El Alboroque
Son estrellas. De un espectáculo más turbio que una pelea de perros, pero estrellas
La idea fue de Teo. «Hombre, con lo murciano que tú eres, ¿no les vamos a poner algo para brindar? No seamos marranos, chacho. El ... alboroque hay que echarlo». Pero claro, luego llega el momento y whatsapp a traición: «Mira, que al final me han puesto un zoom con Génova y no voy a poder ir. Pasadlo bien. Y enhorabuena, tigre». «Joer tron, menuda encerrona», contesta López Miras. «Bueno, voy para adentro. Me debes una XD». «No, me la debes tú LOL». El presidente silencia el teléfono y abre la puerta. Los demás ya han llegado y el piscolabis (de tó por tó: aceitunas partías de Cieza, marineras, dos baldes con quinticos frescos) ya está servido. Se trata de una salita sin ventanas, para evitar 'paparazzismos' e indiscreciones. Fer lo agradece. Sonríe como puede y cierra tras él. Todavía alberga esperanzas de despachar el asunto en quince minutos e irse a comer. Levanta la voz un poco cuando proclama:
–Perdón por la espera. No quería dejar pasar la ocasión de agradeceros personalmente y en nombre de mi partido vuestro apoyo hoy y transmitiros la consigna de que, a partir de este momento, el circo se ha acaba.
Carcajada general. Pero, ¿qué les pasa a estos payasos? ¿Se han creído que estaba de guasa?, piensa el presidente. Los payasos en cuestión: Campuzano, Liarte y Carrera, tránsfugas de Vox; Franco, Miguélez y Álvarez, tránsfugas de Ciudadanos; Salvador, de Vox, y Sánchez, suplente de la lista de Ciudadanos recién nombrado consejero por si acaso alguien dimitía (no ha hecho falta).
«Miras no puede evitar que, de vez en cuando, una sombra cruce por su estado de ánimo. El presi se ha quedado pensativo»
Han empezado sin él: ya está la mesa llena de cascos y chapas. Miras los mira. Ahí están. Contentos pero atentos. A la que salta. Los 'Odiosos Ocho'. Equipazo. Para un negocio de coches de tercera mano, esto es. Venderían a sus madres por un par de meses más en el sillón, pero la vergüenza 'pá' quien la tenga. Menuda semana se han tirado de pelu, entrevistas, ego y famoseo. Son estrellas. De un espectáculo más turbio que una pelea de perros, pero estrellas. Están encantados de conocerse y se enseñan unos a otros en el móvil la foto del Mercedes Caiga que los tiene encaprichados. La alegría está justificada: sin comerlo ni beberlo ni tener formación específica les han caído nada menos que cinco consejerías –entre ellas Educación y Cultura, para la ex de Vox (más equis que en una quiniela)–, a 75.670€ por barba y año.
El presi se ha quedado pensativo. Se le está calentando el quinto en la mano con lo que él ha sido. Pasada la euforia de las compras de dipus, la semana pasada, Miras no puede evitar que, de vez en cuando, una sombra cruce por su estado de ánimo. Que eche de menos. Hace poco poquísimo el mundo le sonreía: en lugar de esta panda de ultras, friquis y lentejeros tenía a su lado un partido liberal y un programa «de centroderecha». Es verdad que Martínez Vidal pedía, pero también que tragaba. Carros y carretas llevaba comidos. Y cumplía. No hace ni un mes le presentó en la Mesa de la Asamblea el caramelico grande: la proposición de ley para reformar el Estatuto del Presidente y que Fer pudiera presentarse a los siguientes comicios. Nunca le hizo mucho caso cuando se quejaba: los regalos a las empresas del juego le sentaron como un tiro, y el pasteleo con los hombres de verde para implantar la censura parental, y sobre todo la displicencia con que la trató al pedirle mano dura contra el 'vacunagate'. La llevaba en palabras pero nunca se terminaba de decidir a reformar el gobierno para incluirla como consejera. Creía que nunca se plantaría. Y fíjate.
Por el rabillo del ojo, y a pesar de los ánimos que le mandan –ha venido a saludar hasta Casado–, Miras percibe que los suyos lo dan por amortizado. La papeleta del Estatuto sigue sin resolver, y a ver cómo se las apaña para que estos personajes le aprueben nada, con el pánico que le tienen a unas elecciones anticipadas. Ni los presupuestos.
Además, ya no le quedan carteras por repartir. Vaya dos añicos le esperan entre unas cosas y otras, la de burradas ultra que van a liar con la educación, qué bochorno madre. Y todo el rato la prensa encima con que si Murcia es facha y los tránsfugas y qué calor hace aquí ¿no? Me estoy mareando un poco. ¿Quién ha puesto la música? ¿Son mariachis? Oh Dios mío, dime que no han empezado a cantar los friquis. Voy a hacer que hablo por teléfono y salgo un mome ¿eh? ¿Pero qué es esto? ¿Por qué está atrancada la puerta?
FER (En pánico): ¡Abran! ¡Abran la puerta! ¡Abran al Presidente de la Región de Murcia!
TODOS (Cantando): ... ¡pero sigo siendo el reeeeeeeeey!
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