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Demasiado caro, según la oposición. El 'Tiraor' de Yecla, obra de Mariano González Beltrán, durante su polémica colocación. :: ÁNGEL ALONSO
¿A quién le gusta esta escultura?
LA CRÓNICA

¿A quién le gusta esta escultura?

Yecla ha sido la primera ciudad en 'amotinarse' contra el arte público en tiempos de crisis En Cieza también protestan por los 'derechos de reproducción' de la escultura 'Cabeza de toro' Soldados de reemplazo, nazarenos, ciclistas, mantis y homenajes diversos 'toman' las calles de la Región

GONTZAL DÍEZ

Domingo, 27 de diciembre 2009, 11:18

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Quizá Ceutí dio el pistoletazo de salida y pronto sus calles, plazas y encrucijadas se llenaron de murales y esculturas públicas. 29 obras se exhiben en su Museo al Aire Libre. En otros lugares tanta escultura contante y sonante ha encendido los ánimos y apagado los bolsillos. En Yecla, los dos grupos de la oposición consideraron, a principios de diciembre, «inmoral» pagar 128.000 euros en plena crisis económica por una escultura en homenaje a la figura del arcabucero, 'El Tiraor', obra de Mariano González Beltrán. Incluso 500 ciudadanos se manifestaron, con sonoras cacerolas, contra ese desembolso que consideraban desproporcionado. Yecla ha sido la primera en 'amotinarse' contra el arte público en tiempos de crisis. ¿A quién le gusta esta escultura? Porque hay de todo y de todo estilo y condición. Calles, plazas y rotondas cuentan con nuevos 'habitantes'. 'El Zulo', una singular escultura de Víctor Ochoa que se ubica en el muelle de Cartagena costó 700.000 euros. ¿Demasiado dinero en tiempo de crisis o una apuesta por el futuro?

De momento no parece que la mecha yeclana vaya a propagarse por el resto de la Región. Aunque en Cieza ha ocurrido algo similar. No por una escultura en esta ocasión, sino por la adquisición de los 'derechos de reproducción' de 'Cabeza de toro', de Salvador Susarte, una escultura ubicada en los aledaños de la plaza de toros. El PSOE ciezano ha calificado de «despilfarro injustificado» el gasto de 12.000 euros. «Se trata de un gasto innecesario y caprichoso en los tiempos que corren, que pone en entredicho la cuestionable política de austeridad», según el grupo municipal socialista.

González Beltrán es uno de los artistas 'favorecidos' por la moda de 'plantar' esculturas en las calles. La ciudad de Murcia ya cuenta con un Monumento a los Derechos Humanos (plaza Santo Domingo), un homenaje a Paco Rabal (plaza Santa Gertrudis), el 'Bufón de los cencerros' (calle Santa Clara) y 'Homenaje a Salzillo' (plaza de San Andrés). Suya fue además la obra encargada por la Comunidad Autónoma para obsequiar a los Príncipes de Asturias por su matrimonio. En Águilas hay un monumento a Ícaro también obra de González Beltrán y de su taller salió 'El emigrante', que se muestra en Ceutí; la estatua de Pepín Liria ubicada junto a la plaza de toros de Cehegín; y 'Con viento de primavera', en la plaza del Ayuntamiento de Blanca.

Otro artista que prolifera en la Región es el recientemente fallecido Antonio Campillo, con escultórico museo en Ceutí. Caja Mediterráneo acaba de donar al municipio de Caravaca el bronce 'El peregrino', una de sus ciclistas 'pedalea' junto al Palacio Almudí de Murcia y otra frente a La Conservera de Ceutí. Otra escultura suya, 'Dios Mercurio', preside la plaza de San Bartolomé de Murcia, frente a la Cámara de Comercio; y una más, 'Después de la danza', está ubicada frente al Auditorio Víctor Villegas. En el campus de La Merced de la Universidad de Murcia se colocó en octubre un 'Atardecer en la huerta' en homenaje a la mujer huertana. ¿Es la Universidad del siglo XXI el mejor sitio para colocar ese 'romántico' (por no decir trasnochado) homenaje? Parece que sí o al menos el rector estaba muy feliz el día de la inauguración.

Cristóbal Gabarrón inauguró en septiembre, en su pueblo, en Mula, una de sus creaciones (que se añade a la recién lavada y restaurada 'Frouida', que se ubica en una de las rotondas de la avenida Juan de Borbón, en Murcia).

Paseo escultórico

Los Muher se han sumado al arte en los espacios públicos con sus palmeras de acero y cobre que se pueden ver en Murcia y Casillas; además del 'mapamundi jamonero' que colocaron frente a El Pozo, en Alhama de Murcia. También allí instaló una de sus monumentales arquitecturas Pepe Lucas, responsable del 'Homenaje a los poetas' (especie de alicate lírico, armadillo postnuclear o abencerraje cósmico) en la confluencia de las avenidas Miguel Indurain y Reino de Murcia.

De momento, una obra de Martín Chirino no encuentra financiación. Es un viejo proyecto del Ayuntamiento de Murcia, pero la crisis lo ha dejado 'aparcado' una vez más.

No hay censo regional. Predomina el realismo puro y duro, pero hay para todos los gustos y de todos los tamaños: homenajes a la Constitución (algunos de ellos muy raros), toreros, poetas, pies de peregrino, nazarenos (muchos nazarenos en Murcia, Moratalla, Jumilla, Totana, Archena, Alcantarilla, San Pedro del Pinatar, Cehegín...), soldados de reemplazo, vendimiadores, trabajadores del mueble, hiladores, payasos, hachoneros, monarcas, santos, agricultores, berberiscos, tamboristas, cardenales, alpargateros, generales, arroceros, procesionistas, huertanos y huertanas, próceres diversos, moros y cristianos, barcos fenicios, inventores, cristos sobre castillos árabes y hasta álamos metálicos, sardinas de río y colas de ballena.

Artistas locales se alternan con consagrados y cotizados como Manolo Valdés, Agustín Ibarrola, Alberto Corazón, Rafael Canogar, Miquel Navarro, Xavier Mascaró o el estadounidense Dennis Oppenheim, uno de los pocos 'toques' internacionales en el parque escultórico regional con su 'Movil ligt house' (un faro sobre el caparazón de una tortuga) en Mula, y 'Cactus garden' en la Plaza Castilla de Murcia.

No hay apenas pueblo sin escultura, pero ¿qué criterios se siguen para colocar una escultura en la calle? 'Donación' se ha convertido en la palabra clave. Los gustos personales del alcalde y concejal de Urbanismo de turno parece que también intervienen. Y luego está la idiosincrasia (todo lo referido a tradiciones, oficios y fiestas).

Para el galerista José Fermín Serrano, de La Aurora, «no hay rigor ni criterios» a la hora de elegir un artista o una ubicación determinada. Pero, añade, «no es un problema de los creadores sino de los responsables municipales y muy pocas veces se pide a un artista que reordene un espacio urbano concreto sino que se limitan a colocar una pieza en un espacio que tenían libre. España entera está llena de rotondas con esculturas retorcidas y con hierros en tensión, que es lo que ha generado el 1% Cultural por la contratación de obra pública».

«Hay esculturas muy razonables, como las de Canogar o Valdés, y otras que no tienen ningún sentido», asevera José Fermín Serrano. «Sería muy conveniente que los expertos pudieran opinar sobre estos temas que afectan a todos los ciudadanos y que se tuviera información sobre qué se va a poner, dónde se va a poner y cuántas obras se van a poner. El problema es que todo no se puede aceptar y se han colocado algunas esculturas porque alguien las ha regalado o donado y eso no es una razón suficiente que, además, ha dado lugar a que tengamos que convivir con algunas extravagancias inaceptables», señala. Sí cree que sería necesario «contar con gente con algo de sensibilidad que sea capaz de seleccionar la propuesta más adecuada para cada espacio público».

Un poco de todo

El molinense Pepe Yagües (con obra pública diseminada en diversos municipios como Ceutí, Molina, Torres de Cotillas o Torre Pacheco..., una docena de piezas) tiene cierta aversión a los 'bronces'. «Cada pieza es un mundo, pero los bronces..., yo creo que habría que fundirlos todos y también creo que algunos escultores deberían dejar de sacar partido a su militancia política», añade.

Reconoce Yagües que existen algunas piezas «fabulosas», como las firmadas por Oppenheim y los 30 metros y 52 toneladas de la 'Mantis' de Miquel Navarro. También cree que hay algunas 'repeticiones' y en su última exposición en Barcelona presenta 'La dama de donde haga falta'. Eso sí, le gusta el 'Homenaje a los poetas' de Pepe Lucas, aunque hubiese preferido que se titulase 'Tenedor imantado'. En proyecto tiene la colocación de una escultura en Murcia ('Sueño de la entomóloga'), pero la crisis ha parado su realización.

Francisco Camino, decano del Colegio de Arquitectos de Murcia, detecta «demasiada uniformidad». «Sacar el arte a la calle siempre es positivo pero existen esculturas prácticamente idénticas en puntos muy alejados de la geografía española. Creo que primero hay que preguntarse si es adecuado colocar un determinado objeto en un espacio concreto; y, por supuesto, atender siempre a rigurosos criterios de calidad. En España, en los últimos años se ha abusado de colocar muchas esculturas con muy poco criterio. No todo vale en todos los lugares», argumenta. Y claro, «los arquitectos deberían participar en el diseño de los espacios públicos y ser consultados sobre la idoneidad o no de colocar una escultura y de buscar soluciones y desarrollos», señala.

Punto de encuentro

Para el empresario y coleccionista José López Albaladejo, 'Larry', «debería haber más». «Muchas de esas piezas se han convertido en puntos de encuentro y elementos de orientación. Sirven para dotarnos de otras coordenadas estéticas. Otras cosa es lo que ocurre con las esculturas del centro de las ciudades: ahí habría que subastar el espacio y tener un cuidado exquisito». Para Larry, sería conveniente fijarse en ciudades como Oviedo, que han desarrollado unos espacios públicos con esculturas «a tamaño humano» por los que «es un placer pasear y 'saludar' a obras de Botero, Úrculo o al mismo Woody Allen en broce».

En fin, que como dijo un taxista mientras rodeaba el 'Homenaje a los poetas' de Pepe Lucas, «yo a esto no le veo ni pies ni patas».

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