Peña Zafra de Abajo se exhibe al natural
Dieciocho vecinos de la pedanía de Fortuna posan desnudos por segunda vez para defender y «dar a conocer la Murcia vaciada»
En Inglaterra, Canadá, Portugal y Chile ya tienen el calendario y conocen la pedanía fortunera de Peña Zafra de Abajo, un núcleo rural de 17 habitantes, solo cinco de ellos empadronados allí, en plena naturaleza y sin servicios públicos. Desde esos alejados rincones del mundo y desde toda España han pedido parte del más de centenar de calendarios de 2024 vendidos de los 500 impresos. Los han realizado la asociación de vecinos, en colaboración con los fotógrafos Juanjo y David, por segundo año consecutivo con un objetivo principal: «Dar a conocer la Murcia vaciada o rural, como se quiera llamar, y que la gente se enorgullezca de ese bien inmaterial que es patrimonio de todos y que, culturalmente, se tiene que preservar. Porque somos más que canteras y expolio del suelo», explica Inma Nicolás, que dentro de la olla gigante es una de las protagonistas del nuevo calendario.
Al desnudo, dieciocho vecinos y miembros de entidades colaboradoras -Acuna, Paem y Acude- han recreado escenas de la vida cotidiana tradicional que defienden para que no se pierdan: la labranza, con su arado, su traílla o 'trejilla', su perro pastor y su botijo; el tratamiento de la cosecha de oliva, el oreo de la almendra y el trillo para el cereal; la cocina y la vida en el hogar, con la olla grande, el molinillo de carne de las matanzas, las sartenes, el bastidor para bordar y la radio; la bodega y el esparcimiento, con instrumentos musicales y un ambiente relajado; y las sanitarias, «un homenaje a la figura de comadronas y enfermeras que en el mundo rural eran las primeras que atendían una emergencia por su experiencia, aunque no necesariamente tenían titulación. En este caso, la escena es en memoria de la última comadrona, Blasa Bernal, y de mi bisabuela Dolores del Barrio, que era enfermera», detalla Inma.
En el tercer mes de octubre más cálido desde 1961, la mañana del 14 de octubre «hacía un frío que pelaba y había un vendaval», cuentan los protagonistas. Pero eso no les amilanó. Con mantas, chaquetones y batas prepararon minuciosamente la escena y, con los pelos de peluquería «a lo rústico» por el viento, posaron sin remilgos para intentar reeditar el éxito.
Ningún detalle se ha dejado al azar. «Las escenas están muy pensadas para buscar una posición estratégica que permita ver lo que se puede y resulte elegante», detalla Nicolás. Además, si te fijas bien, todo apero y cachivache de cada escena del desnudo artístico grupal tiene una razón de ser. Lucía Nicolás, la presidenta de la asociación de vecinos, tiene en la mano una taza de 'Yo amo Peña Zafra'; a los pies de los músicos aparece el calendario del año que ahora acaba, el primero y del que parte la idea original.
Muchos de los modelos de 2024 repiten experiencia y otros, que el año pasado se quedaron fuera, porque eran desnudos individuales y solo cabían doce, o porque les dio pudor, como Antonia Bernal a sus 90 años, no han dudado en sumarse al desnudo grupal de 2024, que, explica Lucía Nicolás, responde a «una petición popular».
Tan popular, que «ya tenemos gente en espera para el de 2025», presumen orgullosos del buen recibimiento de la iniciativa, con la que conseguirán recaudar fondos para las actividades que organizan durante todo el año: talleres de jabón, de primeros auxilios y de RCP («muy importantes para quienes vivimos en zonas tan alejadas de la atención sanitaria»); proyecciones de cine y documentales en verano; jornadas de reforestación y de plantación del bosque resiliente de Balonga con Acuna; colaboraciones como voluntarios de la Sierra de la Pila para recuperar la especie endémica vulnerable 'Anagallis tenella'; campañas de recogida de basura; las fiestas locales el último fin de semana de julio... «Somos muy activos», remarca Inma.
Y aprovecha para reclamar, con mucho humor, apoyo con la adquisición de los calendarios (a 5 euros, 6 si se compran antes del 23 de diciembre y se quiere participar en tres rifas) y los marcapáginas (1 euro), que se pueden comprar en establecimientos de Pinoso, Monóvar, Abanilla, Fortuna y Zarandona y pedir a través de facebook (Peña Zafra de Abajo vecinas y vecinos) e Instagram (@zafradeabajo). Y también pide solidaridad para promover y conservar un patrimonio y un modo de vida del que la falta de servicios, como transporte, sanidad o internet, les acaba por expulsar. Así que, que en 2024, viva el mundo rural.
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