Poeta, periodista, maestro y alcalde

En 1919, viajó a Madrid para preparar unas oposiciones al Cuerpo General de Estadística. La capital supuso un espacio nuevo y lejos de las limitaciones de su vida provinciana comenzó a frecuentar las tertulias de los cafés donde se debatían los movimientos europeos de vanguardia Aquella excitante realidad le hizo abandonar su preparación para centrarse en sus inquietudes literarias. Llegado 1924 no se presentó y, poco después, sufrió un accidente en bicicleta que le obligó a marchar a Lorca. Contrajo matrimonio con la maestra Concepción Blázquez Mancebo y con la excusa de las oposiciones volvió a la capital para reinsertarse en la vida noctambula de los cafés. Pasados unos meses, regresó e ingresó en Magisterio. Obtuvo su título en 1927, fundó la Academia Para Vico, logró una escuela provisional en Tercia y la definitiva en La Tova.

En 1930 participó en la fundación del Círculo Republicano Instructivo y con la República fue nombrado concejal por el Partido Radical-Socialista. A finales de año fue elegido alcalde, viviendo el golpe de 'La Sanjurjada'. En agosto de 1932 abandonó la alcaldía al recibir una escuela en Fuente Álamo. En 1933 ingresó en la masonería y en 1937 fue presidente de la FETE (UGT). Durante la Guerra Civil fue uno de los fundadores del Partido Comunista y vocal de la Asociación Comarcal de Amigos de la URSS. Fue detenido en 1939, pasando por diferentes penitenciarías. En 1942 le condenaron a doce años y en 1943 quedó en libertad condicional, marchando a Barcelona y posteriormente a Cartagena donde pasó con su esposa sus últimos años, falleciendo en 1950.

En 1909, con solo doce años, publicó su primer poema y en 1912 ganó unos juegos florales celebrados en su ciudad. Entre 1915 y 1928 sus versos se distribuyeron en la prensa. Sus primeras composiciones aparecieron en 'Vida Aguileña', destacando un poemario amoroso titulado 'Flor de recuerdo' (1917). Paralelamente, se encuentran estrofas de estética modernista en cabeceras lorquinas: 'La Lluvia', 'La Opinión', 'Renacimiento' y 'Tontolín'. En 1918 publicó en la revista madrileña 'Los Quijotes', bajo el título 'Floración', un poema de vinculación simbolista con elementos naturales. Y en 1926 alcanzó su mayor éxito literario, cuando ganó el primer premio de un concurso internacional organizado por el 'ABC', centrado en la hazaña del Plus Ultra, con 'Por la última vía', un extenso panegírico cercano al ultraísmo, de vertiente futurista y parnaso-simbolista, en el que compara dicha proeza con el primer viaje de Cristóbal Colón.

Sus colaboraciones murcianas ('Flores y Naranjos', 'Levante Agrario', 'El Liberal de Murcia', 'La Verdad' y 'El Tiempo') vuelven a mostrar ese modernismo epígono de sus influencias: Juan Ramón Jiménez y los hermanos Machado, el simbolismo verleniano, un enfoque gongorino inspirado por Alberti y Cernuda, así como un tímido acercamiento al ultraísmo, el futurismo y el surrealismo. Mientras que en Cartagena (Cartagena Nueva e Ilustración Levantina) destacan piezas descriptivas sobre entonos cercanos en una óptica rubeniana. En 1929, con treinta y nueve de estas composiciones, nació 'Canto Rodado', su ópera prima, y en 1951 su viuda publicó en Cartagena 'Corimbo', de estética semejante al anterior.

Su primera incursión en medios la realizó en 1918 con la dirección del dominical republicano-radical 'El Faro' y, a finales de los veinte, como corresponsal en el diario yeclano 'Renovación'. También participó en la revista lorquina 'Tontolín' con críticas literarias. Su cierre le llevó a inaugurar y dirigir 'Colores' en 1927, semanario político, sensacionalista y literario de carácter local. En 1930 fue redactor-jefe del diario republicano 'El Pueblo', que constituyó la voz de su partido y de cuya redacción salió parte de la futura corporación republicana. Ese año se le encargó la sección local de la revista 'Sudeste' y en 1932 se inauguró el diario 'La Región', formando parte, con el poeta Miguel Gimeno Castellar, de su comité lorquino de redacción.

Sirva el presente artículo para recuperar del ostracismo la figura literaria e histórica de Antonio Para Vico y que ocupe, por tanto, su merecido lugar en la memoria colectiva murciana.