El murcianismo protagoniza una temporada de récords

Esa entrada en el partido de vuelta de las semifinales del 'playoff' supuso la mejor afluencia de espectadores en un partido del Real Murcia en el Enrique Roca. Los 31.003 asistentes superaron la marca de todo un partido ante el Real Madrid en la máxima categoría, en la temporada 2007-08. En aquella ocasión, hasta 30.959 personas estuvieron presentes. Esta vez, se logró mejorar el registro sin siquiera estar en Segunda División. Y estuvo a punto de lograr el lleno y ocupar las 31.012 localidades con las que cuenta el recinto.

Pero ese no fue el único día en el que colgó el cartel de 'no hay billetes'. También lo hizo en este 2025 en la visita de la AD Ceuta. En un duelo clave por el ascenso directo, hasta 29.920 aficionados presenciaron el choque y establecieron el que era entonces un nuevo récord para el Real Murcia en Primera Federación, superando el registro de dos años antes ante el Barça Atlètic con 27.831 seguidores. Fueron las dos grandes tardes dentro de una temporada en la que las entradas por encima de los 10.000 aficionados estuvieron prácticamente garantizadas.

A lo largo de los 20 partidos disputados en el Enrique Roca sumando los 19 encuentros de la liga y el disputado en 'playoff' se llegó a una cantidad acumulada de 311.833 personas. La asistencia media resultante fue de 15.592 espectadores. Eso supuso una mejora respecto a los datos de la temporada anterior. Y es que en el curso 2023-24 acudieron al estadio grana unos 13.969 fieles por partido.

Además de los casos citados ante la AD Ceuta y el Nàstic de Tarragona, en otras dos ocasiones el Murcia fue capaz de superar la barrera de los 20.000 espectadores. En concreto, sucedió en la jornada 16 ante el Castilla, con 21.344 presentes en las gradas, y en la jornada 20 contra el Hércules, con la asistencia de 23.050 aficionados. Ambas citas acabaron con victoria local por 3-1 y 1-0, respectivamente.

Del mismo modo, el murcianismo fue capaz de rebasar los 15.000 espectadores en tres partidos distintos. Una cifra que no hace tanto estaba reservada para encuentros muy especiales o incluso de 'playoff' se dio lugar en choques de liga, lo que también da medida del salto social que se está viviendo. Eso pasó en la jornada 2 ante el Yeclano Deportivo, en el primer partido en casa de la temporada. Asistieron 15.457 personas. Ya en la jornada 26, 15.261 seguidores no faltaron a la cita en el partido contra la UD Ibiza a pesar de tratarse de una jornada marcada por la lluvia. Y en la jornada 30, hasta 16.289 aficionados presenciaron el duelo que enfrentó al Murcia con el Recreativo. En ese mismo sentido, otros tres partidos se quedaron al borde de ese listón. Ante el Marbella en la jornada 9 acudieron 14.506 fieles, contra el Sevilla Atlético en la jornada 24 fueron 14.234 y contra el Villarreal B en la jornada 34 el Enrique Roca contó con 14.228 asistentes en las gradas.

Hasta en ocho partidos más se superaron los 10.000 asistentes. En la jornada 4 ante la AD Mérida, con 11.628, en la jornada 6 contra el Betis Deportivo, con 12.234, en la jornada 12 frente al Atlético de Madrid B, con 12.534, en la jornada 14 ante el Sanluqueño, con 11.493, en la jornada 18 contra el Intercity, con 12.124, en la jornada 22 frente al Alcoyano, con 13.782, en la jornada 28 ante el Fuenlabrada, con 10.057, y en la jornada 36 contra el Antequera, con 12.915.

Solo dos veces en esos 20 partidos no se llegó a cruzar ese umbral: en la jornada 7 frente al Alcorcón, con 9.898 espectadores, y en la jornada 38 contra el Algeciras, con 9.876 personas en un partido en el que el murcianismo ya sabía que no tenía opciones matemáticas de subir de manera directa y con la participación en el 'playoff' garantizada, aunque aún con el segundo puesto en juego.

En 2015, en el primer partido de liga en casa, apenas se congregaron 3.259 personas para ver al Murcia enfrentarse al Villanovense en Segunda División B. Solo era el segundo año fuera del fútbol profesional. El murcianismo sigue esperando volver, pero está más ilusionado que nunca con un futuro prometedor.