Sánchez defiende que su Gobierno es «limpio» mientras Feijóo le acusa de actuar «por miedo»
El presidente del Gobierno responde en la primera sesión de control del curso al líder de la oposición, que le reprocha su falta de ejemplaridad por los casos del fiscal general y de Begoña Gómez
La primera sesión de control en el Congreso del nuevo curso político ha vuelto a evidenciar la alta tensión entre el presidente del Gobierno y ... el líder de la oposición. Pedro Sánchez ha esgrimido los datos económicos y la postura de España en el conflicto de Gaza para defenderse de las acusaciones de corrupción lanzadas por Alberto Núñez Feijóo, que ha tratado de acorralar al Ejecutivo con los casos judiciales del fiscal general del Estado, de José Luis Ábalos o de Begoña Gómez.
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«Exigimos un Gobierno limpio y este es un Gobierno limpio, comprometido con las causas sociales, que ha empezado el curso educativo con 2.500 millones en becas, y que condena el genocidio de Gaza», ha asegurado Sánchez, que ha situado a España como un ejemplo de «desarrollo económico y lucha contra la desigualdad». «Tenemos 22 millones de personas ocupadas y representamos el 40% del crecimiento económico de la Unión Europea», ha presumido.
Sánchez ha utilizado estos argumentos después de que Feijóo le preguntara si considera «ejemplar» su apoyo al fiscal general del Estado, que Ábalos se reuniera con la vicepresidenta de Venezuela, Delcy Rodríguez, para supuestamente «hablar de negocios», que la esposa de su ex número dos le informase de sus «desmanes» y sin embargo, «lo volviese a incluir en las listas», o que su mujer esté «pluriimputada». «Si algún presidente se encontrara bajo alguno de estos supuestos, ¿usted pediría su dimisión?», le ha cuestionado Feijóo, que ha recordado a Sánchez que «la corrupción no se ha ido porque usted está aquí». «Para repartir carnés de moralidad, primero tendría que renovar el suyo», ha apuntado.
«A usted ya solo le mueve el miedo: a los jueces, por lo que saben; a los medios, por lo que puedan publicar; a los socios, por si le dejan caer; y a la gente, por si habla; y miedo a que usted mismo acabe en el juzgado», ha insistido el presidente del PP. Mientras, Sánchez ha criticado a Feijóo por su «plantón institucional» en la apertura del Año Judicial «utilizando una conversación privada y falsa con el Jefe del Estado para excusar lo inexcusable».
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Además, el presidente ha destacado que el Gobierno está «en el lado correcto de la historia condenando el genocidio en Gaza». «Lo que está pasando en Gaza es un genocidio. Repita conmigo, señoría, es un genocidio», le ha reprochado al líder popular, reprochando de una manera implícita las palabras del alcalde de Madrid, José Luis Martínez Almeida, que afirmó que en Gaza «no hay un genocidio». El presidente considera que el PP «se ha mimetizado con la ultraderecha en su estrategia de bulos, desinformación, insultos y confrontación» y le ha recriminado que no apoye la quita de la deuda a las comunidades autónomas o la reducción de la jornada laboral a 37,5 horas.
La inmigración irregular, convertida ya en un eje del debate político, ha aparecido en la sesión de control de la mano de Vox. El presidente de esta formación, Santiago Abascal, ha enumerado una serie de violaciones a mujeres cometidas presuntamente por extranjeros este verano. «Usted está financiando la invasión migratoria. ¿Qué tipo de negocios tienen con sus amigos de los barcos esclavistas para esta invasión?», le ha espetado Abascal a Sánchez, al que ha calificado como «corrupto, traidor e indecente». La presidenta del Congreso, Francina Armengol, ha reprochado al líder de Vox su «mala educación» y ha pedido que se retiren del diario de sesiones los insultos.
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Sánchez ha echado en cara a Abascal que su partido aceptara un préstamo de un banco húngaro. «Usted no odia a los extranjeros, es solo por interés. ¿Qué tipo de relación tiene con su amigo Orban?», ha inquerido, y ha defendido la política migratoria del Gobierno: «Hemos reducido el número de llegada de irregulares en un 30% en términos globales y estamos haciendo una política de fronteras y de promoción de la migración regular. Tenemos un problema que es el reto demográfico, que en términos económicos significa que nuestro poder económico caerá», ha subrayado el presidente del Gobierno, que ha anticipado un «invierno demográfico» sin inmigración y sin políticas de natalidad. «Ustedes ayer se opusieron» a la ampliación de los permisos parentales, ha lamentado Sánchez: «Ustedes solo quieren pobreza».
Bolaños llama «cara de bulo» a Álvarez de Toledo
El choque de Sánchez con Feijóo y Abascal no ha sido el único momento de crispación en el Congreso. También Félix Bolaños y Cayetana Álvarez de Toledo se han enzarzado en una fuerte discusión. El ministro de Justicia ha llamado a la diputada del PP «embustera», «difamadora» y «cara de bulo» porque en la última sesión de control, Cayetana Álvarez de Toledo le «difamó» y ahora, según Bolaños, «el Tribunal Supremo la ha puesto en su sitio» (el Supremo rechazó investigar al ministro por el 'caso Begoña Gómez'). Además, le recordó que ella había apoyado los bulos del 11-M. Mientras, Álvarez de Toledo ha afirmado que el Gobierno «no respeta ninguna institución». Tras el fuego cruzado, la presidenta del Congreso, Francina Armengol, afirmó, como había hecho antes con Abascal, que «todas las palabras ofensivas en el decoro parlamentario van a ser retiradas del diario de sesiones».
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