Tosta de salmón a la plancha con mahonesa de espárragos

Cogeremos cuatro o cinco espárragos, los estrujaremos bien con las manos para que escurran todo su agua (esto es fundamental, ya que de lo contrario tendríamos una mahonesa aguada, un horror) y los batiremos con la túrmix junto con unas cuantas cucharadas de mahonesa. Iremos añadiendo mahonesa hasta lograr la textura que deseamos Y ya está; bien fácil. Recortamos ahora unas rebanadas de pan de molde, las cuadramos para hacerlas del tamaño adecuado. Sacamos con el pelador cuatro láminas a lo largo de un pepino teniendo la precaución de conservar una fina banda de piel por cada lateral. Las cuadramos bien y las reservamos en un bol en aceite. Horneamos el pan que habremos untado con aceite y cuando esté crujiente lo ponemos en la base de los platos. Cortamos los espárragos trigueros a la longitud de las tostas, los abrimos longitudinalmente y los doramos brevemente en una sartén. Reservamos para que se enfríen. Sacamos cuatro porciones del mismo tamaño y poco más de un dedo de grosor del taco de salmón, lo más regulares posible y los asamos en la sartén a fuego fuerte, que quede dorado por fuera pero jugoso (no crudo) por dentro. Y a montar el aperitivo se ha dicho. Untamos cada tosta con una capa de mahonesa, colocamos encima unos espárragos verdes con las partes planas hacia arriba; sobre ellos ponemos los trozos de salmón y encima, perpendicularmente al trozo de pescado, la lámina de pepino escurrida del aceite en la que las teníamos reservadas.

Finalmente, y a modo decorativo, ayudados de una cucharilla, hacemos una banda de mahonesa sobre el plato, colocamos encima la tosta y la ornamentamos con un bastón de cebollino.