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Francisco Martínez lee el periódico de LA VERDAD cada mañana. M. A. Aznar

Un siglo de vida en año bisiesto: «Le dije a un amigo que no tengo tiempo de morirme»

Francisco Martínez celebra que alcanza las tres cifras un día que sólo existe cada cuatro años y seguirá sumando recuerdos a una vida familiar cargada de optimismo

Natalia Moreno

Jueves, 29 de febrero 2024, 01:04

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Cada vez hay más personas que alcanzan los 100 años, y también hay unos cuantos que nacieron el 29 de febrero, pero son pocos los que reúnen estas dos características. Entre ellos se encuentra Francisco Martínez Sánchez, que vive en Espinardo y, pese a su edad, no deja pasar un sólo día sin leer el periódico de LA VERDAD.

Francisco, aunque lo llaman Paco, lleva muy bien eso de cumplir una centena. Nació en 1924 en un pueblo de Almería, aunque con escasos 11 años se trasladó con su familia a Murcia para poder estudiar y buscar trabajo. «Murcia para mí es lo mejor del mundo. No renuncio a mi tierra, pero esta es mi segunda patria», cuenta apasionado.

Nuevo pedáneo

La capital de la Región lo acogió tan bien que en 1970 lo nombran pedáneo de Espinardo: «¿Quienes sois vosotros para nombrarme alcalde sin contar conmigo?» Aunque no fue él quien eligió este cargo directamente, en cierto modo, cuando escribía sus peticiones a LA VERDAD reclamando mejoras para el barrio, ya lo estaba haciendo.

«Yo escribí artículos pequeños de cosas que pasaban. Eso me costó luego tener que ser pedáneo. Uno de los que escribí armó una revolución». Ese escrito que menciona era uno titulado 'El pantano de Santomera y su zona residencial'. Y, aunque ahora ya no escribe para el periódico, no deja de leerlo, con una lupa si hace falta, para no perderse ni una noticia.

Francisco Martínez leyendo el periódico con una lupa debido a su falta de visión. M. A. Aznar

29 de feberero

Su vida fue en todo momento agitada, pero feliz, ya que el hecho de nacer el 29 de febrero, un día que sólo existe cada cuatros años, ya le hizo ser diferente: «Mi madre fue original para eso. Debería haber nacido el día de antes, pero mi madre se esperó para que yo fuera famoso en mi tierra».

Tiene colgados dos globos que forman un 99 en la puerta del armario, que serán sustituidos por ese número 100 que Francisco ha esperado todo un año. Celebrará su cumpleaños dos veces, porque cuenta con tanta familia que tiene que dividirse: «Si junto a todos tengo a más de 70 entre hijos, nietos, bisnietos y hermanos». Parece que esta celebración va a ser la más especial de todas, pese a que su fecha de nacimiento ya sea de por sí original. «Hubo un momento en el que decía que había nacido el 29 de febrero y me trataban de 'chalao'», cuenta.

Artículos que escribió Francisco Martínez en LA VERDAD. M. A. Aznar

Sin embargo, no es su edad ni su etapa de pedáneo lo que más ha marcado su vida, sino su optimismo constante. Cuenta que su madre le enseñó que Dios aprieta pero no ahoga: «Busca el lado positivo de las cosas, que todo por malo que sea tiene un gramo de bueno y eso me ha funcionado muy bien, así estoy». Efectivamente, así está a sus 100 años sin ninguna enfermedad, con la mente funcionando casi a la perfección y una movilidad que sólo le obliga a llevar un bastón.

Vive con su mujer, lee el periódico que le traen a casa cada día y disfruta de la familia que ha creado a lo largo de este centenario de vida. «Hace poco me llamó un amigo y me dijo: «Oye, Paco. Qué te pasa que no te mueres». Le dije que no tengo tiempo, aún no me puedo morir».

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