Fernando Gómez: «Hoy innovar es más fácil, más barato, más rápido y está más deslocalizado»

Las exigencias normativas y una mayor concienciación del sector han impulsado en los últimos años un mayor vínculo del ámbito técnico-investigador agrario con las empresas del sector. El director general de la Asociación de Productores-Exportadores de Frutas y Hortalizas de la Región de Murcia repasa esta relación.

–¿Cómo perciben desde las empresas la investigación agroalimentaria de la Región?

–No creo exagerar si digo que la Región de Murcia es uno de los líderes y referentes internacionales en investigación agraria y agroalimentaria. Existe una sana y todavía mejorable simbiosis entre ciencia y empresa privada, de la que todo el clúster agroalimentario regional sale beneficiado. Es imposible destacar en todo, claro, pero me atrevo a decir que contamos con una brillante producción científico-técnica en campos como la nutrición vegetal, agua y fertirriego, conservación de suelos, mejora genética de plantas, bioprotección de cultivos, sostenibilidad y calidad de productos hortofrutícolas, entre otros. Además, avanzamos a pasos agigantados en agricultura de precisión, microbiología, biotecnología y adaptación de cultivos al cambio climático. Hoy contamos en la Región con reconocidos y prestigiosos investigadores a los que debemos sumar jóvenes talentos con formación de excelencia y darles recursos suficientes para seguir avanzando.

–¿Nos podemos comparar con liderazgos como los de Países Bajos o Israel, por ejemplo?

–No soy muy amigo de establecer comparaciones. En investigación aplicada en Proexport preferimos hablar de colaboraciones. Seamos humildes: Israel, Países Bajos, Estados Unidos o Chile pueden aprender mucho de nosotros, pero también nosotros de ellos. Hoy innovar es más fácil, más barato, más rápido y está más deslocalizado que en décadas anteriores. En un mundo de problemas alimentarios globalizados, los mejores avances vendrán de equipos internacionales e interdisciplinares. Abracemos la cooperación científica y empresarial con un enfoque local, pero global a la vez. Seamos prácticos: intentemos producir patentes, 'spin-offs', 'startups' y empresas sólidas de base agrotecnológica que ayuden a nuestra mejor agricultura a enfrentar los retos alimentarios y ambientales de la población y el planeta.

–¿Están aprovechando bien nuestras empresas esos avances del sector?

–En general, están muy pendientes de ellos y no dudan en implementarlos, sobre todo si suponen una ventaja económica, social o medioambiental para ellas. No todas las empresas van a la misma velocidad, ni comparten la misma la misma visión, ni disponen de la misma capacidad de inversión. En Proexport nos propusimos hace unos años subir a muchas más empresas al tren de la innovación aplicada al agro, abanderando proyectos transformadores y colaborando con centros de investigación públicos y privados en Murcia, España y Europa, multinacionales de semillas, de protección de cultivos o con 'startups' innovadoras. Creo que vamos por buen camino.

–¿Cómo es la relación entre empresas e investigadores en este ámbito en la Región?

–Podemos decir que mejora adecuadamente. Desde hace unos años los proyectos de innovación exigen en sus convocatorias la participación de empresas para ser cofinanciados con dinero público, y eso ha acelerado la transferencia de conocimiento y la cooperación público-privada. Además, cada vez más empresas del sector agrario y agroalimentario de la Región de Murcia cuentan con sus propios departamentos de I+D+i, con personal propio y perfiles cualificados que, podemos decir, hablan el mismo idioma que los investigadores. Ambos encuentran así sinergias más fácilmente. Por otro lado, son numerosas las ocasiones en las que se colabora directamente con los centros públicos de investigación, ya que estos disponen de técnicas o tecnologías más avanzadas que permiten, por ejemplo, desarrollar proyectos piloto a pequeña escala, antes de lanzarlos al mercado. En ese sentido, la relación es excepcional, y necesaria para ambas partes.

–¿Qué se puede hacer para mejorar aún más esas sinergias entre ambos ámbitos?

–Los acuerdos de colaboración entre asociaciones representativas del sector empresarial y los centros de investigación y las universidades ofrecen un buen marco de colaboración estable y eficaz. Las administraciones deberían apoyar la incorporación de expertos en innovación en estas asociaciones, para actuar como tractores de proyectos, captadores y multiplicadores de inversión y transferencia de conocimiento al sector. Recomiendo hacer presentaciones periódicas de proyectos, programar foros efectivos de encuentro y debate, establecer una comunicación fluida para intercambiar conocimiento y comprometer colaboraciones, identificar el mejor talento disponible para cada materia en la Región, realizar visitas de los grupos de investigación a empresas y fomentar el diálogo constante con nuestros empresarios y profesionales para detectar necesidades, programar visitas a zonas de producción con tecnologías avanzadas, participar en eventos internacionales de innovación agronómica, ... Intento visitar estos eventos. No soy experto, pero en ellos aprendes mucho sobre nuevas tecnologías enfocadas al agro y generas contactos con los que desarrollar futuros proyectos. Veo en general un buen trabajo en los últimos años, pero debemos acelerar en el impulso a la agro-innovación empresarial, no sólo con buenas ideas, también con financiación adecuada.

–¿Qué papel puede interpretar la Administración regional?

–Sin duda un papel primordial, junto al Gobierno central y la UE, dado que tienen los recursos para facilitar y fomentar la investigación e innovación entre el sector público y el privado. En este aspecto, gana mayor relevancia la Región de Murcia si se tiene en cuenta la importancia de su PIB agrario y alimentario, su intensidad en el empleo y su carácter dinamizador en la mayoría de nuestros municipios.

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