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Las Navidades de la diáspora

Celebración en la distancia. Miles de ciudadanos de la Región pasan las fiestas más familiares del año lejos de su tierra, entre videollamadas y recuerdos, del verano suramericano al orden de Japón, de las luces omnipresentes de Reino Unido al bullicio de Madrid

Sábado, 24 de diciembre 2022, 07:18

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No encuentra cordero Juan Francisco Fuentes en los pulcros supermercados de Nagoya, Japón. Lleva días en busca de esa carne que para él guarda el sabor de la Navidad y que esperaba poner sobre la mesa esta Nochebuena para sentirse un poco más cerca de casa. Este es ya el cuarto año consecutivo que el murciano tiene que celebrar las fiestas a casi 11.000 kilómetros de distancia de su barrio del Infante, el mismo que le vio crecer y donde todavía reside su familia. Entrena a uno de los equipos de fútbol sala más importantes del país nipón, el Nagoya Oceans, donde ha ido de éxito en éxito, ganando la Liga nacional en las tres ocasiones que la ha completado, y manteniendo intactas todas las opciones para revalidar el título en su cuarta temporada. «Nos quedan seis partidos de la fase regular -señala-. Luego tendremos que competir en los 'playoff'. Esperemos que vaya bien».

Las exigencias profesionales se imponen sobre las tradiciones, y las suyas no dan descanso. De hecho, su equipo juega mañana. Así que hoy tendrá que ir a entrenar.

Otros muchos murcianos pasarán las fechas más familiares del año lejos de su tierra natal. Cada uno con sus añoranzas particulares, con una tradición pendiente en la cabeza, batallando individualmente el hueco que deja una costumbre interrumpida o una reunión no celebrada, y con uno o varios nombres que echar de menos.

Cinco ciudadanos de la Región comparten con LA VERDAD sus vivencias y sensaciones en estos días de Navidad, entre la videollamada y los recuerdos, desde el caótico verano suramericano al orden sin tiempo del país del sol naciente, de las luces omnipresentes de Reino Unido al bullicio de Madrid.

Estudiante de Derecho | Córdoba (Argentina)

María Sánchez: «Echo de menos el ambiente en la calle y los puestos de castañas. Argentina parece Murcia en agosto»

La murciana María Sánchez del Toro, en las calles de la ciudad argentina de Córdoba, frente al árbol de navidad municipal. m.s.

En Córdoba, pero no la de la mezquita ni el salmorejo, sino la que se ubica en pleno corazón de Argentina, la estudiante de Derecho María Sánchez del Toro, de 24 años, vive su primer fin de año lejos de casa.

Llegó al país con la intención de completar un cuatrimestre en la Universidad Nacional de Córdoba con el programa de intercambio universitario con Latinoamérica (ILA), pero hace dos meses decidió ampliar su estancia a un año. La contrapartida de estirar la experiencia es quedarse allí todas las vacaciones de verano, recién comenzadas en el país, y que no terminarán hasta el 15 de marzo. Lo hará sin clases y ya sin sus dos compañeros de piso, también de la Región, que han regresado a España.

Soledad y lazos

Refugiarse en las amistades para suplir a la familia

«Terminamos los exámenes y las calles de Córdoba se han vaciado», cuenta. «Hasta febrero no va a venir gente, así que viviré sola». Esa soledad le permitirá también, o al menos eso espera, «vivir lo bonito del intercambio. Conocer gente nueva de otros lugares». «Una cosa que he aprendido aquí es la importancia de convivir y de ayudarnos entre nosotros. Además, los argentinos son muy cordiales», asegura. También son sus primeras Navidades a 35 grados, más cerca del bañador que de los jerséis de renos, de las telas frescas que del abrigo. «Está siendo totalmente diferente para mí -reconoce-. Esto parece agosto en Murcia. Aunque aquí no hay playa, todo el mundo se va cuando puede a pasar el día al río, a bañarse y hacer asados».

Para paliar la añoranza de la familia, María y otros tres estudiantes en su misma situación escenificarán una tradicional cena de Nochebuena. Acaban de conocerse, pero las circunstancias les han convertido en una improvisada piña. «Hemos quedado en organizarla aquí en mi casa. Nos sentaremos en el salón, como si fuéramos una 'minifamilia', y cada uno preparará platos típicos de su tierra», explica.

Técnico sup. en proyectos de edificación | Tenerife

Alejandro Robles: «Cuando estás lejos, la gente que conoces se convierte también en una segunda familia»

El benielense Alejandro Robles, en Tenerife. a.r.

Lo mismo le pasa al benielense Alejandro Robles, de 29 años, que sabe bien lo que es pasar fechas señaladas lejos de los suyos. Cuando residía en Valencia, entre 2018 y 2021, este técnico superior en proyectos de edificación ya tuvo que pasar, por compromisos profesionales, la Nochebuena solo. Ahora que vive en Tenerife, y aunque ha podido volver a casa a pasar unos días, tendrá que cambiar de año en la distancia. «Cuando estás lejos, la gente que conoces se convierte también en una segunda familia», apunta. Como María, Alejandro cerrará las fiestas con ropa de verano. «Aquí asociamos la Navidad al frío, pero allí es diferente. Tenemos entre 24 y 26 grados». En su caso, esa familia que se elige será su novia. «Cenaremos juntos y luego quedaremos con nuestras amistades de allí».

Juan Francisco, que vive solo en Nagoya, podrá contar este año con el cariño de su mujer y su hija. Después de un 2021 donde no pudieron estar juntos. Ellas viven en Murcia y solo puede verlas unas semanas al año, así que son días felices. «Llegaron el pasado domingo y se quedarán hasta el 8 de enero», cuenta al teléfono. «Normalmente, procuramos vernos siguiendo el calendario escolar de España: en las vacaciones de verano, las de Navidad y las de Semana Santa, que es más o menos cuando tengo el descanso entre temporadas: de mediados de marzo a mediados de abril, aproximadamente», detalla. En su casa, a las afueras de la ciudad y cerca del pabellón del Nagoya Oceans, acaba de montar uno de los pocos árboles de Navidad de Japón. «Aquí no se celebra. Sí que se ve algún ambiente de luces a nivel comercial, pero poca cosa. Gracias a eso, los que nos quedamos aquí lo llevamos medio bien, porque no te enteras», dice.

Ambiente en Birmingham

Navidad «con esteroides» y los jerséis «más feos»

La discreción nipona contrasta con lo que ocurre en Reino Unido, un país donde la Navidad se celebra, según explica la molinense Nuria Riquelme, que reside en Birmingham, 'on steroids' -con esteroides-, una expresión popular utilizada en el mundo anglosajón para definir aquello que se lleva al extremo. «Ponen las luces casi en octubre. Todo el mundo decora sus casas y la gente se viste con los jerséis de Navidad más feos. Yo recomiendo vivirlo una vez en la vida», señala entre risas.

Nuria vive en la ciudad inglesa desde hace siete años, donde trabaja para el departamento de comunicación de una conocida firma de automóviles. Rubia y de ojos azules, Nuria podría pasar por una británica más en las arrebatadas calles de la Navidad de Reino Unido. De hecho ya es una residente más. Acaba de comprarse una vivienda junto a su novio, Callum. «Vamos a celebrarlo en la casa por primera vez y la verdad es que nos hace ilusión. Pero nos quedamos también porque trabajo entre Navidad y Año Nuevo».

Periodista | Birmingham (Reino Unido)

Nuria Riquelme: «Acabo de comprarme una casa en Birmingham y celebraremos la Nochebuena ahí por primera vez»

La molinense Nuria Riquelme pasea por un bosque de Birmingham, donde reside desde hace 7 años. n.r.

Desayunar uvas y el recuerdo de Lorca

De Nagoya a Madrid

En Nagoya, lejos de los jerséis y la euforia navideña occidental, todo se pospone hasta fin de año. «Eso sí que lo celebran. Suelen pasar esa noche en familia, y al día siguiente van al templo, donde hacen sus ofrendas», cuenta Juan Francisco.

Para un español en Japón, lo de cambiar de año también tiene sus peculiaridades. Con las ocho horas extra que hay de diferencia, las campanadas de la Puerta del Sol hay que desayunárselas. «Lo que hacemos es cenar, acostarnos pronto y, al amanecer, nos levantamos y nos tomamos las uvas», afirma. Es el momento entonces de tirar de tecnología para suplir la falta de besos y abrazos y felicitar el año a la familia a través de una pantalla.

Entrenador de fútbol sala | Nagoya (Japón)

Juan Francisco Fuentes: «Gracias a que en Japón no se celebra, los que nos quedamos lo llevamos medio bien. No te enteras»

Juan Francisco Fuentes, con su mujer, Patricia, y su hija, Sofía, en su casa de Nagoya. J. F. F.

La actriz y empresaria lorquina Ana Belén Beas, que cenará esta noche en Madrid, no necesitará el apoyo de la wifi. En su caso, la montaña va este año a Mahoma. Su familia se desplaza a la capital para poder pasar la noche con ella. La actriz tiene imposible escaparse a Lorca ahora. Se encuentra inmersa en los ensayos para su nuevo proyecto, el musical 'Desencantadas'. Reconoce que va «agotada», aunque feliz con el trabajo. «Suelo ir a la Región siempre que puedo, pero ahora mismo tengo demasiado lío», declara. Su éxito profesional la ha llevado a vivir a caballo entre Buenos Aires y Madrid en un permanente partido de ida y vuelta, tan consolidado ya, que ha acabado por tener casa en las dos ciudades.

Últimamente, Madrid va ganando. Ana Belén acaba de terminar de hacer 'El Principio de Arquímedes', y su productora -«cien por cien murciana», presume-, tiene cinco obras en cartel: el musical Fama, Pretty Woman, y otras tres representaciones teatrales. «Estamos a tope».

Lo cierto es que ya ni se acuerda de cuál fue su última Navidad en la Región, si bien lo que tiene claro es que la patria son los afectos. «Mi hermano, que vive en Estados Unidos, también va a estar. La verdad es que a mí las fechas me importan muy poco. Lo que me importa es aprovechar cualquier día para estar juntos».

Actriz | Madrid

Ana Belén Beas: «Las fechas me importan poco. A mí lo que me importa es aprovechar cualquier día para estar juntos»

La actriz lorquina Ana Belén Beas, en Madrid, donde ensaya para su nuevo musical. a.b.

Para María sí serán días especiales en Córdoba. «Me voy a acordar mucho de mi familia y de las risas, y voy a echar de menos las anécdotas, porque este año, además, tengo mucho que contar. No poder compartirlo con ellos me va a dar pena. Pero me lo reservo para cuando llegue», asevera. También añora la imagen de Murcia en Navidad. «Echo de menos ir por la calle y que haya puestecitos de castañas, y el ambiente, sobre todo el día de Navidad, cuando Murcia se llena de grupos haciendo tapeo y yendo con sus amigos. Eso aquí no existe».

Lo que María ve cuando mira las calles de Córdoba es radicalmente diferente. Los argentinos de otras provincias se han ido en 'bondi', que es como llaman al autobús, a sus hogares y la ciudad parece otra. «No siento que sea Navidad. Casi me siento más cerca del verano de 2010, con las celebraciones del mundial de España». Y es que, si hay alguien más popular que Santa Claus estos días en Argentina, ese es Lionel Messi. «No se cansan de celebrar. Todavía hay gente pitando en las calles», cuenta.

Al final, cómo viva cada uno las fiestas dependerá en gran medida de su forma de ser. «Si eres una persona muy familiar, con mucho apego, lo puedes pasar muy mal -cuenta Alejandro-. Pero siempre hay gente en la que apoyarse. La verdad es que los que somos de fuera tendemos a protegernos entre nosotros».

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