Agustín Ramos, un nuevo comienzo para el Murcia

Con el fallecimiento del ex presidente Jesús Samper, el Real Murcia entró en un limbo administrativo del que difícilmente se podía salir. Tras el paso presidencial de personas alabadas por el murcianismo, como Martínez-Abarca o Tornel, y de otras que no lo han sido tanto, como Raúl Moro o la familia Gálvez, el club de la capital de la Región de Murcia, ha caído en manos de Agustín, un murcianista con una relación muy fuerte con el fútbol.

Entró en el deporte rey de la mano del club de fútbol de Abarán, donde su empresa Ditt fue patrocinadora oficial del equipo. Esta compañía, a la postre, fue el germen de su otra empresa, Fibranet. Esta, también con sede en Abarán, está especializada en telecomunicaciones domésticas y actualmente opera en gran parte de la región y localidades andaluzas y valencianas.

Pero su contacto con el fútbol no se limitó en Abarán, y es que, el actual presidente del Murcia, participó como patrocinador en proyectos como el Montecasillas o el Ranero antes de crear el Racing Murcia, donde se asoció con el italiano Morris Pagniello.

Murcianista de toda la vida, como él mismo se declara, Ramos se hizo con el club grana después de un tiempo a los mandos del Racing Murcia, y gracias a la aportación de más de medio millón de euros en forma de préstamos convertibles.

De un tiempo a esta parte, el actual máximo accionista ha sido constante económicamente y, tanto jugadores como empleados del club, han estado al corriente de pagos. Incluso, Ramos, ha conseguido llegar a acuerdos con parte de los acreedores de la entidad.

Con este ascenso, Agustín Ramos entra en la historia murcianista y, si todo va bien y las cosas siguen a este gran ritmo, seguirá siendo así muchos años más.