En mi opinión, habría que dar un puñetazo en la mesa, decir basta ya, escapar de este juego endemoniado, salir de esta espiral de tensiones, ... engaños y vergonzantes cesiones a que los separatistas están sometiendo al Gobierno. No se puede pactar con gente así. No se puede confiar en personas que dicen y repiten dos cosas: primera, que lo volverán a hacer; y segunda, que les importa un bledo el interés general de la sociedad española, que ellos sólo van a lo suyo, a conseguir la independencia. ¿Cuándo se caerá del guindo Pedro Sánchez?
Publicidad
El miércoles de esta semana, tras conocerse que Junts había votado en contra de la proposición de ley de la amnistía, enviándola de nuevo a Comisión, un veterano militante socialista, honesto, sincero y muy inteligente, me decía que le parecía muy bien que el Gobierno hubiese dicho «basta ya», «hasta aquí hemos llegado», y que se haya negado a efectuar más cesiones a los separatistas. «En mi opinión -me decía-, el Gobierno no debe ceder ni un milímetro más; no debe admitir ninguna enmienda más». «Pues me temo que no va a ser así -le repliqué-. Pedro Sánchez va a ceder. Todo, con tal de salvar la legislatura. Ya ha dicho Félix Bolaños que seguirán negociando». «Pues, si es así, me decepcionarían mucho» -contestó con profunda tristeza mi entrañable amigo socialista-. «Terminarás votando a Vox» -le dije para distender-. «Eso nunca» -contestó mi amigo.
Mi amigo, el honrado y sensato socialista, tendrá verdaderos problemas de conciencia para volver a votar al PSOE
Los clásicos decían que Júpiter enloquece a los que quiere perder. Pedro Sánchez, desde hace meses, camina hacia su perdición. No ve la realidad de las cosas, se cree sus propios delirios y embelecos. Parece que se le ha olvidado que la única explicación de esa proposición de ley de amnistía ha sido conseguir los siete votos de Junts en la investidura. Y nada más. Parece que Pedro Sánchez se está creyendo las mentiras urdidas por el PSOE, y que repiten una y otra vez, como una matraca insufrible, todos los socialistas que quieren hacer méritos. Dicen que la amnistía va a servir para «normalizar» la vida política de Cataluña, y esto es mentira: antes de la amnistía los separatistas ya no eran nadie; estaban en declive. El Gobierno, con sus negociaciones con Junts, ha logrado revivir a los separatistas, que son los verdaderos factores de permanente conflicto político en Cataluña. Por otra parte, dicen que con los pactos con Junts se ha evitado un Gobierno PP-Vox. A corto plazo, sí. Pero esto es pan para hoy, y hambre para mañana. El PP, como es lógico, está creciendo en expectativa de voto. Y se olvidan de que Vox empezó a levantar cabeza a partir de 2017, por la debilidad y falta de firmeza de Rajoy ante los desmanes separatistas.
Cuantos más disparates digan, o hagan, los separatistas, más crecerá el partido de Abascal. Y también dicen los socialistas, y esto se lo creen a pies juntillas, porque se lo ha dicho Tezanos, que a los españoles les trae sin cuidado la amnistía; que lo que realmente les preocupa es la subida de los precios, o el paro, o la vivienda, o la educación. Y esto es verdad. Pero una verdad a medias, porque a los españoles les preocupa lo que detecta el CIS, pero, si profundizas, también les preocupa, y mucho, la amnistía. Porque saben que, si se cede en eso, después se va a ceder en la autodeterminación, para la declaración de independencia. Y esto sería el final de la paz, del sistema de libertades y de la democracia. ¡Claro que les preocupa la amnistía! Y, si no ¿por qué Pedro Sanchez, conforme al artículo 92 de la Constitución, no se atreve a pedirle al Rey que convoque un referéndum consultivo en el que se nos pregunte a todos los españoles si estamos de acuerdo, o no, con la amnistía a los implicados en el 'procés'?
Publicidad
¿La votación del martes pasado en el Pleno del Congreso ha sido un punto de inflexión? ¿Habrá sido para Pedro Sánchez la caída del caballo en el camino de Damasco? ¿Habrían entrado los socialistas en un periodo de sensatez, en un intervalo lúcido dentro de su propio delirio? Ojalá que fuese así. Porque la perdición de Pedro Sánchez puede significar también la ruina electoral del PSOE. Y un partido socialista moderado, sensato y español, es tan necesario para nuestro país como una derecha centrada.
Si así fuese, Pedro Sánchez debería ordenar a su grupo parlamentario que retirase la proposición de ley de amnistía, rompiendo así el pacto con Junts. Y en mayo, cuando la Constitución se lo permita, convocar elecciones generales. El PSOE saldría ganando. Y el resto de los españoles, también.
Publicidad
Pero me temo que no va a ser así. Me temo que el Gobierno, para salvar la legislatura, rebasará otra vez las líneas rojas y cederá ante los separatistas. Continuará la espiral. Continuará el juego endemoniado de cesiones. Nadie recuperará la sensatez. Y mi amigo, el honrado y sensato socialista, tendrá verdaderos problemas de conciencia para volver a votar al PSOE.
Prueba LA VERDAD+: Un mes gratis
¿Ya eres suscriptor? Inicia sesión