Entre Atenas y Guatemala
El enigmático Rupert Ranke teje una historia de intriga y amor en el marco de un viaje por Grecia con la pandemia de fondo
J. ERNESTO AYALA-DIP
Martes, 7 de diciembre 2021, 09:36
Hoy escribiré sobre una novela que, sin ser experimentalista ni metaliteraria, ofrece sin embargo facetas de construcción ambigua, ese tipo de ambigüedad que a veces ... se necesita para no convertirse en un mensaje directo al corazón o a las tripas, menos al cerebro, sin intentar ser cerebral. La novela a la que me refiero se titula 'Manuscrito hallado en la calle Sócrates', del escritor suizo Rupert Ranke. Esta es su primera novela. De alguna manera el hecho de estar editada tiene bastante que ver con su contenido. No hay foto del autor en la solapa biográfica, sólo se indica que nació en 1973 en Maloja, Engadina Superior, Suiza. Que ha trabajado de manera esporádica en España, Argentina, Estados Unidos, Costa Rica y Grecia. Yo deduzco que su faena es o fue la de guía turístico.
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En esta novela, absolutamente novelesca, se dan cita un matrimonio guatemalteco, el escritor guatemalteco Rodrigo Rey Rosa, el mismo Rupert Ranke haciendo su faena de guía y otro guía, éste argentino. Es importante resaltar antes de nada que este relato está situado casi justo al comienzo de la pandemia del Covid. Cuando ésta comienza, las personas (y personajes a la vez) deciden quedarse en Atenas dada la mayor seguridad que ofrece la gestión del virus, a diferencia de países europeos con mayor entidad económica e infraestructuras sanitarias. Pero empecemos por el principio. Al riquísimo matrimonio guatemalteco se lo presenta al autor, el escritor ya consagrado Rodrigo Rey Rosa. De esta manera, Ranke se convierte en su guía particular. La mujer, en plena madurez y sumamente hermosa, se llama Dorotea y su marido, Armando. Ranke los lleva a visitar museos y otros sitios icónicos de la capital helena. En uno de esos museos, Dorotea queda prendada de una escultura que representa a un niño con un perro. La mujer se empecina con esa escultura, la quiere. La necesita. Dorotea relata que tuvieron un niño que sacó a pasear a su perro y nunca más se supo de ellos. Esa escultura le recuerda a su hijo desaparecido para siempre. De pronto, como por arte de magia o arte narrativo, pasamos de Atenas a Guatemala, a su capital que lleva el nombre del país. Retrocedemos en el tiempo. Y nos encontramos con un macabro asunto sucedido en los años cuarenta. Un terrible asesino y pedófilo secuestra, viola y asesina a unos cuantos niños. A rebufo de esta historia, Ranke nos recuerda un libro que en España, si no me equivoco, nunca se editó; me refiero a 'Miculax', del músico de rock y escritor Jorge Godínez. Sobre el mismo tema, nos sigue informando el mismo Ranke, escribió una novela Mario Vargas Llosa, que no le llega ni a la suela de los zapatos al libro de Godínez. No voy a explicar más. Esta novela redondísima se merece que se respete su aura de iluminador misterio narrativo.
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