La tecnología que ya recupera para el riego los pozos del Campo de Cartagena
Un grupo de especialistas lleva cuatro años trabajando en una solución para devolver a la vida los castigados recursos hídricos del subsuelo de esta importante área agrícola, y lo han logrado
El agua que atesora el subsuelo del Campo de Cartagena no está en buenas condiciones, tras décadas de usos, abusos y dificultades la alta salinidad y presencia de nitratos complican su aprovechamiento. Pero ni mucho menos está perdida. Un grupo de especialistas lleva cuatro años trabajando para devolver a la vida los pozos que jalonan esta importante área agrícola con todas las garantías, tanto para los cultivos como para el medio ambiente. Y lo han conseguido. El impulso de Europa, con uno de sus programas de protección medioambiental denominados Life está detrás del formidable triunfo que supone por estas tierras recuperar hasta el 92% del agua salobre subterránea y reutilizarla para la agricultura.
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Los investigadores, de la Universidad Politécnica de Cartagena (UPCT), han tirado de hasta siete tecnologías de desalación y desnitrificación para lograrlo. Técnicas de ósmosis inversa con membranas de última generación, de desnitrificación con biorreactores en serie, de torres de refrigeración, de compresión mecánica de vapor y de evaporación atmosférica con telas en paralelo para reducir la superficie necesaria se han conjurado en el proyecto, denominado Life Desirow. Y entre todas, funcionando durante diez horas diarias, se ha logrado tratar hasta 20 metros cúbicos de agua cada jornada en la planta piloto emplazada para ensayarlo en instalaciones de la Comunidad de Regantes Arco Sur Mar Menor, en Cartagena.
Además, la solución obtenida, para recuperar ese caudal con destino agrícola y sin generar residuos, emplea exclusivamente energías renovables: fotovoltaica, biomasa y viento, para los procesos de secado. «Las tecnologías testeadas permiten alcanzar un coste comparable con la desalación de agua con la ventaja de que no genera residuo alguno», afirman los especialistas que recientemente anunciaron el logro.
El proyecto ha logrado tratar 20 metros cúbicos cada día en una planta piloto del entorno de la albufera de la Región de Murcia sin generar residuos y con energías renovables
El profesor de la Escuela de Caminos y Minas de la UPCT Juan Tomás García Bermejo, y el también profesor de la Escuela de Industriales de la misma universidad Ángel Molina García explican que no solo han logrado que no se produzca ningún vertido de salmuera, sino que la nueva solución también recupera y aprovecha las sales disueltas, y emplea las señaladas energías fuentes renovables.
Los resultados tienen mucho de triunfo simbólico ante uno de los mayores retos del sector regional: eliminar nitratos de aguas subterráneas y que no vuelvan a afectar al Mar Menor
«El proyecto, además, incluye un tratamiento para la eliminación biológica del nitrato del agua de pozo del Campo de Cartagena que asegura la reducción del nitrógeno de las sales cristalizadas», abundan sus desarrolladores. Los investigadores han pasado tres años acumulando ensayos en la desaladora de la Comunidad de Regantes Arco Sur Mar Menor, de Cartagena, y en la estación depuradora de aguas residuales Mar Menor Sur, en el mismo municipio. La iniciativa, encabezada por la firma Regenera, y en el que también participan, además de la UPCT, la citada comunidad de regantes y las compañías Hidrogea e Hidrotec, ya ha anunciado, y auditado, sus resultados. Así que, esos 20 metros cúbicos de agua limpia obtenidos al día ya son una realidad. Y también lo es, según las conclusiones alcanzadas, que la opción de consumo eléctrico «que requiere de menos potencia instalada es el uso de la ósmosis inversa y la evaporación atmosférica». De este modo, se han registrados «datos de consumo idénticos, 4 kWh/m3, a los de la desalación de agua marina».
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Las tecnologías desarrolladas en la iniciativa llegan a recuperar hasta el 92% del agua del subsuelo para uso agrícola y respetando el medio ambiente
Más allá de los datos cuantificables, el éxito tiene mucho de triunfo simbólico ante uno de los mayores retos del sector regional: el propósito es eliminar los altos índices de nitratos de las aguas subterráneas del Campo de Cartagena, de modo que su exceso no vuelva a desencadenar problemas como los ocasionados en el Mar Menor. Y se ha conseguido con un método que al mismo ti3empo permite extraer su igualmente excesivo contenido en sal para poder reutilizar ambos elementos de nuevo en la agricultura (el agua para regar y la parte salobre como fertilizante).
Liderazgo empresarial
El proyecto Life Desirows es un desarrollo acometido por un consorcio liderado por la empresa murciana de energías renovables Regenera Levante en el que han participado los investigadores de la Escuela de Caminos y Minias de la UPCT, Antonio Vigueras Rodríguez y José María Carrillo, además del señalado Juan García Bermejo; los especialistas de la Escuela de Ingeniería Industrial, también de la UPCT, Francisco Vera y María Socorro, además del igualmente apuntado Ángel Molina, y el profesor de Agrónomos de la misma universidad Rafael Domingo. Estos expertos acumulan una destacada experiencia en ingeniería eléctrica, energías renovables, ingeniería térmica y fluidos y en el tratamiento de aguas. El presupuesto del proyecto ha contado con una financiación de 867.000 euros de la Unión Europea.
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Ocho equipos conjurados con un objetivo
El profesor de la Escuela de Canales y Minas Juan Tomás García Bermejo, que fue designado responsable técnico del proyecto Life Desirows que ahora culmina, describía hace unos meses el complejo, cuando la iniciativa aún no había entrado en su fase final de funcionamiento de todos los elementos. Básicamente, la planta piloto incluye ocho equipos diferentes funcionando de forma integrada. En esta instalación, explicaba, se produce básicamente «una doble ósmosis inversa para concentrar la totalidad de las sales en alrededor del 10% del flujo entrante; una recuperación mediante precipitado de las sales disueltas menos solubles para poder recuperar la mayor cantidad posible de iones como magnesio, potasio y sulfato entre otros; una desnitrificación biológica para eliminar el nitrato disuelto; un proceso con torre de refrigeración y compresión mecánica de vapor para concentrar la salmuera todo lo posible, y un proceso final de evaporación y cristalizado en un evaporador atmosférico para alcanzar el residuo cero». Todos esos equipos, alimentados exclusivamente por energía solar fotovoltaica y la procedente de una caldera de biomasa.
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