Más vegetación autóctona de ribera en la Contraparada

Antes de la intervención final de estos días, la recuperación de este trozo de bosque de ribera en las proximidades de la Contraparada, el dique desde donde parten las antiguas arterias de riego de la huerta de Murcia, ha requerido la cobertura de los taludes del río durante nueve meses con un plástico negro. De ese modo, se ha eliminado el rizoma del cañaveral de 'Arundo donax' que anteriormente había invadido el espacio, y que estaba empobreciendo el ecosistema.

Esta técnica de solarizado impide el paso de la luz y acaba con los órganos subterráneos de las plantas, que alcanzan hasta 70 grados de temperatura. Una vez eliminadas se precisa una actuación rápida de restablecimiento de especies autóctonas, antes de que la caña vuelva a invadir la zona. De ese modo, explican los expertos de ANSE, se logra recuperar los beneficios que aportan las formaciones vegetales originales.

Entre las mejoras más destacables que aporta este tipo de hábitats figuran «los servicios ecosistémicos que desarrolla y de los cuales se beneficia la sociedad: retiene sedimentos, retira contaminantes del agua, aumenta el contenido en oxígeno del agua, lámina las crecidas, fija grandes cantidades de CO2, evita la proliferación de especies como el carrizo y la caña, incrementa el agua disponible, alberga fauna amenazada como la nutria, el zarcero bereber o los insectos polinizadores», añade la fuente. Además, «estas formaciones caducifolias tienen un elevado interés paisajístico y cultural, siendo muy escasas actualmente en el tramo medio y bajo del río Segura».

Por el contrario, la caña asiática (la mencionada 'Arundo donax'), que está ampliamente extendida en tramos encauzados del Segura, representa «una de las peores especies invasoras del mundo según la Unión Internacional para la Conservación de la Naturaleza. Se trata de una especie exótica invasora con efectos devastadores sobre el funcionamiento de los ecosistemas riparios. También afecta de forma grave a la biodiversidad y crea serios problemas de seguridad para los ciudadanos por los reiterados incendios que padece o por incrementar las inundaciones al generar bardomeras que pueden obstruir puentes y pasos de agua. Encima, consume mucha más agua que el bosque autóctono, con lo que detrae recursos hídricos a la cuenca.