José Oñate: Dos décadas buscando un barrio permeable
Perfil ·
Portavoz de la plataforma Cierran Mi Barrio. El florista, al frente de los comerciantes del barrio murciano de El Carmen, siempre ha incidido en la falta de aparcamientos públicosNo son pocos los que han tachado de oportunistas los postulados que defiende. Pero José Oñate, portavoz de la plataforma Cierran Mi Barrio de El Carmen, no se ha movido de sus planteamientos desde hace casi dos décadas, prácticamente las mismas que lleva al frente de la asociación de comerciantes decana de este castizo enclave. Ha sido precisamente la ejecución del nuevo Plan de Movilidad del Ayuntamiento de Murcia el detonante para que este veterano florista comenzara a reclamar en la calle lo que ha intentado lograr durante años llamando a las puertas de los despachos: soluciones para el aparcamiento más allá del Puente de los Peligros.
Oñate, de 56 años, abrió su tienda frente al jardín de Floridablanca hace más de un cuarto de siglo. Su familia, de origen humilde y obrero, llegó a este sector tras el declive industrial de la histórica Valeo. Fue entonces cuando su madre decidió recuperar una actividad que conocía bien y que su abuela había cultivado desde una pequeña parcela de La Arboleja: la de la producción y venta de flores. Pese a que estudió electrónica y electricidad, José encontró acomodo en el negocio familiar, hasta que él y su hermano estuvieron preparados para volar solos.
Fue desde su pequeño rincón de la calle Juan Antonio Fernández del Águila desde el que el florista acarició la idea de revitalizar comercialmente el histórico barrio, convirtiéndolo en una alternativa a zonas más consolidadas en este plano como Alfonso X o Trapería. Y lo hizo proponiendo la apertura de al menos un parking público en la zona, ante el déficit de plazas que había detectado, y frente a la competencia que ofrecía en este aspecto el centro histórico, que paradójicamente presentaba más facilidades para la llegada en coche de clientela.
Cuando apostaba por competir con el centro histórico, la llegada de los centros comerciales le complicó más la tarea
Sin embargo, apenas acababa de iniciarse en esta empresa cuando se encontró con que este eje comercial no solo no se acercaba al sur, sino se desplazaba más al norte, con la irrupción de hasta tres proyectos para el desarrollo de los centros comerciales, «sin ningún criterio en cuanto a los ratios de población», denunciaba. «No hay tarta para todos», añadía entonces.
A este «maltrato» al comercio tradicional le siguió una profunda crisis económica y una recuperación de la que este sector, acorralado por la venta 'online', no llegó a beneficiarse.
Después, la pandemia acabó de dar la puntilla a un buen número de pequeños establecimientos.
Pero José siguió defendiendo su idea, a la que ya había sumado otras propuestas para dar más permeabilidad a su barrio y frenar su degradación: la reapertura al tráfico del puente de Hierro, la ampliación de las aceras de la pasarela Miguel Caballero, la remodelación de la plaza Camachos o el incremento de las actividades de ocio, empezando por la recuperación del inmueble de los antiguos cines Floridablanca. Pero en esas estaba cuando se encontró por sorpresa con otro cambio de paradigma: no solo no se van a dar más facilidades al acceso en coche, sino que se busca reducir su uso para combatir la contaminación.
«Más de un tercio de la clientela de muchos negocios de esa zona viene de fuera», expone para calificar de «incompleta» una propuesta municipal que «no se nos consultó» y que centra sus esfuerzos en la mejora del transporte público. Pensó entonces, sin ánimo de coger ninguna bandera y ante la falta de relevo en su asociación, que no le quedaba otra que dar voz a los discrepantes. Absorbente está siendo una lucha que no tiene ni mucho menos el éxito asegurado.
«Llevo meses sin poder salir a practicar mountain-bike, que es lo que me relaja», explica José, que, tras divorciarse y con sus dos hijas ya criadas, ha decidido volver a vivir en su barrio de siempre, San Antolín. Tanto desde ahí como desde su negocio seguirá reivindicando lo que él siempre ha creído bueno para El Carmen, 'el barrio en mayúculas' de Murcia. El Defensor del Pueblo ya tiene en sus manos la propuesta de José.
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