Los ciudadanos de la Región de Murcia son felices, recelan de los políticos y prefieren salir a cenar que leer
La UMU realiza la primera gran encuesta sobre la calidad de vida y los hábitos de los ciudadanos de la Comunidad
La mayoría de ciudadanos de la Región se sienten «felices y satisfechos con su vida», prefieren acudir a un restaurante antes que leer o ir al teatro, expresan una gran desconfianza en la clase política y muestran un escaso compromiso con los movimientos de crítica y protesta.
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Esta son algunas de las conclusiones de la I Encuesta de Calidad y Hábitos de Vida de la Región de Murcia, elaborada por la Cátedra de Políticas Públicas de la Universidad de Murcia, a través de entrevistas telefónicas realizadas entre los días 9 de abril y 10 de mayo de 2024 a un total de 1.148 personas residentes en 41 de los 45 municipios.
El sondeo, presentado este miércoles por el catedrático de Ciencia Política y director de la Cátedra, Ismael Crespo, y por el consejero de Presidencia, Marcos Ortuño, es el primer gran estudio que ofrece datos empíricos sobre el bienestar, estado emocional, rutinas, preocupaciones y necesidades de la sociedad murciana. Una completa radiografía de la realidad social, económica y cultural de la Región que será tenida en cuenta por la Comunidad para la elaboración de sus políticas, según avanzó el consejero Ortuño.
Así, un 72,9% de los encuestados aseguran tener un índice de calidad de vida (ICV) alto, por solo un 0,5% que dicen tenerlo bajo. Los indicadores de bienestar con mayor puntuación son las relaciones personales (familia y amigos), la vivienda en la que se reside y la educación que reciben ellos mismos o sus hijos y nietos.
La felicidad del Altiplano
Por zonas, los habitantes del Altiplano (Yecla y Jumilla) se muestran como los más satisfechos, junto a los del Noroeste-Río Mula y la Huerta de Murcia, mientras que los niveles de calidad de vida más bajos los reportan los ciudadanos de la comarca del Guadalentín, que abarca todo el área de influencia de Lorca.
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Por contra, los indicadores con menor grado de satisfacción por parte de los murcianos son la seguridad, la oferta cultural y de ocio y el tiempo libre del que se dispone. Solo un 53,6% se muestran contentos con el grado de seguridad de su municipio, principalmente los vecinos del Guadalentín. No obstante, los autores del estudio destacan «la paradoja» de que, si bien los encuestados no muestran una satisfacción generalizada con la seguridad, tampoco esta aparece entre los factores señalados como más influyentes a la hora de alcanzar una calidad de vida plena.
Curiosidades
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Temor ante la IA La sustitución de puestos de trabajo por el avance de la robótica y de la inteligencia artificial es vista como un riesgo potencial por el 52,6% de los ciudadanos de la Región, según la encuesta. Los más preocupados son los trabajadores del sector público.
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Aplicaciones de citas Solo un 6,4% de la muestra confiesa utilizar con frecuencia aplicaciones de citas, como Tinder. Los que más, los jóvenes de entre 18 y 30 años residentes en la capital regional.
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Comida a domicilio Pedir comida a domicilio a través de aplicaciones no es una práctica común en la Región de Murcia, según la Encuesta de Calidad y Hábitos de Vida. Apenas un 38,2% las utiliza. Los que más lo hacen son los residentes en el municipio de Murcia.
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Plataformas de 'streaming' El uso de plataformas de 'streaming' para ver películas o series de televisión está extendido en la Región. El 65% las utiliza, aunque existe en este ámbito una destacada brecha generacional entre jóvenes y mayores.
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Actitud autocomplaciente El 61,8% de los encuestados que votaron al PP en 2023 creen que la Región está entre las autonomías más prósperas de España, algo que las estadísticas oficiales no corroboran. Pero es que el porcentaje es del 58,7% entre quienes votaron al PSOE, partido que lleva en la oposición casi 30 años. Los de Podemos, los más críticos.
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Ciudadanos «superactivos» Solo un 19,2% de entrevistados se sitúan en lo que la encuesta denomina «ciudadanos superactivos». Son aquellos que, dentro de un mismo mes, fueron a algún restaurante a comer o cenar, practicaron deporte, asistieron a un evento cultural y salieron de compras.
Por otra parte, el 65% de los encuestados afirman que se sintieron felices de forma frecuente en el último mes, aunque solo un 18,9% declaró serlo «siempre». Son porcentajes similares a los que señala el INE en sus estudios a nivel nacional. En este caso, los hombres (68,2%) declaran mayores niveles de felicidad recurrente que las mujeres (61,8%), especialmente las que tienen 65 o más años (56,7%). Si se compara a estas últimas con los varones de la misma franja de edad, ellos muestran unos índices de felicidad superiores en más de 13 puntos. De igual forma, siete de cada diez hombres de las franjas de edad comprendidas entre los 18 y 30 años y entre los 31 y 44 años presentan los porcentajes de felicidad más elevados.
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En ese sentido, el sondeo incluye datos que ayudan a responder a la eterna pregunta de si el dinero da o no la felicidad. Según el estudio, el 83,8% de los entrevistados que admitían tener una situación económica buena se sintieron felices «siempre o casi siempre» en el último mes. En el otro extremo, solo el 39,3% de los que declaraban ingresos bajos se sintieron recurrentemente felices.
Optimismo generalizado
Algo similar ocurre respecto al optimismo. El 80% de quienes reconocieron atravesar una situación económica favorable se muestran positivos ante el futuro, por solo el 66% de quienes viven mal estado financiero. En general, solo dos de cada diez murcianos se manifiestan como pesimistas.
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Otro epígrafe analiza la confianza de los murcianos tanto en la sociedad en general como en las instituciones y la clase política en particular. Aquí se observa un gran contraste. Casi la mitad de ciudadanos (48,5%) tienen un nivel de confianza alto en las personas, un porcentaje similar a la media nacional, según la Encuesta de Condiciones de Vida del INE. Los individuos de extrema derecha, así como los votantes de Vox, son los que tienen un porcentaje más bajo de confianza intersubjetiva.
La percepción cambia radicalmente cuando se trata de la clase política. Solo un 4,7% de entrevistados expresan una confianza alta en esta, un dato que está por debajo de la cifra nacional (12,7%), que ya se considera baja. «La Región parece expresar una actitud de especial distanciamiento respecto a la clase política, lo que puede incrementar la desafección, el extremismo y el apoyo a opciones populistas», advierten desde la Cátedra de Políticas Públicas. El mismo aviso se realiza al conocer los datos de valoración del sistema judicial. Solo un 30% muestra niveles de confianza altos, un porcentaje que sube al 40% entre los jóvenes de 18 a 30 años.
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Respecto a la conciencia cívica, la mayoría de murcianos que se implican en asociaciones (16%) lo hacen en colectivos de tipo lúdico-festivo, siendo residual el porcentaje que se afilia a organizaciones relacionadas directamente con el compromiso social (partidos políticos, sindicatos o asociaciones vecinales).
La dimensión de la hostelería
En cuanto a los hábitos cotidianos, salir a comer o cenar con familia y amigos es la actividad que más les gusta hacer a los murcianos. Un 85% de encuestados declararon haber ido a algún restaurante en el último mes. Ninguna otra actividad (compras, deporte, eventos culturales) alcanza la dimensión de la hostelería.
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Asimismo, un 54% reconoció haber leído al menos un libro en el último mes. «El hábito lector está menos extendido en la Región que en el conjunto de España, donde alcanza el 64%», explican los investigadores. Son las mujeres de entre 45 y 64 años las que en mayor proporción han leído en el último mes (65,7%), situándose los hombres de 65 o más años en el lado opuesto. Asimismo, un 60% declararon no haber ido al cine, al teatro o a conciertos en el último mes.
Preocupación ante el riesgo de un incremento extremo de temperaturas
La I Encuesta sobre Calidad y Hábitos de Vida dedica un capítulo a la percepción que tienen los ciudadanos sobre la Región, preguntando por las fortalezas y las debilidades, así como por sus principales factores de riesgo de cara al futuro.
Así, el clima fue señalado como el principal aspecto positivo por un 36,3% de encuestados, principalmente por habitantes del Guadalentín y el Campo de Cartagena, y menos por los del Altiplano. Esto se explica, según los autores, por el éxito de campañas turísticas como 'Murcia, donde vive el sol' y por la relación que se establece entre el calor y la producción hortofrutícola.
La forma de ser de la gente (18,1%), la tranquilidad para vivir (14,7%) y la gastronomía (13,3%) son otras de las fortalezas reseñadas, aunque con unos porcentajes inferiores al clima.
Por contra, como aspectos negativos fueron apuntados la ausencia de oportunidades de trabajo (23,7%), la mala imagen de la Región ante el resto del país (16,3%), la pobreza y falta de desarrollo (12,1%) y la calidad de los servicios públicos (9,9%). Tres de estas debilidades contrastan con los niveles altos de calidad de vida que perciben los ciudadanos a nivel general.
Respecto a la preocupación por la mala imagen de la Región en el resto de España, los investigadores observan que «hacen mella entre los murcianos la presencia de estereotipos o prejuicios que nos convierten potencialmente en objeto de crítica, mofa o señalamiento por parte de ciudadanos de otras autonomías».
Por otro lado, aunque el clima cálido es visto como un aspecto positivo en la Región, los ciudadanos se muestran preocupados por los efectos que puede tener el avance del cambio climático. De esta forma, ocho de cada diez participantes en la encuesta expresan su inquietud ante un incremento extremo de temperaturas, un factor de riesgo que ven con alta probabilidad de que ocurra. Los jóvenes de 18 a 30 años son los que más concienciados están ante esta situación.
Asimismo, un clásico de los problemas de la Región, la escasez de agua, aparece en segunda posición dentro de los elementos de riesgo. Un 62,4% vaticinan un escenario con menos recursos hídricos, siendo más alto el porcentaje en las comarcas del Guadalentín y el Altiplano.
La posibilidad de una guerra en Europa o de una nueva pandemia también aparecen entre los peligros que acechan, aunque en bastante menor medida.
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