«Puedes actuar como un vándalo y hacerlo todo polvo, o ser constructivo»
Los grafiteros defienden la habilitación de espacios «como escaparates donde demostrar el potencial creativo y artístico»
J. MECA
Jueves, 10 de diciembre 2015, 00:48
«Hace falta que existan espacios dedicados al desarrollo de la pintura mural para que el grafiti demuestre todo el potencial creativo y artístico que puede desarrollar, y que sirva como un escaparate», comenta Isaac Garrido, miembro del colectivo Street Museum, una de las asociaciones que colabora con el Ayuntamiento en este proyecto. El colectivo se creó hace ocho años a raíz de una iniciativa en la colonia de San Esteban, en San Pío X, el área «donde más superficie de mural de grafiti hay de toda la Región». Desde su creación, han pasado por el colectivo alrededor de 40 grafiteros, que han participado en numerosos proyectos tanto a nivel nacional como internacional.
Juanjo Martínez es otro de los integrantes del colectivo Street Museum y lleva inmerso en este mundillo desde 1991: «Empecé con 5 años bailando 'break-dance' y con 11 años conocí el grafiti por un chico que vino de Madrid al colegio. Me gustó la historia y empecé a pintar. Eso de poder ponerlo en la calle y que todo el mundo lo vea... Pasar por la calle y ver algo artístico mío siempre me ha encantado», relata. El carácter callejero del grafiti ha estado habitualmente ligado a la ilegalidad, si bien Juanjo Martínez explica que es cuestión de cada uno: «A mí, mis padres me han educado en el respeto y siempre he intentado hacer los murales pidiendo permiso. Si tu firmas las persianas, eso echa para atrás, pero si haces un dibujo bonito, eso siempre atrae. Tú puedes coger dos caminos en el grafiti: puedes ser un vandálico, hacerlo todo polvo, o todo lo contrario, ser constructivo».
El grafitero se refiere también a la moda reciente de decorar las persianas y fachadas de los locales comerciales con este arte, que cumple una función decorativa y diferenciadora. «Gracias a esas firmas que se han hecho en los comercios, ha resurgido otra forma de ver el grafiti y a la vez se respeta. Se trata de darle la vuelta a eso, hacer algo bonito en las persianas y poder ganarnos la vida de alguna manera».
Juanjo Martínez anima asimismo a los propietarios de bajos comerciales y otros inmuebles, como el edificio Los Naranjos, a dejarles intervenir en esos espacios: «Pintar siempre es positivo, sea donde sea, mientras sea una obra de arte, esté donde esté. Y por supuesto, si es para alegrar a la gente y la comunidad está contenta, pues estupendo».