Los edificios abandonados a medio construir en Lorca comienzan a salir de su letargo
En la céntrica calle Rebolloso se retoma la edificación de un bloque de siete plantas que será destinado a oficinas y apartamentos
Una malla negra ha cubierto durante casi 20 años la estructura inacabada de un bloque de pisos en la céntrica calle Rebolloso, que une la ... avenida Juan Carlos I y la plaza de Calderón. En 2007 la Concejalía de Urbanismo otorgó la licencia para la construcción de este edificio de oficinas, apartamentos y garaje, pero un año después la crisis inmobiliaria dejó la obra en un letargo que parecía eterno. Ahora el inmueble, que pasó a manos de la Sociedad de Gestión de Activos Procedentes de la Reestructuración Bancaria (Sareb), ha sido adquirido por el Grupo Alcaraz, una de las empresas que más facturan en Lorca, dedicada al transporte de mercancías y a la comercialización de cereales y harinas para alimentación animal.
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Las obras «requieren terminar la estructura de las dos últimas plantas» para levantar un edificio de bajo y siete alturas compuesto por cinco viviendas en las tres plantas superiores y oficinas en el resto, explicó a LA VERDAD la concejala de Urbanismo, María Hernández. El proyecto tiene un plazo de ejecución de un año.
El gerente de la empresa promotora, Manuel Alcaraz, dijo que tienen previsto trasladar a este bloque su sede, que en la actualidad se ubica en el polígono de Los Peñones, para «contribuir a la revitalización de la ciudad porque apostamos por Lorca», afirmó convencido.
Es consciente de que «la obra será mucho más cara que si la hiciésemos fuera del casco urbano» por la estrechez de la calle peatonal en la que se ubica el edificio y que complica los trabajos, la necesidad de cortar el tráfico en momentos puntuales para el acceso de camiones con materiales y por la presencia de vecinos en inmuebles contiguos y el trasiego de viandantes que les obliga a extremar todas las precauciones.
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Este bloque del que se ha desprendido la Sareb se une a otro de 24 viviendas, también a medio construir y situado frente al colegio Ana Caicedo, que estaba dando muchos problemas de okupación y de inseguridad que preocupaban a los vecinos del entorno. Tras salir a subasta, fue adquirido en abril por el Grupo Pydesa, que tiene previsto terminar la obra y vender los pisos.
El alcalde, Fulgencio Gil, puso sobre la mesa la situación de este tipo de inmuebles abandonados en la reunión que mantuvo en noviembre en Madrid con representantes de la Sareb para impulsar el desbloqueo de sus activos con la puesta en el mercado de viviendas y solares de su titularidad. El Ayuntamiento pretende que aumente el parque inmobiliario y la rehabilitación de edificios de gran interés que presentan un avanzado estado de deterioro para evitar el abandono y la okupación.
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Bloques inacabados
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Barrio de Los Ángeles Una de las torres junto al campus universitario en la que podrían obtenerse más de 50 pisos.
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Calle Musso Valiente Edificio con bajo, cuatro plantas y ático en la esquina con calle Donantes de Sangre.
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Calle Rebolloso Estaba prevista la construccion de siete viviendas en la esquina con la calle Murillo.
También que tengan una función social y asegurar el cumplimiento de las obligaciones urbanísticas de conservación y mantenimiento de esas viviendas.
A pocos metros del edificio Alcaraz, también en la calle Rebolloso, esquina con Murillo, hay otro bloque con la estructura sin terminar desde la crisis inmobiliaria de 2008, en el que estaba previsto construir siete viviendas y que sigue sumido en una profunda parálisis para desesperación de comerciantes y vecinos de la zona, por el aspecto de dejadez que da a la vía peatonal, una de las que aglutina más tiendas del centro. El ejemplo más llamativo es una de las torres situadas junto al campus universitario, que está inacabada. Es blanco frecuente de la okupación ilegal y son continuas las denuncias vecinales y la presencia de la policía, aunque podrían obtenerse más de 50 pisos en una zona de expansión de la ciudad. Otros bloques inconclusos en situación de abandono se encuentran en las calles Musso Valiente y Santa Paula.
Uno de los pocos casos en los que se ha retomado la construcción es el de un edificio situado en la calle Soler, próxima a la plaza del Ibreño, que también fue propiedad de la Sareb hasta su adquisición por una empresa constructora, que ultima la rehabilitación de 14 viviendas en tres plantas.
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Medida estética para Ucecon
El presidente de la Confederación Comarcal de Organizaciones Empresariales de Lorca (Ceclor), Juan Jódar, consideró «fundamental buscar viabilidad» para poner en valor edificios y residenciales que quedaron a medias, porque es «la manera más rápida» de generar vivienda y ponerla en el mercado en un momento con una acusada falta de oferta. «No podemos tener edificios en esqueleto cuando hay gente buscando vivienda», afirmó. Se refirió a activos inmobiliarios que tiene inmovilizados durante años la entidad estatal de suelo Sepes y la Sareb, y reclamó que se pongan a la venta con un precio que sea atractivo para los promotores y les permita edificar. Pidió a la Administración que «empuje para llegar a acuerdos entre esas entidades y las empresas».
Sin embargo, para el presidente de la Unión Comarcal de Empresarios de la Construcción (Ucecon), Jesús Abellán, la finalización de obras a medio construir es una actuación «más bien estética» para acabar con la mala imagen que dan las obras abandonadas, porque en el municipio hay bolsas de suelo suficientes para generar vivienda nueva. Reconoció que retomar este tipo de construcciones sí acorta los plazos de finalización de obra, porque ya se ha realizado el movimiento de tierras, la cimentación y la estructura. Según Abellán, el sector se enfrenta ahora al gran problema de los elevados precios de los materiales y la mano de obra, que frena las promociones nuevas.
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