Cayetana Ferrer: «Me halagan mucho a nivel personal»
«Me hubiera gustado vestir a Chanel», afirma la diseñadora de moda
Cuenta Cayetana Ferrer (Murcia, 1988) que le hubiera gustado vestir a Coco Chanel: «¡Habría sido un reto!». No lo ha hecho; pero sí a unas «trescientas novias» que han pasado por su atelier, en pleno centro de Murcia, desde que lo abrió hace seis años. Dice Ferrer que en la calle echa de menos la «naturalidad» y que antes se cuidaba la forma de vestir. Es madre de un bebé de meses. Se llama Teo y es uno más en el taller.
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-¿Qué le sugiere París?
-Belleza. Es una ciudad que tiene un encanto especial. La arquitectura de sus edificios es súper bonita, la gente viste elegante, sobria pero muy cuidada, y el aire parece diferente. Vas caminando por sus calles y te sientes distinta. Creo que no he tenido esa sensación en ninguna otra ciudad. Me gusta hasta el París gris.
«Soy una disfrutona de la vida. Me encanta tomar cervezas, salir con amigos y mi bebé»
-¿Qué le llevó allí?
-Estudié Moda en Madrid, en el IED (Instituto Europeo de Diseño), y después me fui a hacer un curso de especialización de maniquí y patronaje a París, en el École de la Chambre Syndicale. Allí estuve trabajando en una firma francesa de prêt-à-porter que me gustaba mucho. Se llamaba Claudie Pierlot.
-¿Cuánto tiempo estuvo?
-Un año. Me vine para las vacaciones de verano y tenía la intención de volver en septiembre para seguir trabajando, pero en la empresa estaban fusionándose y el puesto que yo iba a ocupar no salió. Justo en ese momento vi que en Madrid buscaban a alguien en una firma como la que yo quería y me quedé en España. De hecho, no volví, me tuvo que enviar las maletas un amigo.
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1 -¿Un sitio para tomar una cerveza? -El Café Bar, en Murcia.
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2 -¿Una canción? -'Aunque tú no lo sepas', de Quique González.
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3 -Libro para el verano. -'Las hijas del relojero', de Kate Morton.
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4 -¿Qué consejo daría? -Persigue tus sueños.
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5 -¿Cuál es su copa preferida? -Vino tinto.
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6 -¿Le gustaría ser invisible? -No.
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7 -¿Un héroe o heroína de ficción? -No tengo.
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8 -Un epitafio. -'Simplemente flores'.
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9 -¿Qué le gustaría ser de mayor? -Una abuela moderna con muchos hobbies.
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10 -¿Tiene enemigos? -Creo que no.
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11 -¿Lo que más detesta? -La mala educación, los gritos.
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12 -¿Un baño ideal? -En Campoamor.
-¿Ha vuelto después?
-Hace dos años, y me encontré en un tira y afloja. Me dio mucha nostalgia todo lo vivido y no haberlo estirado un poquito más, aunque soy muy feliz.
-¿Qué le inspira?
-Otras épocas, quizá porque me llama la atención todo lo que es un poco antiguo.
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-¿En cuál le hubiera gustado vivir?
-En los años 20, por lo que sugieren, los bailes...; también en los años finales del siglo XIX, obviamente no en el papel de la mujer, sino por la belleza de los tejidos y el cuidado.
-¿Antes se cuidaba más el aspecto?
-Sí. Ahora, con nuestro ritmo de vida es imposible. Por ejemplo, antes se hacía todo a medida, hoy eso es impensable.
-¿Quién le enseñó a coser?
-Desde pequeña he sido muy mañosa, me encantaban las manualidades, pero a coser aprendí en la carrera.
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-¿Ha vestido a muchas novias?
-A unas 300. Siempre quise hacer novias, pero al principio cuesta. Empecé haciendo vestidos de invitadas de boda a mis hermanas, y luego a las amigas de mis hermanas. Así fue como se fue corriendo la voz.
-¿Recuerda el primer traje?
-Sí, porque no era una novia para nada convencional, era una novia de corto y más mayor. Cuando la veo por la calle me hace mucha ilusión.
-¿Guarda relación con sus clientas?
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-Con casi todas, sí. Hay una cosa que me pasa mucho, y es que caso a una novia, y al año siguiente viene con una hermana o una amiga.
-¿Qué le han dicho y le ha gustado?
-Por ejemplo: 'Sabía que iba a estar en buenas manos' o 'me han hablado maravillas de ti'. Me halagan mucho a nivel personal y también profesional.
-¿Valiente?
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-Sí, porque creo que había opciones más cómodas que no he querido. En mi familia, menos mi madre, son todo médicos, y yo empecé a estudiar Farmacia, pero lo dejé y aposté por lo que me gustaba. Si no te lanzas, no lo haces.
-¿Le atrae la pasarela?
-Me atrae y me encanta. Cuando hay algo en Murcia, siempre intentamos hacer un desfile chulo, porque me parece que al público le encanta y merece la pena que todas nuestras prendas se vean así. Ahora, si la pregunta es si me veo en pasarelas del sector nupcial en Madrid o Barcelona, tendría que tener un enfoque diferente de venta. Nosotros hacemos trajes a medida, no tiene mucho sentido ir a una Gaudí sin 'stock'.
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-¿Qué hace cuando aparca el trabajo?
-Soy una disfrutona de la vida. Me encanta tomar cervezas, salir con mis amigos, con mi bebé; intento hacer un poco de deporte, pasear e ir a la playa. Aunque esté cansada, no me paso en casa el fin de semana.
-¿Qué intenta no perderse?
-Una buena cena, una quedada con amigas o una buena charla.
-¿Desconecta?
-Quizá no cien por cien, pero intento hacerlo.
Prioridades
-¿Cómo conoció a Alberto, su pareja?
-Íbamos juntos al cole. Él es mayor, pero siempre ha estado en mi grupo de amigos. Tanto él como yo hemos tenido otras parejas, y nunca hubiese imaginado que podríamos acabar juntos. Surgió cuando me vine a Murcia y empecé con el atelier. Hemos evolucionado los dos mucho, estando el uno al lado del otro. Él también es parte de esto, porque me apoya y me ayuda en todo lo que necesito.
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-¿Cómo le ha cambiado Teo?
-Sobre todo a nivel de prioridades. Pero lo bueno ha sido que me ha permitido seguir aquí a tope, porque se viene conmigo todos los días. También es cierto que con Alberto me entiendo muy bien en cuanto a horarios: por la mañana lo tengo yo, y por la tarde, que es cuando tengo más trabajo, se queda él. Ahora me pasa que incluso noto que me cunde más, porque estoy más concentrada.
-¿Se ha encontrado con muchos retos?
-Vivo constantemente con ellos. Siempre tengo cosas en mente, mini metas.
-¿A futuro, cómo se ve?
-Creciendo. Me gustaría vender en otros sitios, aunque no sé si eso llegará. Hay muchas chicas de fuera que me escriben a través de redes sociales, y pienso: 'Jolín, qué pena no tener un punto de venta, no sé, en Milán, o en Nueva York o Barcelona'. El año pasado vino una chica polaca a hacerse el vestido de novia, y este año una de Irlanda. Me sorprende.
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-Todas las ciudades que ha citado son grandes referentes de moda.
-Sí. Me escriben mucho a través de Instagram, sobre todo de Londres y también de Nueva York. A lo mejor una foto mía se ha colado en un blog americano y empiezan a seguirme.
-¿A favor de las redes sociales?
-Creo que a favor. Gracias a ellas te conoce más gente, es una forma de llegar a más público, pero tienen un punto un poco chungo. Al final, las redes, lo que plasman, es la foto, y muchas chicas se obsesionan con ella, no se dan cuenta de que lo que están viendo quizá no les quede bien y no se dejan aconsejar. A nivel personal, prácticamente no las uso, porque no me gusta retransmitir todo el rato lo que estoy haciendo.
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-Esa obsesión, ¿en detrimento de qué va?
-De la naturalidad. A veces pienso: 'Me sobra postureo, me falta naturalidad', creo que funciona mejor, y soy tajante con ese tema. Parece que ya no importa si algo es o no bonito, sino cómo va a salir en la foto. ¡Jolín, disfruta el momento, y no lo pierdas por tener una foto!
-¿Quién le dio el mejor consejo?
-Creo que mis padres. Quizá no fue un consejo como tal, pero sí algo que he visto siempre en casa, y es que todo necesita esfuerzo. Y eso lo he tenido siempre muy presente.
-¿Qué le parece triste?
-Las relaciones falsas, y no hablo de relaciones de amor. También las pérdidas familiares o una enfermedad.
-¿De qué tiene la suerte?
-De tener una familia genial, de encontrar a una persona como Alberto, y de haber podido estudiar Moda y salir fuera.
-¿Cuál es su mejor valor?
-La paciencia.
-¿La vida puede ser un cuento de hadas?
-Sí, no en cuanto a un príncipe y todas esas cosas, pero sí creo que la vida es un cuento, y además, cada uno es responsable de su camino. Cuando veo que la gente se queja de algo, siempre digo: 'Cámbialo'. Al final, uno es dueño de su vida.
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-¿Para qué es un desastre?
-Para muchas cosas. En mi cabeza soy muy ordenada, pero si ves mi mesa... Soy un desastre para llegar a muchos sitios, porque no me planteo dónde están. Soy de las que dice: 'Ya llegaré', y a veces creo que estoy al lado y en realidad me queda mucho trayecto.
-¿Qué le resulta emocionante?
-Mi trabajo. A veces me quejo porque el trato con la gente es duro y agotador, pero me siento súper orgullosa de poder formar parte de un momento tan bonito como es una boda.
-¿A quién le hubiera gustado vestir?
-A Chanel. Tenía una personalidad como nadie, y podría haber sido un buen reto.
-¿Cuál sería su vestido ideal para una boda este verano?
-Uno fresco, con gasas vaporosas, con escote en la espalda y que deje ver los zapatos. A esto último hay muchas chicas que no se atreven, pero a mí me gusta; creo que da un toque fresco.
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