Borrar
'Calopteryx xanthostoma'. Caballito del diablo grande con un llamativo cuerpo azul-verdoso metálico en los machos.

Ver fotos

'Calopteryx xanthostoma'. Caballito del diablo grande con un llamativo cuerpo azul-verdoso metálico en los machos.

Nuestros pequeños 'helicópteros' de campo

70 años después del primer estudio sobre odonatos en la entonces provincia de Murcia, sale en papel un atlas de libélulas de la Región elaborado por 40 naturalistas

GINÉS S.FORTE

Martes, 3 de marzo 2020

Comenta

Hasta hace 70 años apenas había referencias de seis especies de odonatos (orden al que pertenecen las libélulas –anisópteros– y los caballitos del diablo –zigópteros–) en el territorio de la actual Región de Murcia. Un sacerdote oriolano, José María Andreu Rubio, se echó por aquellos años al campo con el propósito de surtir de insectos de todos los órdenes al Instituto Español de Entomología y formar una colección propia para la Facultad de Ciencias de la Universidad de Murcia (UMU), a la que estaba adscrito. En total, este catedrático de Historia Natural, que en aquella época se encargaba del laboratorio de Entomología de la Facultad de Ciencias de la UMU, citó 40 especies en la entonces provincia de Murcia. El avance en el estudio de estos insectos, claves en la regulación de la población de mosquitos y distintas especies dañinas para la agricultura, experimentó entonces un salto sin precedentes. Ahora, más de siete décadas después, aquella hazaña científica ha sido replicada por un amplio grupo de especialistas, que han actualizado el conocimiento sobre estas especies, para cuyo «estudio sirve de estímulo y atractivo la belleza que ostentan en su cuerpo (no en las alas lamentablemente», de acuerdo con el artículo 'Los Insectos odonatos en la provincia de Murcia', que Andreu Rubio dejó escrito en 1953.

El nuevo estudio es fruto de 11 años en los que se recopilaron casi 5.000 citas

«Es un flipe que un cura pudiera hacer él solo hace 70 años algo parecido a lo que ahora hemos tardado diez años 40 naturalistas», explica admirado Jorge Sánchez, biólogo de la Asociación de Naturalistas del Sureste (ANSE), editora del nuevo 'Atlas de odonatos de la Región de Murcia', cuya primera edición impresa se presentó el pasado día 20. El trabajo, coordinado por Carmen Martínez Saura, Pedro López Barquero y Marcos Fernández, junto al citado Jorge Sánchez, está firmado por 18 autores y recoge las citas de más de una treintena de naturalistas y aficionados. Se trata de una iniciativa de ciencia ciudadana que durante los últimos once años ha recopilado casi 5.000 citas, y que ahora se publica por primera vez impreso en formato de papel gracias a un convenio de colaboración suscrito entre Aguas de Murcia y ANSE.

Son especies clave para regular mosquitos y distintos insectos dañinos para la agricultura

Todo este despliegue se plasma en 132 páginas, en las que se recopila la distribución de las 48 especies de odonatos detectadas en la Región de Murcia, apenas ocho más de las que fue capaz de localizar Andreu Rubio a mediados del siglo XX. En cualquier caso, se han producido notables cambios desde entonces. El nuevo atlas evidencia que las especies más demandantes de aguas limpias y oxigenadas «se han refugiado en arroyos de montaña del Noroeste, mientras que el cambio climático ha permitido la llegada de un buen número de libélulas del norte de África», resumen los responsables de ANSE. Al mismo tiempo, añaden, «la expansión del regadío (y con ella de los embalses de riego) [tras la llegada del Trasvase Tajo-Segura hace 40 años] ha aumentado la presencia de especies asociadas a aguas quietas».

Andreu publicó en 1953 el último trabajo que había sobre su presencia aquí

«En la Región de Murcia, los datos apuntan a una drástica reducción de algunos taxones [subdivisiones de la clasificación biológica] en los últimos años», explica el atlas en el apartado que titula 'Conservación y problemática'. Así, especies frecuentes como 'Coenagrin mercuriale' han pasado a estar protegidas por la legislación europea. Y otras, como 'Cordulegaster boltonii' y 'Boyeria irene' se han desplazado hacia la comarca del noroeste, cuando hace 70 años se las encontraba en la Sierra de Carrascoy. Junto a la citada influencia de la expansión de regadíos, «el cambio climático parece encontrarse detrás de la expansión de cierto número de anisópteros procedentes de áreas más meridionales como 'Trithemis kirbyi', 'Trithemis annulata', 'Diplacodes lefebvrii', 'Orthetrum trinacria', 'Sympetrum sinaiticum' o 'Brachythemis impartita', que han colonizado en fechas relativamente recientes el sur de Europa».

Los lugares de la Región «que presentan una mayor relevancia para la conservación de este grupo faunístico se encuentran en los cursos de agua del Noroeste, en el río Segura, al menos en su tramo desde el Cenajo hasta Abarán», en los ríos Chícamo y Mula y en arroyos de las pedanías altas de Lorca. «Además, algunas especies concretas tienen en la zona de Yecla algunas de sus escasas localidades en el ámbito regional».

«Un cura hizo hace 70 años casi lo mismo que 40 naturalistas ahora», elogia Jorge Sánchez

En total, la nueva publicación recoge 18 fichas de caballitos del diablo, de cuatro familias diferentes, y 29 de libélulas, de otras cuatro familias. La suma no da las 48 especies citadas, sino 47, porque el caballito azulillo elegante ('Ischnura elegans') es tan similar al caballito azulillo de Graells y ('Ischnura graellsii') «que resulta muy difíciles de separar en campo», aclara Sánchez, por lo que se ha optado por recogerlas en una misma ficha.

En general, el magnífico aspecto de estos pequeños 'helicópteros' naturales (las aeronaves inventadas por el ingenio humano utilizan de hecho el mismo principio de sustentación que los odonatos, lo que explica por qué el primer intento serio de helicóptero del país fue patentado en 1924 bajo el nombre de 'Libélula española') llevó al catedrático Andreu Rubio a afirmar que guardan «tanta belleza que, en lo que afecta al conjunto cabeza-tórax-abdomen, ningún otro orden de insectos iguala a los odonatos en la esplendidez y variedad de coloridos y dibujos». Ni tan siquiera las mariposas: «Los lepidópteros no les aventajan en belleza en cuanto a la calidad, sino en cantidad, porque la ofrecen en las alas, consiguiendo con esto más vistosidad y lucimiento», aclaró el especialista, fallecido en 1967 con 86 años. Las decenas de imágenes que ilustran el nuevo 'Atlas de Odonatos de la Región de Murcia' corroboran sus palabras.

La expansión de los regadíos y el cambio climático han trastocado su presencia

La nueva publicación plasma en el papel el trabajo de recopilación y análisis de la información que en un primer momento quedó reflejado en la edición digital del atlas elaborado en el marco de un proyecto con apoyo de la Fundación Biodiversidad del Ministerio para la Transición Ecológica y el Reto Demográfico. Su razón de ser está ligada al empeño por «conservar nuestra rica biodiversidad» de ANSEl. La organización conservacionista advierte desde el prólogo del estudio que nos estamos enfrentando a una crisis biológica «sin precedentes desde el fin del Cretácico (hace unos 65 millones de años), como consecuencia «de los grandes cambios que los seres humanos estamos provocando en los sistemas terrestres».

Este proceso está provocando que las especies se extingan «a un ritmo que es unas 1.000 veces superior al ritmo de extinción anterior a la presencia humana». En este contexto, «con relación a la fauna que habita en la Región de Murcia, cada vez tenemos más información acerca de peces, anfibios, reptiles, aves y mamíferos, pero todavía nos queda mucho por saber acerca de nuestros invertebrados», apunta Chema Catarineu, presidente de ANSE y autor del texto introductorio. «Si queremos conservar nuestra rica biodiversidad», añade, «lo primero que tenemos que hacer es entender cómo afrontan [las especies] los grandes cambios que sufren actualmente nuestros ecosistemas».

«Las libélulas tienen un importante papel de regulación de las poblaciones de otros insectos», concreta el biólogo Catarineu, incluidos «algunos que causan molestias a la especie humana, como los mosquitos o algunas especies dañinas para la agricultura». Y además sirven de alimentos para otros depredadores igualmente beneficiosos para el equilibrio natural. Por otra parte, y así lo recoge el atlas, «su presencia es un seguro indicador de la riqueza faunística de los medios acuáticos en los que se desarrollan».

E incluso algunos odonatos actúan como «bioindicador de la calidad de las aguas», ya que durante su desarrollo larvario necesitan las que sean limpias y bien oxigenadas. En este marco, el trabajo editado por ANSE evidencia «la necesidad de garantizar la conservación y avanzar en la recuperación de las masas de aguas» de nuestra geografía regional, «como herramienta básica para la mejora de los ecosistemas acuáticos y las especies que albergan», explica el texto.

El 'Atlas de odonatos de la Región de Murcia' es una obra cuyo objetivo va más allá de su utilidad para los científicos. También permite a cualquier interesado «disfrutar de estos fascinantes seres vivos», que además «podrán identificar si lo desean e incluso aportar sus citas e iniciarse en la ciencia ciudadana», concluye Catarineu.

Este contenido es exclusivo para suscriptores

Publicidad

Publicidad

Esta funcionalidad es exclusiva para suscriptores.

Reporta un error en esta noticia

* Campos obligatorios

laverdad Nuestros pequeños 'helicópteros' de campo