Una forma de belleza peligra
Este libro estudia las especies de mariposa, su relación con el ecosistema y el riesgo de desaparición de muchas
J. ERNESTO AYALA-DIP
Lunes, 17 de enero 2022, 21:48
Mi afición a las mariposas fue literaria. Pero antes de ello tuve un período de aprendizaje, nada ecológico, por cierto. En mi barrio de Buenos ... Aires, cuando llegaba la primavera sus calles se llenaban de mariposas (eso indicaba, dicho sea de paso, el muy escaso grado de contaminación, relación casi matemática entre ambos hechos, la mayor o menos cantidad de mariposas en la naturaleza y la polución atmosférica). En los años cincuenta, nosotros muy niños, encontrábamos una perniciosa euforia abatiendo mariposas con unas tablas de madera. Los cadáveres de esos delicados seres aéreos mostraban nuestra musculatura destructiva. Por suerte ese 'juego' callejero, como tantos otros estacionales, pasaron a mejor vida, para bien de nuestra precaria ética medioambiental y las pobres mariposas. Nunca más pensé en ellas, hasta que ya mayorcito entré en contacto con la narrativa de Vladimir Nabokov, coleccionista de mariposas y él mismo lepidopterólogo aficionado. Gracias a Nabokov, no solo aprendí cómo se destripa un texto narrativo, además del placer de leer literatura, sino sobre unos seres que nunca me habían llamado la atención, salvo que para eliminarlos. Por eso celebro la edición de 'La desaparición de las mariposas y sus consecuencias para el mundo en que vivimos', del biólogo evolutivo Josep H. Reichholf.
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Este no es un libro solamente sobre algunas de las diferentes especies de mariposas que quedan en el mundo, es una extensa reflexión sobre el estado actual de nuestros ecosistemas, muchos de ellos al borde de su desaparición, entre ellas el ecosistema que permite la vida de las mariposas y lo que ellas aportan a nuestra vida en general, como ocurre tambien con las abejas. 'La desaparición de las mariposas' es un libro apasionante. Yo mismo ignoraba, por ejemplo, que estos seres se dividieran en mariposas diurnas y nocturnas. De día no soportan ningún atisbo de sombra, exigiendo urgentemente la luz solar. Las nocturnas se mueven como pez en el agua. Como el conde Drácula, huyen espantadas de la luz. Sabía de su ingente cantidad de especies, pero ignoraba que fuera tan inmensa: el estudioso alemán nos informa que solo en el sureste de Baviera existen 3.243 especies (según un censo de 2016). Un capítulo del libro analiza la naturaleza migratoria de las mariposas, como ocurre con los pájaros. Un ejemplo de este capítulo es la especie bautizada como la 'Vanesa de los cardos'; esta especie si no encuentra las condiciones climáticas óptimas para su supervivencia, emigra. Otra cuestión paradójica, las mariposas han recuperado más presencia en las ciudades y ello es debido a que en el campo es donde más se están extinguiendo por el uso desmedido de estiércol y abonos químicos. Si las mariposas se extinguen, estamos matando a unos seres vivos y a una forma especial de belleza que nos regala la naturaleza.
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