«Eleazar lloraba de impotencia cuando volvía del campo»

«Cuando llegó la furgoneta, alguien dijo que había que esperar a que terminasen todos de trabajar para aprovechar el viaje. Los subieron, dejaron a cada uno de los trabajadores y, por último, lo dejaron a él». Anna, la hermana de Eleazar Blandón, el jornalero muerto el sábado de un golpe de calor en Lorca, relata con esta dureza a 'El País' los últimos minutos de la vida de este nicaragüense, de 42 años, padre de cinco hijos –uno en camino–. «Lo tiraron en el centro de salud ya desmayado».

La familia de Eleazar, que se dejó la vida en una finca agrícola el pasado sábado, cuando los termómetros llegaron a alcanzar los 44,4 grados, clama justicia desde su Nicaragua natal y denuncia las condiciones inhumanas que se dan en el trabajo en el campo. «Un día me llamó llorando: me llaman burro, me gritan, me dicen que soy lento», explica la mujer. «Él y sus compañeros lloraban como chiquitos de impotencia cuando volvían del campo».

El fallecimiento de este jornalero llevó ayer ante la justicia a su jefe, un empresario agrícola que fue detenido por un presunto delito contra los derechos de los trabajadores. Según explicaron fuentes de la Guardia Civil, Eleazar, que se encontraba en situación irregular en España, no estaba dado de alta. Tal y como pudo saber este diario, el sospechoso quedó ayer en libertad tras declarar ante el juez.

El fallecimiento de Eleazar ha reabierto el debate sobre las condiciones de trabajo en el campo y ha generado una oleada de reacciones por todo el país. Entre ellas, de miembros del Gobierno central. La ministra para la Transición Ecológica y Reto Demográfico, Teresa Ribera, publicó en un tuit: «Esto es horrible. No hay palabras y sí mucho que hacer». «Pienso en su hermana Ana, su esposa Karen, sus hijos... Es horrible», lamentó Ribera.

Esa publicación fue compartida por otra ministra, Yolanda Díaz, que ya se había pronunciado sobre la muerte el pasado domingo. «La seguridad laboral y las condiciones de trabajo dignas son prioridades» del Ministerio de Trabajo, manifestó su titular.

El consejero de Empleo, Miguel Motas, explicó ayer que este fin de semana el Instituto de Seguridad y Salud Laboral trató de personarse en la finca y que está realizando gestiones. «Tenemos un plan, un plan que se cumple», recalca. «Un plan que cumple tanto el sector de la agricultura como el de la construcción».

El grupo municipal de IU-V en Lorca reclamó ayer que el Ayuntamiento de la ciudad se persone como acusación particular en la causa penal por la muerte del jornalero. El portavoz de IU, Pedro Sosa, muestra su deseo de que la investigación vaya más allá y las responsabilidades no queden solo en el 'enganchador' o en el 'furgonetero' que empleó al jornalero y lo abandonó a su suerte en el centro de salud. «Detrás de esa figura del enganchador, siempre hay un empresario, una finca, una explotación, una marca..., y cada cual debe asumir la responsabilidad penal derivada de sus acciones o sus omisiones», remarca.

El Consistorio lorquino no descarta emprender acciones legales contra los responsables de la muerte del jornalero. Su portavoz, Isabel Casalduero, asegura que confía en la investigación abierta por la Guardia Civil y por la Inspección de Trabajo y Seguridad Laboral para esclarecer las circunstancias que rodearon la muerte y depurar responsabilidades. «Conforme vayamos conociendo más detalles de la investigación abierta, no descartamos tomar medidas al respecto», insiste la edil del PSOE.

Casalduero considera «imprescindible reforzar las medidas de control para que no vuelva a producirse un suceso como este». Y hace hincapié en que ello no solo beneficiará a los trabajadores, sino a las empresas y empresarios «que sí cumplen de manera escrupulosa».