Proyecciones en busca de luz interior

«Una idea totémica, un cuerpo geometrizado que aborda la idea de la necesidad de alabar falsos mitos o falsos dioses, y cómo buscamos más afuera que hacia adentro», así describe el artista la obra 'Tótem'. Una de las principales piezas, una columna muy llamativa, iluminada con muchos puntos de luces de diferentes colores. Una instalación confeccionada con hormigón, con el interior vacío, solo tiene unas capas exteriores donde se proyectan las luces.

«Esos puntitos de colores, son una recreación que he realizado precisamente para significar el objeto carente de valor, pero que al mismo tiempo suscita una especie de visión espectral o mágica. El 'Tótem' crea para mí un estado de emociones constantes que están traducidas a partir de esas partículas de color que van cambiando de una manera fragmentaria. No deja de ser un relato sobre las emociones humanas en el tiempo en el que estamos contemplando grandes cambios», detalla.

A la entrada de la sala 1, el espectador se encuentra con una esfera blanca atravesada por un tubo de luz blanca «muy potente». La luz permite que la escultura proyecte su propia sombra en el suelo. Con esta creación plantea una pregunta: «¿Cuál es la realidad, el cuerpo, la sombra o la realidad está dentro del vacío de la esfera?». El resultado de 'Esfera asesinada por la luz' le recuerda al muleño el mito de la caverna de Platón.

Para este proyecto, el artista ha jugado con varios materiales y formatos, desde el cemento, el hormigón, materiales plásticos y luces, hasta creaciones virtuales y proyecciones de vídeo. En La Bodega del museo se proyecta un audiovisual, creado por González Palazón para este espacio repleto de antiguas tinajas que se utilizaban para guardar agua o vino. «Para mí lo más complicado ha sido la bodega», señala sobre las dificultades que se encontró.

Con la proyección, el artista pretende dotar al espacio de una dimensión múltiple. «Es una creación virtual que va cambiando de forma y se va repitiendo constantemente. Tiene un carácter muy simple. El espectador puede entrar en ella, en la propia obra, y dejarse absorber por ese agujero negro que va recreando el propio espacio», indica Palazón.

El artista revela que no le gusta dejar claro su mensaje, prefiere que los espectadores realicen su propia lectura. «El público puede ser capaz de aportar una nueva lectura o respuesta a aquello que ha podido sentir en el lugar, en el espacio y con las propias piezas».

La muestra diseñada específicamente para las salas 1, 2 y el espacio La Bodega del Museo Cristóbal Gabarrón en Mula, se puede visitar hasta el 10 de septiembre, los viernes de 10 a 14 h, y de 17 a 20 h; los sábados de 11 a 14 h, y de 17 a 20 h, y los domingos de 11.00 a 14.00 horas. El museo permanece cerrado de lunes a jueves.