Estimada prima de Montpellier: ¿A ti también te resulta inevitable mirar atrás y no concebirnos mentalmente con el filtro 'Valencia', ese que ahora se usa ... para mandarnos fotos kitsch y parecer más jóvenes suaves y amarillos?
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Esas imágenes tibias, con la apariencia de que nos encontramos al fondo de los cajones de madera fina (de madera pobre, que huele a alcanfor, a puro habano regalado en bodas y a regreso del exilio).
Desde este pedazo de tierra caliza, que hemos convenido en llamar Marcona y que más que herencia es castigo, estoy pensando mucho en los jóvenes y su posición respecto a los brotes por Covid, quizá no exentos de responsabilidad, no de culpa, porque la culpa es un yugo que solo se expía con dolor, la culpa no depende de uno, es impuesta y acarreada, es histórica y genética, es pesada y además cómoda. Por eso prefiero hablar de responsabilidad. '¿Qué pasa con los jóvenes?' Es una de las preguntas más repetidas por aquí, por Marcona, pero en mi trastocada cabeza se desdibuja este interrogante en otra forma, es decir, ¿qué nos pasa con los jóvenes? Y creo que tiene mucho que ver con cierta nostalgia de una patria utópica y particular que añoramos porque esta pérdida a la que llamamos juventud (la mirada en el futuro puede generar ansiedad pero es peor el deseo del pasado, porque este no es conquistable). Quizá tú también tengas la sensación de que esta focalización hacia la juventud contiene una parte de protección y otra de nostalgia en el señalamiento. Contiene, por ser concretos, 20 gramos de miedo, 50 mililitros de incertidumbre y una onza de paternalismo.
Estos ingredientes, psicológicos y sociales flotan en una espesa y viscosa capa de 100 arrobas de necesidad de control. Recibe un fuerte abrazo, de esta que te escribe aún a sabiendas de que no responderás, tu prima: Lucía.
PD. Por aquí, se suceden los días en su habitual coordenada de espacio y tiempo, es decir, la fórmula rural que se traduce en la nada partida por nunca, cuya variable no hace falta despejar, porque por aquí todo está despejado, insolentemente raso.
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