Juan Sánchez Calventus: «En este colectivo está muy mal visto, hasta prohibido, hacer fotos de nidos»

–¿Cuánto tiene de instinto cazador alguien que sale a la naturaleza armado con una cámara fotográfica?

–Como en todo, cada fotógrafo disfruta de su afición a su manera, pero, en algunas disciplinas de fotografía de naturaleza, especialmente en fotografía de fauna, sin duda hay un paralelismo, aunque evidentemente de antagónico resultado.

–¿Qué tienen Mazarrón y la Región de Murcia de especial para esta actividad?

–Murcia, y la bahía de Mazarrón particularmente, cuenta con un patrimonio natural insospechado. Y no es una opinión personal subjetiva, a las pruebas me remito. La Región, en lo histórico y en lo ambiental, es tierra de frontera, de transición entre espacios. Esto nos singulariza y nos dota de identidad. Centrándonos en la faceta natural que nos ocupa, quizás por lo cotidiano, nos pasa desapercibido que en nuestro entorno, recorriendo 50 kilómetros lineales (una hora en coche) pasamos de hábitats muy próximos a un desierto, denominados inframediterráneos ubicados en la costa a baja altitud, nos introducimos al ir ascendiendo en el termomediterráneo y terminamos en el mesomediterráneo con zonas boscosas. Cada uno de esos pisos bioclimáticos tiene asociada una vegetación y una fauna específicas, por tanto componen un paisaje distinto. Realmente, pocos lugares de Europa pueden presumir de esa rica variedad condensada en tan poco espacio. Murcia es diversa, por eso es especial.

–¿No ocurre que a veces creemos que por salir al campo con una cámara somos neutros en la naturaleza y nuestro comportamiento no importa?

–En fotografía de naturaleza, por mucho que nos motive una foto, nunca debemos anteponer la consecución de la fotografía a la seguridad del propio animal. Por poner un ejemplo, está muy mal visto en nuestro colectivo, incluso prohibido, realizar fotografías de nidos. Es un momento muy delicado para cualquier especie, y nuestra injerencia puede frustrar la reproducción de esa temporada para ese espécimen. En el caso de los aficionados a la fotografía botánica (de orquídeas muy típicamente) se debe tener mucho cuidado con no machacar la vegetación adyacente. Al final es una cuestión de sentido común y respeto.

–¿Cómo combinamos las ganas que todos tenemos de salir a la naturaleza, sobre todo tras el inicio de la pandemia, con la necesidad de no degradar unos entornos que a veces se ven saturados de personas?

–En la mayoría de las ocasiones sería suficiente con nada más, y nada menos, que cumplir y hacer cumplir con la legislación ya existente. Solo con eso evitaremos muchos de los problemas. Pero los medios de los que dispone la Comunicad Autónoma de la Región de Murcia para cumplir con ello son ridículos. El número de técnicos y de agentes medioambientales es sencillamente muy insuficiente. Es físicamente imposible que puedan abarcar todo el territorio. Al final se trata de una cuestión de voluntad política y dinero invertido. Al margen de los medios, la solución es complicada, porque pasa por el conocimiento, la educación y el civismo de los usuarios. Y todos esos valores no se pueden inocular en una sociedad como una vacuna de efectos inmediatos. Es una medicación que vía sistema educativo tardará años en completarse.

–Por una parte existen zonas cada vez más degradadas, y por otra los espacios forestales están creciendo en áreas que antes eran agrícolas, por ejemplo. ¿Vamos a mejor o a peor?

–Efectivamente, desde los años 1950 el éxodo rural, con el abandono de los cultivos tradicionales, ha hecho que la superficie forestal en España aumente. El antiguo mosaico de cultivos alternando con monte se ha homogeneizado actualmente hacía el forestal, sobre todo en las áreas más deshabitadas. Pero no confundamos el aumento de áreas forestales con una mejoría ambiental general. No son lo mismo ni mucho menos. Y al respecto no soy muy optimista, el ser humano está alterando por completo la faz de la tierra y eso como especie no puede salirnos gratis. En Murcia sería curioso analizar en los últimos 50 años cuántas hectáreas de suelo se han transformado de cultivos tradicionales a cultivos de regadío ilegal por cada hectárea forestal nueva. Por ser una zona de transición, Murcia es particularmente sensible a los cambios: seremos, o somos ya, uno de los primeros lugares de la península en sufrir el azote de la nueva normalidad climática. Mi percepción es que el cambio climático aquí y ahora ya está haciendo retroceder a especies de fauna y flora, y paulatinamente se asientan otras norteafricanas en el medio terrestre o incluso tropicales en el medio marino. Que nadie piense que esto afectará solo a los habitantes de más allá del final del asfalto. Es célebre la frase de Ingersoll en la que dice que en la naturaleza no hay premios ni castigos, hay consecuencias.

–¿Cuál es el mejor rincón natural de la Región para tomar fotos?

–Las fotografías están dentro del fotógrafo, y salen de él, o ella, pasadas por el tamiz de sus referentes y de su creatividad; el lugar, o la herramienta, son solo medios. Todos soñamos con viajes a lugares increíbles, pero tu mejor foto probablemente no la harás allí. Por tanto, respondiendo a tu pregunta, el mejor lugar para hacer fotografías es aquel que tengas más cerca, porque lo más cercano es lo que mejor conoces y son los lugares a los que puedes ir con más asiduidad ahondando en tu trabajo fotográfico. Por tanto, para mí, no hay lugar como la bahía de Mazarrón y las sierras que la abrazan.