El barrio Ronda Sur de Murcia exige que se aborden ya sus problemas de tráfico y equipamientos
Los vecinos creen que la apertura de General Ortín suavizaría los atascos en horas punta y reclaman el polideportivo prometido
Con una población de varios miles de habitantes, menos de dos décadas de vida y dividido administrativamente en tres juntas municipales –las de Santiago ... el Mayor, San Pío X y Patiño–, el de Ronda Sur es un barrio todavía por concluir, a juicio de sus residentes. La ausencia de ciertas infraestructuras y equipamientos, así como la necesidad de un mejor sistema de transporte público y movilidad en la zona, han llevado a su asociación de vecinos a alzar la voz seis meses después del cambio de gobierno en el Ayuntamiento de Murcia. Sus reivindicaciones no han surgido de ayer para hoy, sino que tienen ya una dimensión casi histórica, pero confían en que, más allá de la predisposición y las buenas palabras mostradas por los nuevos inquilinos de La Glorieta, las soluciones acaben por materializarse. A ello pueden contribuir, además, los proyectos que traiga consigo la conclusión de la obra del soterramiento del ferrocarril.
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La cuestión que podría tener una respuesta más rápida, a juicio de David Ruiz, presidente de la asociación vecinal, es la de la resolución de los atascos en horas punta que soporta el barrio. Es cierto que la reapertura del antiguo paso a nivel de Santiago el Mayor ha ayudado a aliviar la situación del tráfico, pero la salida a Ronda Sur a través de Miguel Ángel Blanco sigue convirtiéndose a diario en un cuello de botella para los vehículos que la enfilan desde el paseo de Florencia. «La verdad es que se han tocado varias teclas con los sentidos de las calles, pero se sigue armando la de San Quintín; esa combinación de viales no está bien pensada», señala Joaquín, residente del barrio a pie de calle.
Para Ruiz, la primera actuación en este sentido parece clara y no duda de su eficacia: abrir un acceso directo a la Ronda Sur desde General Ortín, liberando parte de la presión existente en torno al Hospital Mesa del Castillo. Desde la Concejalía de Fomento se apunta que ya manejan dicha propuesta y que la intención del Consistorio es la de construir una nueva rotonda de acceso, aunque sin precisar si el proyecto se encuentra en redacción o cuándo se licitaría este. Además, desde el Ayuntamiento proponen mejorar la entrada a Miguel Ángel Blanco completando la raqueta.
El Consistorio apunta que se estudia la construcción de dos rotondas y que el acuerdo de presupuestos incluye algunas peticiones
Esta mejora de la movilidad se completaría con otra dos patas: por un lado, la definitiva ejecución del carril bici proyectado en la zona, que debería conectarse con el del Infante, también pendiente. Pese a que estas eran propuestas que se arrastraban desde la etapa de Ballesta, las obras siguen aún sin adjudicarse, aunque desde el Consistorio aseguran que el encargo se materializará por fin en la próxima Junta de Gobierno. Desde la asociación de vecinos también piden una mejora del transporte público, ya que únicamente se encuentran cubiertos por el Rayo 80, «con un servicio insuficiente en horas puntas», añade Ruiz.
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Controversia en torno a la necesidad de más plazas de aparcamiento
El problema del aparcamiento en la zona de Ronda Sur y sus posibles soluciones generan controversias en el vecindario. Una de los proyectos del gobierno de José Ballesta era el de construir un parking disuasorio –de pago– en el solar existente entre la avenida Miguel Ángel Blanco y el paseo Pedáneo José Marín Serna, según recuerda David Ruiz, presidente de la asociación de vecinos. Se trata de un espacio que, de facto, ya es utilizado de manera provisional para el aparcamiento de vehículos. «Nos opusimos frontalmente, porque no estábamos dispuestos a desperdiciar solares municipales ubicados en el corazón del barrio en plazas de aparcamiento, cuando lo que necesitamos son equipamientos públicos; preferimos un instituto o un conservatorio», defiende Ruiz.
Sin embargo, una pequeña encuesta a pie de calle entre los residentes revela que las dificultades para aparcar en la calle son habituales y no tienen claro que retirar plazas sin alternativas sea una buena opción. «Es una necesidad para todos: comercios, residentes y pacientes de los centros sanitarios», señala Víctor. «Yo vengo a trabajar aquí todos los días y muchas veces no sé qué hacer con el coche», explica Jorge.
A la de la mejora de la movilidad se unen las demandas relativas a equipamientos. En el tejado de la Consejería cae la pelota de la construcción de un nuevo instituto de Secundaria, ya que la carencia de un centro de estas características obliga a los alumnos a desplazarse a otros puntos, en el entorno del Makro o más allá de la vía del tren. Sí es competencia del Ayuntamiento la edificación de un nuevo pabellón polideportivo cubierto, del que el barrio carece, y que incluso llegó a ser acordada por el Pleno a finales de 2019. Desde entonces siguen esperando los vecinos que se mueva ficha. Fuentes del Ayuntamiento indican que la redacción del proyecto se encuentra incluida en el acuerdo presupuestario con Podemos y esta, que no la ejecución, debería incluirse en los Presupuestos municipales del año 2022.
A falta de pabellón, el solar donde debería acometerse se utiliza como aparcamiento, pero es conocido casi como la 'piscina olímpica'. Ante los frecuentes charcos y barrizales que se montan en su interior y que perviven durante día, favoreciendo, por ejemplo, la aparición de focos de mosquitos.
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