado por el hechicero de la tribu de los Kirbi, llamado 'El oráculo del cangrejo'. «El hombre estaba sorprendido de que yo hubiese escalado la montaña y me leyó el futuro. Me dijo que me quedaba un largo camino de aventura y experiencias por vivir», relata mientras al fondo se presenta el 'Socio', a quien hace más de un año que no ve y acaba de aparecer en su edificio. «¿Te das cuenta de la casualidad? Justo te cuento esto y viene él», exclama sorprendido.

«Detrás de una persona llana y sencilla, hay un hombre increíble que ha escalado todas las montañas que hemos estudiado en el colegio»

Nazaret Domínguez. Guionista

Para llegar hasta Camerún cruzó el Sahara con mapas fotocopiados en blanco y negro y quedó prendado del arenoso paisaje. «Lo cruzamos en pleno verano con 61 grados, era terrible. Pero después de ese primer viaje volvimos porque hay algo en ese territorio tan desolado que te atrae», comenta convencido. A colación, parafrasea un dicho tuareg: quién viaje por el desierto siempre llevará consigo la impronta del mismo. «Parecen simples [los desiertos] pero allí hay vida, no se olvidan».

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Ortiz en Camerún, ante la aguja Zibi.

Del desierto a la nieve. El Himalaya es una cordillera que ha visitado en seis ocasiones aunque la tercera expedición, en 1990, guarda un lugar en su memoria por su resultado. Tres de sus compañeros murieron al intentar coronar el Everest por culpa de una avalancha. «Una tragedia, pero saqué algo bueno porque hice amistades con un sherpa llamado Cheuán con el que creé un lazo que todavía permanece». De hecho, cuando regresó a aquellas altitudes junto a su esposa Lola, tomó conciencia de que lo importante era la convivencia con las personas. «No he regresado después del terremoto de Nepal, aunque tengo muchas ganas de volver porque los echo de menos y tengo ganas de volver a pasear por esos pueblos».

«Nazaret lo había enfocado más como un reportaje, pero necesitaba un punto más de documental»

Pedro Poveda. Director

Y de la cima del mundo a la Patagonia. El sherpa blanco ha coronado volcanes activos como en el viaje de novios con Lola y su hijastra María por Guatemala, Honduras y Costa Rica. «Cuando llegas ahí arriba y los volcanes están echando lava.... ¡qué espectáculo!».

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Ángel y sus amigos siguen saliendo a montañas [como El Puntarrón], lugar donde, a su parecer, te forjas, creas lazos imperecederos y experimentas grandes satisfacciones. Sin embargo, dice que no es «un coleccionista de montañas», ni considera que haya irse lejos. La Región de Murcia es diversa y se merece que la conozcamos mejor. «Invito a la gente a que salga a descubrir nuestra naturaleza porque si la conoces, aprendes a valorarla mejor y protegerla más, que es lo necesitamos». De hecho, en su último libro, 'Las rutas más bellas de la Región de Murcia', recomienda el Monte Arabí (Yecla), el río Chícamo (Abanilla), las Cuevas de Zahén (campo de Moratalla) o la costa entre Cartagena y Águilas.

Ángel Ortiz, durante el rodaje del cortometraje documental en El Puntarrón (Murcia). PAU FERRAGUT

Rodaje en agosto

Después de que el casero de su piso en Murcia le hablase de Ángel Ortiz, Nazaret Domínguez se entrevistó con él. «Quería hacer un documental de su historia porque detrás de un hombre llano y sencillo, hay un personaje increíble que ha escalado todas las montañas que hemos estudiado en el colegio», expresa la joven.

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Conocer esa faceta suya le resultó fascinante y le sirvió para poner en relevancia relatos de cercanía. «Al final las grandes historias están ahí donde quieres verlas», subraya la guionista. El rodaje fue en agosto pasado y Pedro Poveda le dio la vuelta de tuerca que necesitaba. «Nazaret lo había enfocado más como un reportaje, pero necesitaba un punto más de documental», cuenta el fundador de Twin Freaks Studio.

'El corazón de un sherpa blanco', seleccionado por el programa de Reactivos Culturales del Ayuntamiento de Murcia, es un viaje a los entresijos de una historia de superación y exploración. Un hombre corriente que se entregó a su pasión. Es la biografía del alma de un nómada. «Cuando tratas con gente que vive en la naturaleza, siempre hay gente buena».

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Cartel del documental de Nazaret Domínguez.
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