El bicentenario de Antonio Palao Marco en Yecla

La formación artística del escultor Antonio Palao Marco (Yecla, 19 de febrero de 1824-Zaragoza, 15 de octubre de 1886) tuvo lugar en las Reales Academias de Bellas Artes de San Carlos de Valencia y de San Fernando en Madrid. Por un relieve de Jesús perdonando a la mujer adúltera, uno de sus primeros trabajos, recibió medalla de oro en el concurso del Liceo Artístico y Literario de Madrid en 1848.

Tras la reforma de las Academias de Bellas Artes en 1849 y por real orden de Isabel II de 14 de abril de 1851 fue nombrado catedrático de escultura de la nueva Escuela de Bellas Artes de Zaragoza. Un año después de su llegada a la ciudad contrajo matrimonio con María Concepción Ortubia, con la que tuvo doce hijos, entre los que destacan Carlos, que siguió los pasos de su padre en el arte de la escultura, y Luis, dedicado a la pintura.

La mayor parte de su vida transcurrió en Zaragoza, ciudad en la que estuvo vinculado a la Escuela de Bellas Artes, de la que fue director desde 1866, y a la Real Academia de Bellas Artes de San Luis. Desde 1860 formó parte de la Comisión Provincial de Monumentos Históricos y Artísticos de Zaragoza, donde falleció a los sesenta y dos años el 15 de octubre de 1886.

La mayor parte de la obra escultórica realizada por Palao se conserva en Zaragoza. Por lo que corresponde a la de carácter civil, debemos mencionar la decoración de la fachada del nuevo edificio de la Diputación Provincial de Zaragoza, ya destruida (1854-1858), y los medallones con los Reyes de Aragón conservados en el vestíbulo del mismo edificio. El 24 de junio de 1859 fue inaugurado en la Glorieta (actual plaza de Aragón) el monumento a Ramón Pignatelli que hoy se encuentra en el parque de su nombre. Para su ejecución se basó en el retrato realizado por Goya (c. 1790-1791), conservado entonces en Zaragoza.

De sus obras religiosas, además de lo realizado para las parroquias de San Gil y San Pablo debemos destacar sus trabajos para el templo de Nuestra Señora del Pilar para el que llevará a cabo las imágenes para las capillas de San Joaquín (c. 1853-1854), Santiago (1857-1858), Santa Ana (1862) y San Pedro Arbués (1873), además de otros elementos decorativos.

Durante casi dos décadas fue el escultor de la Hermandad de la Sangre de Cristo, para la que llevó a cabo cuatro pasos procesionales: el Nuestra Señora de los Dolores y la Cama para el Santo Cristo de la Cama en 1855; la Entrada de Jesús en Jerusalén (1863) y la Piedad (1870-1871), su obra más importante y conocida que recuerda las imágenes de Nuestra Señora de las Angustias, de Salzillo, particularmente la conservada actualmente en la iglesia de la Purísima de Yecla, que pudo ver desde niño.

Fuera de Zaragoza debemos mencionar el monumento en bronce a Juan Sebastián Elcano, realizado en 1860-1861 para Guetaria (Guipúzcoa), su villa natal, y particularmente la escultura del nuevo retablo para el altar mayor de la catedral de Murcia, para el que llevo a cabo entre 1867 y 1868, cerca de cuarenta imágenes. En varios casos debió retallar las realizadas por los hermanos Leoncio y Eusebio Baglietto, a quienes les habían sido encargadas en un primer momento y que fueron rechazadas, por su mala calidad, en un informe del pintor Luis Ruipérez realizado en abril de 1866. Destaca en el centro de este retablo el grupo de Nuestra Señora de la Paz, titular de la catedral, además de las imágenes de los cuatro Santos de Cartagena, de San Patricio y del Beato Andrés Hibernón.

Con motivo de la celebración del bicentenario de su nacimiento, este 2024 verá la luz una nueva monografía sobre su vida y su obra [escrita por el autor de este artículo]. En octubre de este mismo año se celebrará en la Casa Municipal de Cultura de Yecla una exposición sobre el artista.

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