El pescado más fresco lo tienes en el móvil

Uno de los ejemplos más elocuentes de funcionamiento del mercado continúa en activo en las lonjas de pescado. Pocos entornos ofrecen la oportunidad de seguir en tiempo real cómo funcionan las leyes de la oferta y la demanda que rigen las operaciones comerciales. Los clientes negocian aquí con los pescadores artesanales las cantidades y precios en los que están interesados, hasta llegar a un punto de acuerdo. Si a esta forma tradicional de venta se le aplican las nuevas tecnologías, las transacciones pueden ser todavía más directas. El doctor del departamento de Ingeniería de la Información y las Comunicaciones de la Universidad de Murcia (UMU) Jesús Enrique Argente, encabeza una investigación para lograrlo. El resultado es una herramienta a la que han bautizado como App Lonja 2.0.

«Esta aplicación móvil busca establecer un canal directo entre los pescadores artesanales y los consumidores finales, como restaurantes, colegios, pescaderías y particulares», explica el investigador. El objetivo último, añade, es «diversificar los canales de venta, mejorar los precios, garantizar la frescura del producto y fomentar la venta directa desde la lonja». Y todo ello, lógicamente, «respetando siempre los controles sanitarios y legales establecidos», apostilla.

Además de conformar una alternativa a los canales de venta tradicionales, esta investigación, financiada por la Consejería de Medio Ambiente, Universidades, Investigación y Mar Menor (a través de la Fundación Séneca), se preocupa también por la mejora en el proceso de la sostenibilidad, la logística, la trazabilidad, la economía, la salud y la educación alimentaria.

La sostenibilidad se consigue en este caso con la promoción que la solución hace del consumo de pescado local y de temporada, lo que incide en el apoyo a prácticas de pesca responsables. Al mejorar la organización y la distribución del producto desde que se pesca hasta que acaba en manos del consumidor se aumenta la eficiencia logística. La trazabilidad mejora al asegurar un control y un seguimiento del pescado en todas las etapas de ese proceso que va desde que se captura hasta que se consume. La salud y la educación alimentaria se fomentan al facilitar el acceso a pescado fresco y de calidad, muy importante para asegurar una dieta saludable. Y el beneficio en la economía local resulta igualmente obvio, al facilitar a los pescadores del lugar el acceso al comprador final.

En realidad, el proyecto (relacionado con la denominada iniciativa Digipesca, financiada por el Ministerio de Pesca, Agricultura y Alimentación a través de los fondos europeos Next Generation, y en del que forma parte la UMU) se encuentra en la fase que los especialistas denominan prueba de concepto. Básicamente, se trata de ensayar la aplicación en el mundo real de las soluciones que se han obtenido en una investigación previa.

Esta prueba de concepto, precisa el doctor de la Facultad de Informática, «combina tecnología, sostenibilidad, salud y economía social para mejorar el modelo de comercialización del pescado y hacerlo más justo, eficiente y conectado con la comunidad».

El papel de Argente es el de coordinar el proyecto, del que se encarga de dirigir y supervisar para asegurar que las distintas líneas de trabajo implicadas (tecnológica, ecológica, logística y social) estén alineadas con los objetivos del proyecto. El investigador está especialmente volcado con «una clara vocación de transferencia» del proyecto. De esta forma, a su afán por contribuir al conocimiento académico le acompaña el empeño por extraer de él «herramientas útiles para la sociedad». En este caso, esa vertiente práctica busca «modernizar un sector clave como es la pesca artesanal y promover una economía azul sostenible».

Entre sus cometidos también se incluye su función de «nexo entre los investigadores, las instituciones participantes y los actores del sector pesquero». Y ahí incluye a las cofradías, las lonjas, los pescadores artesanales, las pescaderías y los restaurantes que estén «interesados en testar la tecnología desarrollada».

El proyecto App Lonja 2.0, que arrancó en enero, está financiado hasta final de año, «lo que da tiempo suficiente para afinar la aplicación, evaluar su impacto y preparar su despliegue a pequeña escala en la Región de Murcia y promoverla a nivel nacional».

Jesús Enrique Argente reconoce que tanto en otros centros de investigación en Europa como incluso en España se están desarrollando iniciativas similares, «pero App Lonja 2.0 destaca por su enfoque integral», explica. Se refiere a que el proyecto que encabeza no es una mera solución para «vender pescado online: también gestiona la logística, sirve de sistema para la toma de decisiones en la actividad pesquera con el objetivo de ser más eficientes, permite planificar las capturas según la demanda y promueve la inclusión laboral». Lo sintetiza al apuntar cómo, en la Región de Murcia, «es pionera por combinar ciencia, tecnología y compromiso social en el ámbito pesquero».

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