Una mujer serena y «muy trabajadora» para presidir la UCAM
Solo cinco días después de perder a su esposo, la matriarca de la familia Mendoza se puso manos a la obra con los asuntos más inmediatos
El pasado lunes 23 de enero, solo cinco días después de perder a su marido y recién terminado el luto oficial, María Dolores García ... Mascarell sorprendió a todos en Los Jerónimos por su implicación y su determinación, al ponerse de inmediato a atender las obligaciones más urgente de la universidad. «Desde ese momento, ha trabajado sin parar», comentan fuentes de la institución universitaria.
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Aquel lunes se volcó ya desde primera hora en las tareas y reuniones pendientes, haciendo gala de una entereza de la que ya había dado muestras el día de la misa funeral celebrada el 20 de enero en la capilla del monasterio, ubicado en Guadalupe, cuando subió para ofrecer unas palabras a los cientos de personas que se habían congregado en la ceremonia celebrada en la sede de la UCAM, en una intervención donde llamó la atención por su expresión tranquila en esos momentos de pesar y dolor.
«No me hago a la idea de vivir sin él», afirmó. «Ha sido y es el amor de mi vida, y me ha enseñado a amar a Cristo primero para poder amarlo a él». Allí contó cómo, tras ser consciente de que la vida de su marido se apagaba, se encargó personalmente de llamar a un sacerdote amigo de la familia para pedirle que acudiera a darle el último adiós. «Ven si quieres verlo porque son los últimos momentos», le dijo.
Familiar, acostumbrada a mediar en conflictos y de fuertes convicciones religiosas, se ha mantenido siempre en segunda fila
María Dolores, a la que quienes tratan con mayor confianza llaman Lola, nació en el municipio del sur alicantino Albatera en 1957 y es madre de 14 hijos fruto de su matrimonio con el expresidente de la UCAM.
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Su figura ha estado presente en cada uno de los pasos que ha ido dando el proyecto desde su diseño hasta su consolidación y crecimiento, y cuentan sus hijos que participaba en la gestión y en todas las decisiones relevantes y estratégicas para el futuro de la universidad.
El contrapunto
Quienes la han tratado la definen como una persona templada y discreta, humilde y de gran inteligencia, que se ha mantenido siempre en un segundo plano y volcada en la familia. Su sosiego ha sido el contrapunto al comportamiento más impulsivo de José Luis Mendoza, conocido por sus enfrentamientos dialécticos y su beligerancia a la hora de defender sus postulados religiosos y los intereses de la institución docente, situándose en muchas ocasiones en el centro de la polémica mediática. De hecho, destacan de ella su capacidad de escucha y de resolución de conflictos.
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Su llegada a la presidencia por la decisión personal del fallecido cuenta con el respeto y el respaldo de todos los hijos, que acatan la decisión. Cabe recordar que habían circulado rumores sobre la posibilidad de que fuera alguno de los descendientes quien se hiciera cargo de la dirección de la UCAM. También cuenta con el respeto de los mandos intermedios de la universidad, que consideran que su tono más calmado puede alejar a la institución del ruido sin perder la hoja de ruta marcada por su fundador.
La matriarca de la extensa familia Mendoza participa de tan fuertes convicciones religiosas como su esposo, como miembro del Camino Neocatecumenal y promotora de los valores cristianos. Además, es una persona que goza de la misma estrecha relación con el Vaticano, que se extiende a toda la familia. De hecho, ha estado presente en los encuentros con los Papas Juan Pablo II, Benedicto XVI y Francisco que protagonizó José Luis Mendoza.
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En enero de 1991 fue enviada junto a su marido en misión a la República Dominicana por el Papa San Juan Pablo II, donde permaneció tres años en los que trabajó en zonas de pobreza y colaboró en la creación del Seminario Internacional Redemptoris Mater de Santo Domingo.
En 2007 fue condecorada, junto a su esposo, por el Papa Benedicto XVI con la Distinción de la Orden de San Gregorio Magno y en 2012 fue investida Doctora Honoris Causa por la Facultad de Teología Redemptoris Mater de Lima, en Perú, también junto a José Luis Mendoza.
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