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Martes, 17 de junio 2008, 12:13
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El presunto pederasta Álvaro I.G, conocido como Nanysex o Kova, reconoció ayer ante la Sección 23 de la Audiencia Provincial de Madrid que abusó sexualmente de al menos cinco niños de 1 y 2 años en Collado Villalba (Madrid) y Lo Pagán (Murcia) entre 2002 y 2004, valiéndose de su condición de canguro, y admitió que grababa en vídeo las vejaciones para difundirlas por Internet.
La Audiencia comenzó ayer a enjuiciar, a puerta cerrada, a Nanysex y a otros tres acusados de pertenecer a la red de pederastia desarticulada en mayo de 2005 en el marco de la Operación Kova. Al llegar a las 9.30 horas a las dependencias judiciales, Álvaro I.G. y Eduardo S.M. bajaron del furgón de la Guardia Civil que les trasladó con el rostro cubierto con sendas capuchas y con gafas de sol para impedir que su cara fuera captada por los medios de comunicación. En los pasillos de la Audiencia, los procesados desfilaron con la cara al descubierto, excepto Álvaro, quien no se despegó de sus amplias gafas de sol. Se juzga también a José G. C., de Orense y Antonio O. M., de Murcia.
Canguro a domicilio
La Fiscalía de Madrid no califica los hechos que se juzgan como agresiones sexuales al no verificar que en las fotografías y vídeos incluidas en la causa se hayan encontrado signos de intimidación o violencia, requisito legal para que un abuso sexual pueda ser tipificado como agresión.
En la comparecencia, el procesado explicó que asiste a un programa de rehabilitación llamado Cupido en la prisión de Herrera de la Mancha, en Ciudad Real, donde le han ofrecido un tratamiento de castración química, según indicó a los periodistas el abogado Jesús Garzón, que ejerce como acusación popular en nombre de la Fundación Sandra Palo. «Si fuese necesario, lo aceptaría», aseveró. El abogado Manuel Maza, que representa a una de las madres afectadas, precisó que se ofreció a someterse a esta técnica si se demuestra que elimina la parafilia (patrón sexual en el que la fuente de placer no está en la cópula) que padece.
Nanysex, original de Collado Villalba, trabajaba en la tienda de informática PC Tunning, en la calle Las Cortes, de Murcia, y regentaba un cibercafé. Para captar a sus víctimas se anunciaba en Internet y en los periódicos: «Canguro a domicilio. Experiencia con niños y educación infantil. Si además tienes ordenador en casa, cursos de informática para niños. Disponibilidad, tardes, noches y fines de semanas».
En el sumario del caso, cuyo contenido desveló La Verdad en agosto de 2006, reconoció que había tenido «relaciones sexuales con cinco o seis niños varones menores, en edades comprendidas entre los dos y los cinco años, ya que su deseo sexual se centra en ese margen de edades», según el escrito.
«En otro momento llega a declarar -continúa el sumario- que ha podido estar con cien niños; más tarde señala que 'se me ha entendido mal, porque el hecho de haber estado con cien niños no quiere decir que haya abusado de ellos' y, en otra ocasión, declara a los psicólogos que le reconocían que 'he estado quizás con 30 ó 40 niños. Los grababa en vídeo, por mí mismo o lo hacían otras personas a través de webcam. Quería utilizar los vídeos más tarde; rememorar esos momentos. Me gustaba hacer montajes, fantasear con otros planos. Los vídeos eran míos; eran mis trofeos'», dijo el detenido.
En ese documento, también hay pruebas de que José León Tornero Santos, un pederasta murciano ya condenado por delitos similares y encartado en varias diligencias por posesión y distribución de pornografías infantil, había contactado conla red de Nanysex a través de Antonio O.M., otro de los acusados, que fue el que le pasó los vídeos grabados por Álvaro, de los que éste quería deshacerse por consejo de su psiquiatra, ya que, al parecer, intentaba abandonar sus oscuras actividades.
Álvaro I.G. confesó
Asimismo, en el sumario del caso aparece la confesión de Nanysex, en la que apunta a Eduardo S.M. como autor de los abusos que sufrió un niño, hijo de un matrimonio al que el primero realquilaba una habitación en Madrid, antes de mudarse a Murcia.
De igual modo, Eduardo S.M. y José C.C. admitieron a la Sala los abusos sexuales de los que se le acusa. Antonio O.M., el único que se encuentra en libertad, negó que formara parte de la red de pederastas, aunque reconoció que entró en contactó con Kova, el principal acusado, para hacerse con imágenes de pornografía infantil.
La estrategia de la defensa de Nanysex se centró en demostrar que su cliente colaboró con la Justicia, puesto que facilitó las claves con las que otros pederastas acceden a la Red para obtener los vídeos de pornografía infantil. Una de las claves sería BL, las iniciales de Boy Lover.
Con ello, el abogado Joaquín Guillén buscó que se le aplique a su cliente la atenuante de colaboración con la Justicia, puesto que gracias a la información que aportó a la Policía se detuvo a un pederasta de nacionalidad americana. Asimismo, la defensa de José C.C. insinuó al tribunal que algunas de las imágenes habían sido manipuladas en contra de su patrocinado.
A lo largo de la vista oral, la Sección Vigesimotercera visionará los vídeos que recogen las vejaciones a las que se sometió a los menores. En la sesión de hoy testificarán los padres de las víctimas de la red.
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