Primeros años de Eleanor de Aquitania

Aunque el título de la novela pudiera hacer pensar que el protagonismo corresponde al ducado de Aquitania, en realidad la verdadera protagonista es Eleanor, quien a los trece años hereda el ducado, tras la muerte de su padre frente al altar de la catedral de Santiago de Compostela el Viernes Santo de 1137. Y, para vengar su muerte, que ella achaca al rey Luy VI de Francia, manda a su tío y amante Raimond de Poitiers que redacte un testamento falso en el que el difunto duque disponía su matrimonio con Luy VII, el Rey Niño, al tiempo que seguiría siendo duquesa de Aquitania. De ese modo, ella conseguiría dar al trono francés muchos herederos aquitanos y haría realidad el lema familiar: 'Solo Sé Subir'.

A partir de aquí y hasta 1149, asistimos a los altibajos en la complicada relación del joven matrimonio, a las intrigas palaciegas –orquestadas en gran medida por Thierry de Galerán, el secretario del rey– y a las difíciles relaciones de los monarcas con la Iglesia, que llevan a Eleanor y Luy a participar en la segunda cruzada a Tierra Santa. Un componente histórico que se ve aderezado con una parte mucho más novelesca, centrada en el misterioso personaje del Niño y su trágica vida, que comienza décadas antes del asesinato del duque y cuya relación con dicho asesinato y con Eleanor se resolverá al final de la novela, en parte gracias al romance de don Gaiferos de Mormaltán.

En definitiva, una novela de amena lectura, muy documentada históricamente y con una estructura bien trabajada, a la que la autora aporta su conocida habilidad para la intriga y el suspense y para la caracterización de los personajes.