Rocío Álvarez López, un modelo a seguir

LYCEUM-CIENTÍFICAS A PIE DE CALLE ·

El Lyceum de Ciencia le otorga el Premio Piedad de la Cierva 2021. Fue la primera inmunóloga de la Región y una de las pioneras en España

Martes, 5 de octubre 2021, 01:45

Alguien o algo es admirable porque es muy bueno o excelente y es digno de admiración, es decir, se le tiene en consideración por sus ... cualidades y obras. La inmunóloga y científica murciana María del Rocío Álvarez López lo es, no porque tenga un 'curriculum vitae' espléndido sino porque, además, en su vida es una persona portentosa y amable, con una vida fascinante.

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El Lyceum de Ciencia de Murcia, asociación de mujeres científicas de la Región de Murcia, ha otorgado el Premio Piedad de la Cierva 2021 a la doctora Rocío Álvarez. Este premio se instauró en el año 2018 con el fin de resaltar la carrera científica de mujeres murcianas, visibilizar su trabajo y trayectoria, y que, al ser conocidas sirvan de ejemplo a las próximas generaciones de mujeres. Para muchas mujeres la vida científica no ha sido tan fácil como para los varones y, aunque existen, necesitamos visibilizar a las mujeres referentes. Ninguna vida es fácil, pero tener las metas claras y perseverar en el intento ayuda a conseguir lo que se anhela.

Rocío Álvarez nació en El Sabinar, municipio de Moratalla, en la comarca del Noroeste de la Región de Murcia. Su infancia, adolescencia y juventud transcurrieron en Caravaca de la Cruz. Mujer de profundas convicciones cristianas, encuentra en su familia el sustento y las raíces de la excelencia y del trabajo bien hecho.

Farmacéutica con mentalidad científica, fue alumna del profesor Sabater, en cuyo laboratorio germinó la semilla del espíritu investigador. Rocío comenzó su andadura clínica en La Arrixaca Vieja de la mano del recientemente desaparecido doctor Ricardo Candel. Posteriormente, el doctor Máximo Poza procuró que realizara una estancia de formación científica en el Hospital Saint Louis de París con el profesor Jean Dausset, Premio Nobel de Medicina en 1980.

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En aquella época, la investigación, y menos en mujeres, no era prioritaria. Rocío compatibilizó su estancia en París con el trabajo en Murcia, en un ir y venir, cuando las comunicaciones áreas y electrónicas eran ciencia ficción. La doctora Álvarez superó todos los escollos y, con ideas claras y determinación, lo consiguió. Su esfuerzo no fue solo productivo para ella, sino que lo ha sido para la población murciana, ya que importó e instauró en el Hospital Virgen de la Arrixaca las técnicas más novedosas para aplicarlas a la clínica humana y a la selección de donantes compatibles para trasplantes.

Rocío Álvarez fue la primera inmunóloga de la Región y una de las pioneras en España. Ha realizado múltiples avances en el campo de la tolerancia inmunológica con la máxima de que «la armonía» debe prevalecer para mantener la integridad saludable del organismo: debe existir equilibrio entre los sistemas de defensa o respuesta inmunitaria con los sistemas de tolerancia que moderan la respuesta ante los agentes invasores. Entre sus muchas aportaciones científicas, la doctora Álvarez describió cómo la inmunología puede predecir la sensibilidad a sufrir un tipo de leucemia o indicar el pronóstico del melanoma. Sobre todo, sus estudios han mejorado la calidad de los pacientes trasplantados definiendo los mecanismos de la inmunocompatibilidad para evitar el rechazo o describiendo cómo mejorar la tolerancia a los injertos.

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Siendo experta en tolerancia celular, también la aplica en su vida. Es una mujer tolerante y respetuosa; una persona leal que cuida con esmero la amistad. Rocío es paciente, perseverante y comprometida. Su compromiso es científico, social y humano con los más desvalidos, y de gran generosidad para promover las vocaciones científicas de las mujeres y premiar su dedicación.

Cuando se conoce a Rocío, y aunque su complexión física no es mayúscula, se puede percibir que su cerebro es excepcional. Además de que su dinámica de trabajo es minuciosa, ella lo estructura con una mentalidad analítica; lo ordena y dirige con el fin de cumplir las metas. Así, organizaba, y organiza, las tareas, de manera que todos los integrantes de su equipo tengan una responsabilidad, haciendo saber que la consecución de cada uno aportará al resultado del trabajo común.

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Por todo ello, por una carrera científica ejemplar y prodigiosa, María del Rocío Álvarez López es merecedora del Premio Piedad de la Cierva 2021. Rocío es un arquetipo y un modelo a seguir para las jóvenes que quieran ser científicas.

La carrera de la vida es una carrera de fondo en la que hay que administrar las fuerzas. Perseguir los sueños puede ser la razón de vivir, pero, a veces, el mayor límite es uno mismo. En la vida nada es fácil, y hay que aprender que las dificultades no son obstáculos sino oportunidades. Hay que tener confianza y fortaleza y referentes científicas como la doctora Rocío Álvarez.

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