La necesidad de aumentar el valor percibido en el sector agrario

La agrotecnología y producción sostenible se refiere a la implementación de tecnologías sostenibles que mejoran la eficiencia de los procesos agrícolas y logísticos. Esto abarca desde la optimización del uso de recursos naturales como el agua y nutrientes hasta la aplicación de técnicas de cultivo avanzadas, inteligencia artificial, robótica y sensores avanzados para automatizar tareas agrícolas, buscando incrementar la productividad y reducir el impacto ambiental.

La eficiencia energética y la sostenibilidad en la producción apunta a la implementación de tecnologías limpias y sistemas de producción energéticamente eficientes, buscando reducir el consumo de energía y minimizar residuos a través de prácticas de economía circular, incluyendo el reciclaje y la reutilización de subproductos.

En cuanto a la alimentación saludable y nutrición, alude al desarrollo de productos alimenticios más saludables y nutritivos mediante la selección de ingredientes especiales, ofreciendo al consumidor productos de mayor calidad y valor nutricional.

La innovación en el embalaje, conservación y seguridad alimentaria se refiere a la prolongación de la vida útil de los productos, mejorando su seguridad y conservación y reduciendo el impacto ambiental, mediante materiales biodegradables y tecnologías de envasado avanzadas que mantienen la calidad y frescura de los alimentos.

Ante este esfuerzo innovador e inversor, surge la pregunta: ¿es suficiente para diferenciar nuestros productos en los supermercados?

Mi experiencia en numerosas empresas pone de manifiesto que, aunque necesaria, esta innovación no es suficiente para diferenciar el producto. Los productos agroalimentarios en los lineales no comunican este esfuerzo inversor, por lo tanto, no diferencian a aquellos que lo realizan.

¿Qué se necesita entonces? Las empresas agroalimentarias deben enfocarse en aumentar el valor percibido por el consumidor en el punto de venta.

Al observar las innovaciones que se hacen a nivel mundial, identificamos empresas que trabajan en esta dirección. Estas utilizan tecnología ('blockchain', realidad aumentada, realidad virtual, inteligencia artificial, internet de las cosas,...) para generar transparencia en su modo de producir, simplicidad para generar el producto e interactividad para comunicarlo en el punto de venta. Así, los productos hablan con el consumidor no solo en el momento de la compra, sino también durante su consumo en el hogar u otros lugares.

Innovar en comunicar el esfuerzo del sector agroalimentario es clave para superar una situación donde el precio domina en un lineal abarrotado de productos. La innovación incremental del producto apenas genera ventaja competitiva sostenible, ya que es imitada rápidamente en caso de éxito.

En este contexto, debemos entender que la clave no está solo en lo que producimos, sino en cómo lo presentamos y comunicamos. Es momento de ser pioneros en la forma en que conectamos con el consumidor, aprovechando las herramientas tecnológicas disponibles para crear una experiencia única y diferenciadora.

El futuro del sector agroalimentario español depende de nuestra capacidad para innovar no solo en el campo, sino también en la mente del consumidor. Transformemos la manera en que el mundo percibe nuestros productos, porque juntos, podemos hacer que nuestros esfuerzos no solo se vean, sino que también se sientan.