Navantia se prepara para los recortes

Las bajas temperaturas que se alcanzaron durante el día no evitaron que los trabajadores de Navantia se manifestaran ayer en la puerta principal del astillero y lo pararan ocho horas en protesta por el despido de obreros de las empresas auxiliares, para exigir al Ministerio de Defensa que libere dinero para continuar con los trabajos de la carena del submarino 'Mistral', paralizada hace días, y para que se acelere el montaje de los cuatro S-80 que construyen para la Armada. Los empleados tienen miedo a que los fuertes recortes previstos en Defensa afecten de lleno a la factoría cartagenera.

El comité de empresa puso piquetes en las puertas de Santa Rosalía, Cortadura y Carenas, donde entregaron comunicados informativos. Los primeros en parar fueron los trabajadores del turno de mañana y a lo largo del día lo hicieron los de la tarde y los de la noche. Comenzaron a las seis y media de la mañana y una hora más tarde se sumaron los de la jornada ordinaria. A esa hora, ya había alrededor de cincuenta obreros en el acceso al astillero, que hicieron frente al frío quemando maderas en bidones de metal.

Paros similares se llevaron a cabo en las factorías de Navantia de Ferrol y Cádiz. En Madrid también participaron empleados de las oficinas centrales. Los de Cartagena se concentraron con una pancarta que decía: «En defensa del empleo, el convenio colectivo y la regulación de las empresas auxiliares».

Entre las principales quejas de la plantilla está el despido en las últimas semanas de hasta doscientos obreros de empresas subcontratadas del departamento de Motores. La compañía naval, según el presidente de su comité de empresa, Ignacio Briones, «ha tenido que prescindir de ellos, de momento, porque el Ministerio de Defensa aún no ha dado la orden de ejecución de cuatro buques de acción marítima que encargó a Navantia. Aquí se iban hacer los motores».

Sus reivindicaciones también pasaban porque se retomen los trabajos de la gran carena del submarino S-73 'Mistral'. Estos, según Briones, se han dividido por primera vez en tres fases «para las que el Ministerio de Defensa va destinando dinero conforme se van haciendo». Actualmente, ya se ha concluido la primera de ellas, que es la de desmontaje del barco.

Orden de ejecución

«Estamos a la espera de que el Ministerio dé también la orden de ejecución de la segunda fase, que es la de recorrido [revisar cada una de las piezas y cambiarla si procede] y de montaje». La última será la de pruebas en el mar para verificar que todo los sistemas funcionan perfectamente.

Desde el comité no entienden por qué los trabajos del 'Mistral' han sido divididos en tres fases. «Se trata de una distribución no natural que nunca había sucedido», dijo Ignacio Briones. Los trabajadores lo achacan a los recortes que está sufriendo en su presupuesto el departamento de Defensa.

Pero si por algo están nerviosos es por el retraso que lleva la construcción de los S-80. La fecha de entrega a la Armada Española del primero de ellos se fijó desde un principio en 2013, pero las demoras en los proyectos de ingeniería ha hecho que se tenga que aplazar hasta el 2015 o 2016. «A estas alturas deberían trabajar en el proyecto alrededor de 2.500 obreros de empresas auxiliares, pero solo participan unas 400», reveló el presidente del comité.

La empresa se limitó a decir que los nuevos plazos establecidos por Navantia para la entrega de los sumergibles de la clase S-80 fueron comunicados a la Armada y al Ministerio de Defensa y que ambos están de acuerdo. La dirección declinó hacer cualquier tipo de declaraciones con respecto a las críticas de los trabajadores sobre los retrasos en los trabajos de la carena del S-73 y la salida del astillero de 200 empleados de subcontratas.