Nadia Calviño: «La moderación en salarios y márgenes empresariales es la mejor receta frente a la inflación»

La vicepresidenta de Asuntos Económicos, Nadia Calviño, se afana en trasladar a la sociedad un mensaje de confianza ante las turbulencias. España está de momento lejos de un escenario de recesión, y la inflación se situará «en niveles más normales el año que viene», señala. Eso sí, para garantizar este descenso de los precios se necesita «moderación salarial y de márgenes empresariales», advierte. Un mensaje, lanzado esta semana desde Murcia, que choca con las apelaciones de Yolanda Díaz a la movilización sindical.

-La inflación se ha moderado ligeramente en agosto, pero sigue por encima del 10%. ¿Qué previsiones maneja el Gobierno? Este crecimiento desbocado está poniendo en serios aprietos a muchos autónomos, pequeños empresarios y a las economías domésticas.

-La inflación ha empezado a moderarse en agosto. La previsión del Banco de España y del Banco Central Europeo es que siga esa tendencia a la baja y que nos situemos en niveles de inflación más normales el año que viene. Nosotros estamos tomando medidas que están consiguiendo reducir la inflación. Tenemos que ser conscientes de que esta es una inflación importada: viene del alza de los precios de la energía y de otras materias primas. Hay ocho países del euro que tienen la inflación por encima de la de España. De hecho, el diferencial con la media de la zona euro se ha reducido en agosto. La determinación del Gobierno es seguir en esta senda y que siga bajando.

-Habla de niveles de inflación más normales el año que viene. ¿Cuál sería ese rango de normalidad?

-El Banco Central Europeo y el Banco de España son los organismos que hacen las previsiones oficiales [de la inflación]. Me remito por ello a lo que diga el Banco de España.

-Inicialmente valoraron que podía tratarse de una subida coyuntural, el año pasado, pero no ha sido así. ¿Les ha sorprendido este incremento de la inflación?

-Si vemos la evolución mes a mes, está claro que la inflación se aceleró en marzo y junio. Ahí es donde se han registrado las grandes alzas de precios: en marzo por el desencadenamiento de la guerra y en junio porque Putin empezó a cortar el gas y el petróleo ya de una manera muy significativa. En un mes, se dobló el precio del gas. Es decir, esos grandes repuntes están relacionados muy directamente con la guerra y el chantaje energético de Putin.

-Ustedes se comprometieron a una revalorización de las pensiones conforme al IPC. ¿Se plantearían revisar ese compromiso si se mantienen estos altos niveles de inflación?

-Lo digo siempre, y lo digo de corazón: las personas mayores han sido quienes más han sufrido la pandemia. Han pasado un periodo muy duro, y yo no entiendo que alguien quiera generar inquietud en las personas mayores; [la revalorización] es un compromiso del Gobierno, está en una ley y lo vamos a cumplir.

-El Gobierno ha acometido rebajas fiscales y otras medidas desde principios del año: parte del IVA de la electricidad, la bonificación del precio del carburante, el bono ferroviario y el IVA del gas, recién anunciado. ¿Tienen previsto acometer más rebajas fiscales en los próximos meses? ¿Hay margen para ello?

-Desde el primer momento estamos tomando las medidas que consideramos más adecuadas a la situación, adoptando aquellas que tienen un mayor impacto, tanto para contener la inflación como para aliviar los bolsillos de las familias. Por eso, pensando en la vuelta al trabajo y la vuelta al 'cole', hemos puesto en marcha el transporte gratuito de cercanías y la subvención del transporte urbano. También ante el inicio del curso escolar hemos reforzado las becas. Por eso ahora es el momento para hacer la rebaja del IVA del gas, al acercarse el otoño y el invierno, que es cuando hay más consumo del gas doméstico.

-Pero, ¿puede haber más rebajas?

-Nos estamos enfrentando a situaciones que no tienen precedentes en la historia reciente. Lo que hemos ido haciendo desde marzo de 2020 es ir tomando las decisiones que nos parecían más eficaces en cada momento. Creo que el balance de la respuesta a la pandemia es positivo, francamente, porque gracias a esas medidas muy contundentes conseguimos proteger el tejido productivo, el empleo y las rentas de las familias. Hemos conseguido tener una fuerte recuperación. De la misma manera, ahora tomaremos decisiones y adoptaremos las medidas que nos parezcan más eficaces en cada momento para contener la inflación y que haya un reparto justo del coste de la guerra. Sobre todo, es importante que sean respuestas europeas, como conseguimos ante la pandemia. España lideró la respuesta europea a la pandemia, y ahora también estamos teniendo una influencia muy importante en la articulación de la respuesta europea. Es muy importante que respondamos unidos porque, ante el chantaje de Putin, juntos somos más fuertes.

-La ministra de Trabajo ha animado estos días a los sindicatos a movilizarse para que los empresarios se sienten a la negociación colectiva. La patronal ha trasladado su malestar. ¿Considera apropiada la postura de Yolanda Díaz ante los agentes sociales?

-Los agentes sociales han tenido un comportamiento extraordinariamente responsable, constructivo y positivo en estos últimos años. Hemos establecido relaciones de confianza y un método de trabajo conjunto que ha tenido muy buenos resultados para la sociedad española. Yo querría continuar en la misma línea, trabajando mano a mano con los agentes sociales para tener un pacto de rentas que nos permita dar un mensaje de tranquilidad y también de estabilidad a las empresas, a los trabajadores, a los ciudadanos y a los inversores internacionales.

-Esa postura difiere de la de Yolanda Díaz, o al menos así se percibe, porque ella por lo que apuesta claramente es por posicionarse con los sindicatos, por la subida de salarios.

-Desde el Gobierno tenemos que apoyar una negociación teniendo en cuenta todos los puntos de vista. Tengo una gran confianza en la capacidad de los empresarios y los sindicatos de nuestro país para llegar a acuerdos. Uno de los elementos más importantes del estatuto de los trabajadores y de la reforma laboral es la negociación colectiva. El propio presidente Sánchez instó esta semana a los representantes de las empresas y los trabajadores a llegar a acuerdos, porque sin duda esa es la mejor forma de contener la inflación y al mismo tiempo de mejorar las condiciones de vida del conjunto de la sociedad.

-¿Hasta dónde debería subir el salario mínimo, en su opinión? La ministra de Trabajo ha hablado de superar el 60% del salario medio.

-En los cuatro años de gobierno hemos aplicado un incremento muy importante al salario mínimo, superior al 33%, que ha sido fundamental para luchar contra la precariedad laboral y contra la pobreza, para reequilibrar el mercado de trabajo y para mejorar de manera muy significativa las condiciones de los jóvenes y de las mujeres. Este viernes se ha celebrado una primera reunión para encargar al grupo de expertos una propuesta para llegar en 2023 al 60% del salario medio. Tomaremos la decisión más adecuada en el momento más adecuado, como hemos venido haciendo en estos años: sin poner en riesgo la creación de empleo ni el crecimiento económico, pero continuando en la senda de mejora de las condiciones laborales de los ciudadanos.

-¿Pero sería partidaria de quedarse de momento en la meta del 60%, de no superar esa cifra?

-Vamos a ver qué conclusiones extrae el grupo de expertos, pero el compromiso del Gobierno es claro: llegar a ese 60% del salario medio en 2023.

-En ese contexto del pacto de rentas del que habla, ¿qué debería pasar con los salarios de los empleados públicos?

-En un entorno como el que estamos, lo normal es que se produzca un aumento salarial para el conjunto de la economía. Ahora bien, tenemos que tener incrementos salariales y de los márgenes empresariales moderados. En un contexto de inflación como el actual, la mejor receta es la moderación de los salarios y de los márgenes empresariales, porque así haremos que las tensiones inflacionistas acaben lo antes posible. Una espiral de precios y rentas puede llevar a una inflación más persistente, como hemos vivido en otros momentos de nuestra historia. Esta tiene que ser la orientación general. En el caso de los funcionarios, hay una negociación en marcha entre la ministra de Hacienda y los sindicatos.

-El mercado de trabajo ha resistido toda esta tormenta de la que hemos hablado, pero los datos de agosto, como los de julio, recogen una caída del empleo. ¿Hay riesgo de que cambie la tendencia?

-Estamos en un momento de muy alta incertidumbre, y por tanto cada mes y cada semana vamos tomando el pulso de la situación con todos los indicadores que tenemos disponibles. El mercado de trabajo, que se enfrió un poco en la segunda parte de julio como consecuencia, principalmente, de la ola de calor, ha retomado el ritmo en el mes de agosto, que ha sido mejor que la media de los agostos de antes de la pandemia. No podemos confiarnos, por supuesto, pero de momento todos los indicadores apuntan a que la economía española resiste bien y sigue con una dinámica positiva, incluso en un contexto internacional de tanta incertidumbre.

-De su análisis se desprende que no ve tan oscuro este tramo final del año. Pero existe un temor social a lo que pueda pasar.

-Comprendo la preocupación de los ciudadanos. Todos estamos preocupados por un escenario internacional de grandes cambios, que depende de las acciones de líderes que no han demostrado una gran racionalidad a la hora de tomar sus decisiones. Pero en medio de tanto ruido e incertidumbre, es importante mirar la realidad. Y la realidad es que la economía española ha estado creciendo con fuerza en el primer semestre del año, y entre las grandes economías de la Unión Europea, somos la que más ha crecido en el segundo trimestre: un 1,1% con respecto al trimestre anterior. Esto es el doble de la media de la UE y cuatro veces la media de la OCDE. Los datos muestran también que estamos teniendo una campaña de turismo récord, comparable a la de 2019, y que el mercado laboral sigue teniendo un comportamiento positivo. La economía española está resistiendo bien en un contexto de gran incertidumbre.

-Algunos directivos del BCE han advertido de que es previsible una recesión en la zona euro. ¿Qué previsiones manejan? ¿Aquí en España llegaremos a esa situación?

-La situación económica de los diferentes países es muy distinta en este momento. Hay países que tienen una enorme dependencia del gas ruso, y los riesgos que se están planteando son muy diferentes de los de España, evidentemente. Tienen una preocupación por cortes de suministro que pueden suponer cortes eléctricos. En España, afortunadamente, no es esa nuestra preocupación principal. En nuestro caso, el riesgo principal es el alza de los precios. Tenemos una menor dependencia del gas ruso, una mayor diversificación de suministros y una importante apuesta por las renovables. Además de una gran capacidad de almacenamiento. Todo eso nos pone ahora en una posición fuerte para poder resistir mejor las dificultades generadas por la guerra de Putin, y también para poder convertirnos en una plataforma logística de suministro de energía al resto de Europa. De esto es de lo que han estado hablando el presidente Sánchez y el canciller [de Alemania] Olaf Scholz esta misma semana.

-¿Entonces no prevé una recesión en España?

-Todos los organismos económicos prevén un crecimiento de la economía española este año en el entorno del 4%. Y el año que viene, en el entorno del 2%. Esas son las previsiones, los escenarios con los que trabajan los organismos económicos. De hecho, el dinamismo económico que hemos tenido en la primera parte del año hace que en este momento nuestra previsión de crecimiento sea prudente.

-¿Pero cómo casa ese crecimiento de la economía española con la preocupación social que existe por esa merma del poder adquisitivo, con la situación que vive mucha gente a pie de calle?

-Está claro que el alza del precio de la energía afecta a todas las empresas y a todos los ciudadanos. Más a algunos sectores y a aquellos ciudadanos más vulnerables. Y por eso hemos puesto en marcha medidas para amortiguar el impacto. Hemos movilizado ayudas por un monto de 13.000 millones de euros este año para ayudar a los sectores del transporte, agrícola, ganadero, pesquero, gasintensivo. Hemos puesto en marcha el mecanismo ibérico que nos permite tener unos precios [de la electricidad] que son una tercera parte de los de Francia y Alemania, en un contexto en el que está subiendo el precio de la energía en toda Europa. En definitiva, ¿estamos en un contexto de incertidumbre? Sí. Pero desde el Gobierno lo que tratamos es de alejar los escenarios peores, apoyar a los más afectados, contener la inflación y que haya un reparto justo del impacto de la guerra.

-Está hablando de políticas que son muy diferentes de las que se aplicaron tras la gran recesión de 2008. Pero, a medio o largo plazo, ¿puede llegar el momento de los recortes?

-Todas las medidas que estamos adoptando tienen que ser compatibles con la senda de reducción del déficit y la deuda sobre PIB. Por eso estamos teniendo tanto cuidado al diseñar las distintas medidas.

-Esa senda parecía que se había olvidado...

-No, no. Tenemos una senda de reducción del déficit y de la deuda sobre el PIB, y estamos cumpliendo los objetivos. Somos un gobierno responsable. Es uno de los temas que he comentado con el señor López Miras, porque lamentablemente la Región de Murcia es la que tiene un mayor déficit, y es la segunda en términos de deuda PIB. Hemos hablado de la necesidad de hacer una gestión eficiente de los recursos públicos y de tener una buena disciplina fiscal.

-¿Hay atasco en la gestión de los fondos europeos? Hay voces que señalan que no terminan de llegar al tejido productivo. Por otro lado, López Miras ha reclamado equidad.

-La asignación de recursos se ha acordado en las más de cien conferencias sectoriales que hemos tenido con las comunidades. De hecho, la Región de Murcia no es la que tiene una menor transferencia por ciudadano. Se han transferido al Gobierno autonómico más de 500 millones de euros, y ahora lo importante es que ejecute esas inversiones con eficiencia. En la reunión [con López Miras, este viernes], lo que hemos abordado es cómo agilizar ese despliegue de las inversiones en el territorio. No solo de las inversiones de carácter más industrial, también las sociales: la vivienda social, las plazas de escuela de 0 a 3 años, las plazas de formación profesional. Todo lo que supone la inversión en el tejido social de la Región de Murcia. Este año se ha acelerado el despliegue de las inversiones y yo confío en que sigamos acelerando para que llegue efectivamente a toda la población. Este viernes he estado en la Universidad de Murcia visitando un proyecto de investigación que está financiado con los fondos europeos, con un programa de nuestro ministerio. Así que sí que están llegando. Hay más de 1.500 beneficiarios en la Región de Murcia de los fondos europeos.

-¿La crisis con Rusia puede obligar a replantearse algunos aspectos de las políticas de transición ecológica? Hay quien aboga, por ejemplo, por reimpulsar la energía nuclear. ¿Lo ve plausible en España?

-Ahí hay varias cuestiones. Con respecto a la energía nuclear, no se trata de una cuestión ideológica. En España, las empresas tienen unos calendarios de cierre de las centrales nucleares y no hay ningún interés en construir más reactores nucleares. Los costes actuales de construcción son muy elevados, y los riesgos muy altos, como vemos en Francia. El Gobierno no ha acelerado ningún calendario de cierre, y las empresas no han manifestado ningún interés en hacer las inversiones necesarias para prorrogar [la vida de las centrales]. En todo caso, se trataría de acciones con efecto a la largo plazo que no sirven para contener la inflación ahora, que es la prioridad en este momento. Por responderle brevemente, ante la situación que estamos viviendo y a la vista del chantaje energético de Putin, lo que tenemos que hacer cuanto antes es tener autonomía estratégica en el ámbito energético, y eso pasa por desplegar lo más rápido posible las energías renovables. En eso es en lo que estamos invirtiendo los recursos del Plan de Recuperación.

-¿El Gobierno de la nación ha iniciado una ofensiva para tratar de recuperar terreno político frente a Núñez Feijóo?

-No hago mucho caso a las encuestas, no es mi trabajo ocuparme de ellas. Pero llevo cuatro años y dos meses de ministra y no he dejado de estar en la calle, tratando con los ciudadanos, con las empresas. No veo un cambio en absoluto en un Gobierno que ha estado muy en contacto con la sociedad en este periodo tan intenso de nuestra historia. Francamente, para mí está siendo una gran decepción el señor Feijóo. Porque desde que ha salido de Galicia se ha alineado con las posiciones más extremas del PP. Me da la sensación de que no es muy consciente de lo que supone ser presidente del Gobierno.

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