Borrar
Sistema de impulsión del Trasvase en lacabecera del Tajo.
Historias de los pioneros

Los ensayos que prepararon la Región para el Trasvase

Hace medio siglo, el Centro de Edafología y Biología Aplicada del Segura centró sus investigaciones en encontrar los mejores cultivos y métodos ante la inminente llegada de las primeras aguas del Tajo

Martes, 26 de noviembre 2024, 00:37

Comenta

El Trasvase Tajo-Segura comenzó a verter desarrollo en las tierras de la Región de Murcia desde años antes de que los canales del acueducto se llenasen de agua, una vez acabada la obra a partir de 1979. El lustro anterior, el Centro de Edafología y Biología Aplicada del Segura, el actual Cebas-CSIC, ya se afanaba en estudiar las distintas posibilidades que unos años después iba a ofrecer la gran infraestructura hídrica al sector agrario murciano. Desde que en 1958 se constituyó este laboratorio público de referencia, dependiente del Consejo Superior de Investigaciones Científicas (CSIC), se habían estado trabajando en la selección y adaptación de nuevas variedades agrícolas, entre otras líneas de trabajo encaminadas a sacar el máximo aprovechamiento a las fincas de la Región. Pero con la llegada de los años 1970, y ante la expectativa de los futuros caudales del Tajo, el centro dio un gran impulso a los trabajos enfocados en el nuevo marco de recursos que estaba a punto de llegar.

Hasta esa década, los estudios se orientaban a aspectos como la «selección y adaptación de variedades y patrones en frutales de hueso, las experiencias de abonado en naranjo, limonero, albaricoquero, algodón, pimiento y tomate, los ensayos comparativos de variedades en tomate, el estudio de portainjertos en cítricos, etc.», como recoge este periódico en su edición del 15 de mayo de 1975.

«Sin embargo, con posterioridad y a medida que se iban concretando las realizaciones del Trasvase (distribución de caudales por grandes zonas, obras secundarias, declaraciones de zonas de interés nacional, delimitación de zonas regables, etc.)», los trabajos se centraron en «acumular la máxima información con vistas a la planificación futura de cultivos en las referidas zonas regables» que se iban a crear, relata la misma pieza publicada cuatro años antes de la puesta en marcha de la obra que cambió profundamente el sector agrario regional

Básicamente, las investigaciones derivaron hacia la viabilidad de cultivos hortícolas, industriales y de aprovechamiento ganadero, dentro del apartado de los herbáceos, y de cítricos y frutales de hueso, en el ámbito de los leñosos.

En hortícolas se experimentó al aire libre, y con vistas tanto al mercado en fresco como para la entonces en pleno auge industria conservera, en el Campo de Cartagena, con guisantes, habas, judías verdes, melones y tomates; en Lorca, con guisantes, habas y melones; en Mazarrón, con guisantes, judías verdes y tomates, y en la Vega Baja, con alcachofas. De este modo se concluyó, por ejemplo, que algunas variedades ensayadas de judías verdes podrían triplicar en Mazarrón su rendimiento medio nacional, con en torno a 25 toneladas por hectárea, y se establecieron las fechas de siembra más idóneas del producto destinado a la industria conservera, de modo que pudiese servirse de forma escalonada, como requería la producción.

En paralelo, se estuvo testando la viabilidad de plantaciones bajo invernaderos con cubierta de polietileno en San Javier y en Santomera, en concreto en la llanura de Campo de la Matanza. Ahí se probaron variedades de berenjena, calabacín, judía verde, pepino, pimiento y tomate. Los ensayos buscaron obtener la máxima información posible sobre la precocidad y rendimiento de estos productos en esta modalidad de cultivo. Se obtuvieron buenos resultados en tomates, calabacines y judías verdes.

En el apartado de cultivos industriales, se experimentó con pimiento para pimentón en Lorca; remolacha azucarera en el Campo de Cartagena, Caravaca y Albacete (en aquel momento todavía dentro de la Región de Murcia), y con soja en el Campo de Cartagena, Lorca y la Vega Baja. La remolacha azucarera alcanzó «rendimientos muy elevados», y la soja obtuvo «resultados muy prometedores».

Sobre los cultivos de aprovechamiento ganadero, las experiencias se centraron en el maíz y en un pequeño número de especies forrajeras y pratenses (gramíneas y leguminosas), de los que se consiguió una campaña con «resultados bastante satisfactorios» para el primer cultivo.

Sobre las otras especies estudiadas, incluidas las leñosas, el extenso reportaje de 1975 no da más detalles. Lo que sabemos de la verdadera evolución de todos esos cultivos tras la llegada del Trasvase fue recogido puntualmente en las siguientes décadas por esta centenaria cabecera, y nos ha traído el potente sector agrario que ahora es responsable de buena parte de la actual economía de la Región.

Esta funcionalidad es exclusiva para suscriptores.

Reporta un error en esta noticia

* Campos obligatorios

laverdad Los ensayos que prepararon la Región para el Trasvase

Los ensayos que prepararon la Región para el Trasvase