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¡Aprensión! ¡Aprensión!

LA ZARABANDA ·

Alemania, Francia y Díaz Ayuso la prefieren AstraZeneca

Jueves, 4 de marzo 2021, 01:38

Pues bien. Ya la tenemos liada una vez más. Hoy le toca a la AstraZeneca. Cuando Moncloa y otros gobiernos europeos supieron que esta marca ... era eficaz solo en un sesenta por ciento y que, además, no estaba probada en mayores de 65 años, se decidió (y todos entendimos que con buen criterio) ponérsela únicamente a quienes calzaran menos de dicha edad. Y en esas estábamos, quiero decir desesperando. Porque esta es la hora en que (probablemente por falta de viales), salvo los de residencias, grandes dependientes y poco más, el grueso de la ancianidad sigue sin vacunarse.

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Sorpresivamente, la Francia y Alemania se han vuelto atrás tocante a librar de la AstraZeneca a los ancianitos. Y, como el rayo, la presidenta de la Comunidad de Madrid sale diciendo que pedirá a Moncloa lo mismo para los viejos españoles. El caso es joder. ¿Y por qué habrán cambiado de opinión, se preguntará el lector? A todo esto, científicos ingleses aseguran que esta vacuna ha demostrado, tras inyectar la primera dosis, una efectividad de entre el 60 y el 73 por ciento en personas mayores de 70 años. O sea, que sigue estando coja, en comparación.

El viceconsejero de Salud de Madrid (que curiosamente se apellida Zapatero) se une a los francoalemanes, pero dando también su opinión ¿autorizada? de que esta de Zeneta, con perdón, es una vacuna «francamente buena» (¡ole y olé!). Y añade que un estudio realizado en Escocia ha determinado que reduce la hospitalización un 94 por ciento, cuando la de Pfizer lo hace en un 85. Visto lo cual, la hiperactiva presidenta de Madrid (que sabe un güevo de Covid) le iba a pedir ayer a Moncloa que se le inyecte la AstraZeneca a todo dios, tanto si es persona de maratones como de gayá. El virólogo Mertens, alemán, acepta que esta vacuna tuvo un problema de reputación. Y preguntado por los periodistas sobre el rechazo de muchos trabajadores a recibirla, reconoce (el jodío de él) que «salió todo un poco mal».

Yo, que no soy nadie, concluyo que, en virtud de este cirio (hoy digo blanco para mañana decir negro), lo que se está generando es aprensión, inquietud, indefensión y muchas dudas razonables entre los desconcertados ancianos.

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