Natsu Ramen: Kit contra el frío

De momento, no podemos disfrutar del espacio interior y del servicio de camareros en su coqueto salón de cinco mesas y solo está disponible un kit de ramen en donde las partes que componen la sopa japonesa con fideos vienen perfectamente separados para ensamblar en casa tras, eso sí, hacer la pasta al momento y calentar el caldo.

Pero independientemente de que pidáis o no para comer en casa, creo que merece la pena estar atentos a cuando volvamos a los bares y os acerquéis hasta Natsu a disfrutar de la experiencia completa.

Al entrar te encuentras una barra con mesas bajas y una cortina que separa, a modo de mampara a los cocineros y camareros de los clientes. Un farol rojo con letras, algunos luminosos y, en las camisetas de las camareras la frase 'Good sex/no stress/one boo/no ex/small circle big cheks', que viene a decirnos las cuatro cosas importantes de la vida.

En la carta encontramos gyozas, takoyaki (buñuelos rellenos con láminas de bonito seco), karaage (pollo frito), chasu don (arroz con panceta), yakitori de vaca gallega y de pollo y seis tipos de ramen que van desde el taiwanés, el de miso o el tonkotsu (el clásico), hasta el coreano súper picante, el vegetariano o el tsukemen (un ramen con fideos más gruesos y con el que se sirve el caldo por separado).

Pruebo las maravillosas gyozas con una salsa avinagrada de soja que claramente han sido hechas en casa. La masa es muy delicada y mantiene el relleno el tiempo justo antes de deshacerse. El delicioso arroz con panceta que ya es un imprescindible en estos locales de ramen, viene con la parte verde de la cebolleta bien picada a modo de guarnición y frescura, y un punto de mahonesa que da melosidad al plato. Y termino los entrantes probando la brocheta de vaca vieja, una carne muy tierna que ha pasado por una maceración que ha terminado aportando ese sabor tan rico de los yakitoris. Muy recomendable.

De los ramen pruebo el de curry y el clásico. El primero viene alto de picante. De esos sabores intensos que tienes que ir intercalando con una cerveza, pero que nada más refrescarte la boca tienes que seguir comiendo por su increíble sabor especiado. Muy rico.

El clásico, delicioso. Los acompañamientos son generosos, pero es la profundidad del caldo de cerdo lo que lo convierte en el número uno de los que he probado hasta la fecha.

Muy interesante el servicio en mesa por familiar y divertido y de obligada ceremonia probar uno de los dos tipos de sake que sirven caliente en pequeños chupitos de cerámica. También hay varios tipos de cerveza para apagar calmar el fuego del ramen picante, si te va la marcha. De cualquier forma, para el frío, Natsu.