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María José Garrido, Cristina Sánchez y la coordinadora Concha Asín, en el patio interior del centro. Ros Caval/ AGM

Las voces que aplacan el miedo tras la violencia sexual

El centro de crisis 24 horas cumple su primer mes en funcionamiento con 31 atenciones telefónicas y dos visitas presenciales: «Muchas víctimas no quieren salir de casa»

Martes, 30 de enero 2024, 00:33

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Llamó aterrorizada porque sentía «que la podían estar siguiendo por la calle»; había dejado incluso de sacar a su perro, al que llevaba días paseando en la terraza del edificio en que reside para evitar poner un pie en el exterior. La mujer, que hace unos días marcó el teléfono del nuevo centro de crisis para víctimas de agresiones sexuales con que cuenta la Región de Murcia desde el pasado mes de diciembre, había caído presa de un temor muy habitual entre las personas que han sido forzadas a mantener relaciones con violencia. «Le ofrecimos venir al centro, pero no quería salir de casa. Estaba en un estado de ansiedad bastante considerable y prefería quedarse allí», explica María José Garrido, trabajadora social del nuevo centro, situado en la pedanía murciana de El Palmar. «La mayoría de las atenciones que tenemos aquí son así –añade–. La gente puede pensar que las víctimas quieren venir para recibir ayuda, pero donde más seguras se sienten es en su casa. Además, tienden mucho al aislamiento social».

Una vez estabilizada con la ayuda psicológica de las profesionales de este espacio financiado con fondos 'Next Generation' a través del Plan de Recuperación, Transformación y Resiliencia, la mujer concertó una cita presencial para seguir trabajando en las secuelas que le dejó su agresor. Solo ella y otra víctima han requerido la atención presencial. Y ninguna lo ha hecho sin cita previa, pese a que no es necesaria. En el primer mes de funcionamiento, el centro ha prestado 31 atenciones, 21 de ellas por violencia sexual, y las diez restantes por otros motivos, detallan fuentes de la Consejería de Política Social y Familia.

EN CIFRAS

9+1 nueve mujeres y un hombre

han requerido la ayuda del centro de crisis de violencia sexual

2 mujeres

acudieron presencialmente al centro y una requirió atención en horario nocturno

Desde que el centro abrió sus puertas el pasado 21 de diciembre hasta el 21 de enero, ha estado recibiendo una media de una atención diaria; muchas, de las mismas víctimas. En total, han sido 9 mujeres y un hombre –al que se facilitó la información pertinente y el teléfono del Punto Arcoíris de Cartagena, tras ser agredido por un conocido– los que han requerido ayuda de este centro.

  1. Agresión en casa

    Una crisis en mitad de la noche que requirió a la Policía

En ese tiempo, solo una vez ha sido necesaria la intervención nocturna, que supone la principal novedad del servicio que impulsa la conocida como ley del 'solo sí es sí' respecto al ya existente Centro de Atención Integral a Víctimas de Agresiones y Abusos Sexuales (Cavax).

La trabajadora social María José Garrido en uno de los despachos de las instalaciones. Ros Caval/ AGM

Se acercaba la medianoche. Una anciana que reside sola llamó presa del pánico al 112. No podía dormir. Explicó que en días anteriores «se había despertado bañada en semen, con el cuerpo dolorido y que no podía recordar nada». Sospechaba que un vecino estaba accediendo a su casa por el patio de luces y sedándola cada noche para abusar de ella. La llamada fue transferida al centro de crisis como una agresión en curso. Allí gestionaron el envío de una patrulla de la Policía. «Al día siguiente la volvimos a llamar. La mujer no había dormido», cuenta la trabajadora social. Finalmente, tras hablar con las profesionales, interpuso denuncia. Ahora recibe el apoyo de Cristina Sánchez, la asesora jurídica del centro de crisis, que cuenta, además, con una coordinadora, una administrativa, dos profesionales del ámbito social y tres psicólogas en plantilla.

  1. Protocolo sanitario

    Hasta diez días para recabar pruebas incriminatorias

«En estos casos, la primera atención se centra en la derivación sanitaria –explica Cristina Sánchez–. Ahí es crucial la recogida de muestras, el que se pueda abrir un protocolo de agresiones sexuales en los hospitales con urgencias ginecológicas». En este sentido, una de las cuestiones que muchas víctimas desconocen es que, aunque se considera que las primeras 72 horas son claves, pueden obtenerse pruebas hasta diez días después de la agresión. «Si además ha habido penetración sin preservativo, tienen que administrarles unas pastillas para prevenir enfermedades de transmisión sexual».

El servicio dispone de un teléfono para emergencias, –722 515 148–, pero también recibe llamadas derivadas desde el 112

Ese fue el modo en que se pudo detectar el sometimiento químico que había sufrido una de las víctimas que llamó en diciembre. «Dio positivo en benzodiacepinas. Nos contó que un conocido se había ofrecido a prepararle el desayuno, y que cuando le dio un par de sorbos a la leche no pudo seguir, que estaba superamarga, que estaba malísima. Los médicos le dijeron que menos mal que no se había tomado toda la leche, porque le habían puesto una cantidad como para dormir a un caballo. A él le dio tiempo a hacer todo lo que quiso, pero ella pudo avisar a una amiga a través de un mensaje», cuenta la abogada.

«Es importante que sepan que lo mejor es que no se duchen, que no se enjuaguen la boca si ha habido sexo oral. Aunque la primera reacción que todas las víctimas tienen es hacerlo. No lo pueden evitar porque se sienten sucias», concluye María José Garrido.

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