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La riqueza que está aún por desenterrar

Arqueólogos, técnicos y voluntarios poblarán este verano media docena de yacimientos repartidos por toda la Región en busca de las claves que ayuden a reconstruir nuestro pasado

Rosa Martínez

Lunes, 27 de junio 2016, 11:03

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Excavar y remover la tierra en busca de pistas e indicios que ayuden a reconstruir el pasado, que, al menos, aporten nueva información para armar el puzle de la historia que cobija desde hace siglos el rico subsuelo murciano. Es lo que se proponen las campañas arqueológicas que este verano se desarrollarán en diversos puntos de la Región. Algunas de ellas ya han empezado a retirar las primeras capas de arena y otras comenzarán a hacerlo en un par de semanas. Actuaciones más o menos extensas y con mayor o menor financiación que tendrán como escenario los yacimientos paleoantropológicos de Cueva Negra, en Caravaca de la Cruz; y la Sima de las Palomas, en Torre Pacheco; el asentamiento argárico de La Almoloya, en Pliego; y los enclaves romanos de Los Torrejones, en Yecla; y Huerto del tío Paturro, en Portmán, así como la antigua ciudad de Begastri, en Cehegín, poblada por íberos, romanos, visigodos y musulmanes desde el siglo IV a. C. hasta el XIII d. C. En todos ellos, los trabajos que se realicen este verano servirán para avanzar en las investigaciones y confirmar o descartar hipótesis. Pero también puede haber sorpresas.

  • Begastri (Cehegín)

  • Características

  • Asentamiento poblado por íberos, romanos, visigodos y musulmanes, del siglo IV a. C. al XIII d. C.

  • Campaña

  • Del 24 de julio al 7 de agosto.

  • Directores

  • Francisco Peñalver , José A. Molina y José A. Zapata.

  • Financiación

  • Ayto. Cehegín.

  • Cueva Negra (Caravaca de la Cruz)

  • Características

  • Yacimiento del Pleistoceno Antiguo.

  • Campaña

  • Del 30 de junio al 21 de julio.

  • Directores

  • Michael J. Walker, Mariano López y María Haber.

  • Financiación

  • Sin subvenciones. Se realiza con voluntarios y el apoyo del Ayuntamiento de Caravaca.

  • Los Torrejones (Yecla)

  • Características

  • Yacimiento romano, ocupado durante los siglos I y VI d. C.

  • Campaña

  • De julio a septiembre.

  • Director

  • Liborio Ruiz.

  • Financiación

  • Ayuntamiento de Yecla.

  • Huerto del tío Paturro (Portmán)

  • Características

  • Villa romana aterrazada.

  • Campaña

  • Durante el mes de julio.

  • Directora

  • Alicia Fernández. Financiación Fundación Cajamurcia, con apoyo del Ayuntamiento de La Unión y la Universidad de Murcia.

  • La Almoloya (Pliego)

  • Características

  • Asentamiento argárico (2200-1550 a. C.)

  • Campaña

  • Del 13 de junio al 15 de septiembre.

  • Directores

  • Vicente Lull, Roberto Risch, Rafael Micó y Cristina Rihuete.

  • Financiación

  • Universidad Autónoma de Barcelona (UAB) y Cefusa.

  • Sima de las Palomas (Torre Pacheco)

  • Características

  • Yacimiento del Pleistoceno Medio y Superior.

  • Campaña

  • Del 21 de julio al 11 de agosto.

  • Directores

  • Michael J. Walker, Mariano López y María Haber.

  • Financiación

  • Sin subvenciones. Se realiza con voluntarios y el apoyo del Ayuntamiento de Torre Pacheco.

Los Torrejones Yecla

¿Una villa rústica?

El busto de mármol blanco que del emperador Adriano hallaron los arqueólogos en el yacimiento romano de Los Torrejones en 2014, en Yecla, abrió una nueva etapa para este enclave arqueológico, catalogado inicialmente como una villa rústica. La localización de esta pieza elevaba la importancia de la antigua construcción, que, apuntaron entonces los investigadores, debió estar habitada por alguien muy cercano a Roma. La hipótesis tomó fuerza el año pasado con la excavación de un edificio monumental, en cuyo perímetro apareció el busto de Adriano. Los materiales marmóreos localizados en él, de gran calidad y valor económico, y las dimensiones del mismo, han puesto «patas arriba», reconoce Liborio Ruiz, director del Museo Arqueológico de Yecla (MaYe) y responsable de las excavaciones en Los Torrejones, el discurso que, hasta la aparición del busto imperial, manejaban los investigadores: «Podríamos estar ante una urbe y no una villa rústica», responde Ruiz. Esta próxima campaña, señala el responsable, estará dirigida a definir las estructuras del gran edificio y localizar el acceso principal al mismo con el fin de arrojar luz al enigma que plantea el yacimiento romano, ocupado durante tres siglos (I d. C- VI d. C.) y a la espera de ser declarado Bien de Interés Cultural (BIC). El expediente para su protección se abrió el pasado mes de marzo.

Los trabajos en Los Torrejones se realizarán en dos fases. La primera se llevará a cabo a través de un plan de empleo municipal que arrancará a finales de este mes y se alargará durante dos semanas. Las tareas las retomarán, afirma Ruiz, una veintena de estudiantes, diez de ellos becados por el Ayuntamiento de Yecla, quienes participarán en un campo de trabajo que se extenderá hasta septiembre. «Las expectativas después de Adriano -remarca Ruiz- son extraordinarias».

La Almoloya Pliego

A la búsqueda de los primeros pobladores

Aunque no estaba previsto que este verano se llevaran a cabo trabajos en el asentamiento argárico de La Almoloya, por el yacimiento de Pliego transitan desde el pasado lunes arqueólogos y técnicos. El equipo de investigadores de la Universidad Autónoma de Barcelona (UAB), Vicente Lull, Roberto Risch, Rafael Micó y Cristina Rihuete, responsable de las excavaciones, llegó a un acuerdo el pasado mes de abril con la empresa Cefusa, propietaria de los terrenos en los que se asienta el enclave argárico, para cofinanciar la actual campaña, cuyo presupuesto asciende, señalan desde la UAB, a 100.000 euros, aportados a partes iguales por la universidad y Cefusa. A ello se suma la colaboración del Ayuntamiento de Pliego, que ayuda en la manutención del personal empleado, señalan desde la UAB. La actual campaña se extenderá hasta septiembre y persigue dos objetivos principales. El primero de ellos, completar la trama urbana de la ciudad argárica en las zonas sur y suroeste del yacimiento, castigadas especialmente por las toperas fruto del expolio que el conjunto arqueológico ha sufrido durante años; y el segundo, profundizar en algunos de los sectores ya excavados para conocer cómo vivían los primeros pobladores de La Almoloya. El enclave fue habitado en torno a 650 años (de 2200 a 1550 a. C.). La estructura desvelada hasta ahora es una «fotografía fija de su última etapa», pero bajo ella, existen, afirma Micó, «otras dos Almoloyas». Los trabajos del equipo de la UAB, responsable también de las excavaciones en La Bastida, en Totana, no se limitarán al enclave de Pliego. En agenda, tanto Micó como el resto de investigadores tiene previsto realizar varias catas en el Cerro de Morrón, en Moratalla, a la búsqueda de la frontera interior de quienes habitaron en El Argar. Se trata de un primer sondeo en un yacimiento todavía por investigar y cuyo carácter argárico, apunta Micó, aún no está confirmado.

Cueva Negra Caravaca de la Cruz

El primer fuego europeo

La actividad arqueológica volverá este año también tras las huellas que el 'homo heidelbergensis' -precursor directo del hombre neandertal en Europa, según las hipótesis de los científicos- dejó en el interior de Cueva Negra hace entre 800.000 y 900.000 años. El yacimiento caravaqueño, ubicado en el Estrecho del Río Quípar, en La Encarnación, recibirá a voluntarios de diversos países, quienes participarán en un campo de trabajo coordinado por la Asociación Murciana para el Estudio de la Paleoantropología y el Cuartenario, y dirigido por los profesores Michael J. Walker, Mariano López y María Haber. Los trabajos se centrarán en la capa más profunda excavada hasta el momento, a unos cinco metros de la superficie, y en la que se han hallado restos de la que es, por ahora, «la hoguera más antigua de Europa». De ello dan cuenta los restos de lascas y huesos calcinados localizados en esta zona, que las próximas actuaciones, previstas para tres semanas, podrían ampliar con nuevos hallazgos.

Sima de las Palomas Torre Pacheco

La huella del hombre neandertal en Cabezo Gordo

¿Hasta qué profundidad sigue siendo fértil el yacimiento de la Sima de las Palomas, en Torre Pacheco? Con el objetivo de dar respuesta a este interrogante comenzará los trabajos de excavación el equipo responsable de Cueva Negra a finales del próximo mes de julio en el enclave pachequero, ubicado en el Cabezo Gordo. Las tareas se centrarán en un nivel inferior al que dejó a la intemperie los esqueletos articulados de hombre neandertal localizados en la sima durante la campaña de 2010, que se suman a un amplio número de hallazgos de restos humanos documentados en la zona desde el descubrimiento de la sima en 1991. Los trabajos, sin ayudas económicas, según explica uno de sus directores, Mariano López, se llevarán a cabo con la participación de voluntarios procedentes de diversos países y con el apoyo del Ayuntamiento de Torre Pacheco.

Huerto del tío Paturro Portmán

Un complejo romano con vistas al mar

Tiene una vista privilegiada al Mediterráneo. El Huerto del tío Paturro, yacimiento romano datado entre los siglos I a. C. al III d. C., se erige en una ladera aterrazada de Portmán. Fue descubierto a finales de los años 60, pero no fue hasta la década del dos mil cuando los trabajos en su superficie se hicieron más visibles. Lo cuenta Alicia Fernández, profesora del Área de Arqueología de la Universidad de Murcia y directora de las excavaciones de este antiguo enclave, al que volverá la actividad el próximo mes de julio. Los trabajos, que cuentan con el apoyo de la Fundación Cajamurcia, se centrarán en la última de las cuatro terrazas en las que se asienta la villa romana. En concreto, en una de las habitaciones excavadas durante la pasada campaña y en la estructura contigua. En ellas han aparecido, explica Fernández, mármoles y pinturas decorativas que permiten reconstruir la vida de quienes habitaron la villa, probablemente, una familia noble de Cartagena que habría ubicado aquí su segunda residencia. La afirmación es, no obstante, solo una hipótesis que tratarán de confirmar estudios futuros, para lo que, añade Fernández, sería necesario una mayor inversión económica que también ponga en valor el yacimiento, pero que «de momento no hay manera de conseguir», lamenta.

Begastri Cehegín

Un pequeño empujón

Poblada por íberos, romanos, visigodos y musulmanes, la antigua ciudad de Begastri emerge de la tierra solo en algunos puntos de su perímetro. Apenas un 2 % de toda la extensión del asentamiento ceheginero. A la espera de financiación con la que poder acometer una ambiciosa campaña de excavaciones que saque a la luz la línea de muralla que bordea la acrópolis de Begastri, las actuaciones que se realizarán este verano en el yacimiento se limitarán a ampliar las excavaciones en su zona más occidental, así como a la consolidación y documentación de las estructuras y objetos que se extraigan. Las tareas, explica Francisco Peñalver, se llevarán a cabo en el marco de un curso sobre arqueología impulsado por la Universidad de Murcia (UMU) y el Centro de Estudios del Próximo Oriente y la Antigüedad Tardía (Cepoat), dependiente de la institución académica. Se trata, añade Peñalver, de una intervención de carácter docente, que, si bien no permitirá un gran avance en las excavaciones, sí contribuirá a mantener 'vivo' el yacimiento.

Tanto Begastri como el resto de asentamientos en los que este verano habrá actividad, una vez que ya se han solicitado los correspondientes permisos a la Consejería de Cultura, son solo una pequeña muestra del rico patrimonio arqueológico que posee la Región, testigo inexorable de las civilizaciones que durante siglos se asentaron en tierras murcianas. Ellas construyen ahora el mapa de nuestro pasado.

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