Demasiado perro

Lo del pueblo salva al pueblo

La política sí importa. Y tener políticos incapaces nos cuesta caro; Mazón, por incompetente, Sánchez, por malvado

Viernes, 15 de noviembre 2024, 01:15

Anda la parroquia política con la mosca detrás de la oreja porque tras el desastre de Valencia, y no me refiero al meteorológico, están los ... ánimos calientes con los políticos como mostraron los incidentes de Paiporta. Aquellos que dicen: «A mí no me interesa la política...» yerran. Y se equivocan porque la política influye en todo. Y en este caso, la mala gestión ha ampliado, sin duda, el número de fallecidos. Muchos no habrían muerto si se les hubiera avisado diligentemente de la avalancha y otros, atrapados dos o tres días en sus vehículos, habrían sobrevivido de haber sido atendidos a tiempo. Luego, la política sí importa. Y tener políticos incapaces, nos cuesta caro. Mazón, por incompetente, Sánchez, por malvado.

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Hay que dar un cambio a esto, aunque ya les digo que nada sucederá. Nuestros políticos intentarán que todo siga igual. Pero hemos visto que ha ocurrido como con la pandemia. Ante una tragedia, nuestros políticos, en lugar de gestionar bien, rápido, con agilidad y salvar vidas, están más pendientes de ver 'cómo esto no me salpica a mí', 'le cae al negociado de al lado', o mejor, 'al partido rival'. ¿Por qué? Porque los partidos han generado una clase política con gente, en general, mediocre, que no tiene a dónde volver. Y esa, y no otra es la clave. Y ojo, si alguien dice que «todos los políticos son iguales» o «el pueblo salva al pueblo» se le acusa de ser un peligroso revolucionario y/o fascista que ataca al sistema. Quien está jodiendo al sistema a pasos agigantados es una clase política desnortada que funciona como una casta y que deben dar gracias a que, tras lo de Valencia, no exista un movimiento político populista o un Donald Trump de turno que arrasara.

Vergüenza. Mazón, estaba de comida; Sánchez, que «si quieren medios, que me los pidan» o «yo estoy bien, yo estoy bien», y la ministra de Medio Ambiente, ¡desaparecida!

El problema que tenemos con esta banda es grave, porque ellos son el problema. Así que no me explico cómo la gente no se echa a la calle exigiendo:

1.-Convocatoria inmediata de elecciones para sacar al Estado del bloqueo en que se encuentra al hallarse el Gobierno a 57 diputados de la mayoría. Eso sí, con la firma previa de un acuerdo vinculante por parte de PP y PSOE por el que se comprometieran a aceptar el resultado, sea el que fuere, absteniéndose en la investidura para que gobierne el más votado, que dada las circunstancias y con la oposición 'soft' del PP, ya no sé quién sería.

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2.-Compromiso formal de ambos, por escrito, de no pactar bajo ningún concepto con extremistas, el PP con Vox o el PSOE con independentistas y partidos de ultraizquierda.

3.- Compromiso formal de ambos partidos de no otorgar cargo público alguno a aquel militante que no tengo estudios universitarios o acredite, al menos, cinco años de experiencia laboral.

¿Esto podría pasar? Ya les digo yo que no. Si PP y PSOE cumplen, por ejemplo, el punto 3, más de la mitad de sus cargos se iban a la calle. Ahora, eso sí, nos evitaríamos movidas como la de Valencia, que Mazón quiere resolver cesando a todos sus consejeros pero quedándose él. Un lince el figura, ¿eh? Del listo de Sánchez ni hablamos, intentó aprovechar la crisis para cepillarse a Mazón y ha pasado por indignidades como lo de no declarar el Estado de emergencia, vincular las ayudas a que le apoyen 'sus presupuestos' o su obsesión con comunicarnos que él está bien cuando hay más de 220 muertos. Esto, en un país serio, sería de dimisión inmediata. Luego están los que votan a la cabra, es decir, que si les pusieras a una cabra de candidato, la votaban. Los de la cabra de unos dicen que debe dimitir Mazón. Lo del otro lado, que Sánchez. Los ciudadanos que no tenemos vinculación política alguna decimos que deben dimitir todos. Pero, claro, eso los que viven del cuento o los sectarios no lo van a entender, anclados como viven en la existencia de las dos Españas y el odio atávico al rival político al que no consideran otra cosa que el enemigo. Y así no avanzamos. Han pasado las de Caín ambos, PP y PSOE, durante 10 años con la aparición de los partidos emergentes y se están currando de lleno la aparición de dos, tres o cuatro, que vuelvan a alejarnos del tan necesario bipartidismo. Ellos sabrán.

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