Murcia, a la cabeza en venta de bicicletas de segunda mano: «Puedes ahorrarte miles de euros»
La demanda prolifera especialmente durante la época estival y alza a la capital de la Región como la tercera ciudad de España con mayor facturación
María Ramírez
Lunes, 14 de agosto 2023, 07:16
Murcia se mueve cada vez más en bicicleta. La masificación de vehículos, la falta de aparcamiento y el alto coste del combustible están reformulando la movilidad a golpe de pedales. Un cambio de hábito visible a pie de calle, donde los carriles segregados acogen un aumento de usuarios que han pasado del volante al manillar.
Esta alternativa sostenible queda patente en la facturación de las empresas dedicadas a la venta de velocípedos, en especial las de segunda mano. Y es que a la hora de su adquisición, el ahorro inclina a los clientes hacia el mercado de ocasión. Un incremento que ha aflorado mayormente durante la época estival y que ha alzado a la capital de la Región como la tercera ciudad de España con más ventas de este tipo de producto, según un estudio de Cash Converters. Este análisis revela que el municipio registra un 11% de lo vendido a nivel nacional y que tan solo Barcelona (35%) y Madrid (14%) le ganan la carrera.
El buen tiempo hace proliferar los pedidos, que concentran su punto más álgido entre junio y septiembre. Es en este periodo cuando el ciclismo gana un buen cupo de adeptos que se animan a adquirir una «para pasear, dar una vuelta por la costa o dejarla en la residencia vacacional», explica Arturo Pérez, gerente de la tienda Con2pedales, ubicada en pleno corazón de Murcia. Unas motivaciones que unidas a la conveniencia económica propician tanto la demanda que «a veces entra una por la mañana y esa misma tarde ya le he dado salida».
Gran ahorro para el bolsillo
El presupuesto para invertir en un modelo de segunda mano reduce considerablemente el tique: el descuento sobre una nueva oscila del 50% al 70%. «El precio varía dependiendo de las condiciones; si es un poco antigua el ahorro es incluso mayor», razona Arturo. Una cuestión que avala Juan José Calatayud, propietario de Bicicletas Borrascas: «Sale muy rentable porque te estás llevando una que puede llegar a estar como nueva por mucho menos». En su local de Puente Tocinos aterrizan usuarios que buscan una alternativa para paliar el gran gasto que supone una a estrenar, ya que las etiquetas marcan unas cifras «cada vez más altas».
El segmento de clientes ha ampliado su horizonte y cuenta con unos perfiles de lo más variopintos. «No hay que pensar que solo vienen los que empiezan en el mundillo; hay personas muy experimentadas que, debido al tipo de producto que le interesa el importe asciende tanto que con una seminueva se ahorran miles de euros», apunta Juan Antonio Rejas, empleado de Bicicletas Borrascas.
La amplia exhibición de este establecimiento refleja la necesidad de dar respuesta a ciclistas con distintos propósitos y condiciones de compra: «Hay quienes vienen a por las más baratas, que son las de montaña. Estas parten de los 150 euros más o menos. Otros, en cambio, optan por las de carretera eléctrica o montaña eléctrica, que no bajan de los 2.000 euros». Estos precios de base aumentan en función de aspectos como la antigüedad, pero como expone Juan Antonio, por norma general «si tiene menos de un año podríamos obtener un 35% de descuento, y a partir de tres años estaríamos hablando de la mitad». La estación también marca el flujo de venta: «En invierno se mueve más la de montaña, mientras que en verano son las de carretera y paseo», detalla Juan José.
Los ciclistas playeros aumentan la caja durante los meses de junio, julio y agosto. La exposición a la humedad y al salitre acelera la corrosión de las piezas metálicas, lo que conlleva un deterioro a largo plazo. Este desgaste provoca que la inversión en un modelo nuevo resulte menos atractiva. A este grupo se suma el cliente que tan solo está interesado en emplearla para desplazamientos cortos: «Muchos vienen porque quieren tener una opción rápida y sencilla para moverse, como los limpiadores, que tienen que ir a varios domicilios la misma mañana», especifica el gerente de la tienda Con2pedales.
Una opción antirrobo
La estética pierde terreno en la elección. Es lo que le ocurre a aquellos compradores que tienen previsto dejarla aparcada a la intemperie y temen que sea objeto de sustracción. «Algunos de nuestros clientes son trabajadores que las colocan en la calle mientras cumplen su jornada laboral, por lo que cuanto menos llamativa sea, menor será el reclamo a la hora del robo», explica Arturo Pérez. El mismo escenario ocurre con los estudiantes de intercambio. El uso temporal propicia la preferencia por el factor ahorro y no por su atractivo, ya que al finalizar el curso «no se la llevan de vuelta a casa y no quieren que el gasto sea muy elevado».
En ambos casos, lo que más interesa al consumidor es que «estructuralmente tenga un buen funcionamiento» y pueda utilizar el vehículo con «total tranquilidad». Una cuestión que está siempre garantizada, ya que antes de exponerse en el local pasa por una minuciosa revisión. Las predilectas suelen ser modelos más antiguos y con un toque urbano. La inversión media de esta clientela ronda los 80 euros y rara vez sobrepasa las dos cifras, lo que supone una rebaja de hasta el 70% con respecto a una nueva, que pasaría a costar varios cientos de euros.
Con una cartera cada vez más ajustada, el mercado de la segunda vida se postula como una opción asequible y sostenible para aquellos que se suman al pedaleo. Y es que aunque Murcia está todavía muy lejos de la imagen que proyectan ciudades como Ámsterdam o Copenhague, sus carriles ciclables son testigo de un cambio de hábito 'in crescendo'.
Medidas para proteger a la comunidad ciclista
La consolidación de las bicicletas de segunda mano como una alternativa económica y ecológica afronta un nuevo desafío: controlar la venta para evitar la circulación de productos sustraídos. Miguel Ángel López, vocal de la asociación Murcia en Bici, insiste en la necesidad de acudir a tiendas responsables, donde se firme un contrato entre vendedor y comprador. Todo ello para combatir que alguien haga su agosto comercializando con género robado. A medida que más ciudadanos se animan a subirse al sillín, resulta indispensable implementar más medidas, ya que «no sería la primera vez que alguien va paseando y dice: 'Anda, pero si esa es mi bici'».
En este sentido, gana popularidad 'BiciRegistro nacional', una página web coordinada por la Red de Ciudades por la Bicicleta que permite a los usuarios introducir los datos de su vehículo para poder localizarlo en caso de pérdida o sustracción en todo el territorio nacional. Sin embargo, aunque Murcia se unió a esta propuesta en 2014, tan solo un año después dejó de actualizar su página, a diferencia de otros lugares adscritos como Zaragoza, donde continúa vigente. «Está claro que este sistema no erradicaría el problema pero sí que sería una gran herramienta para la recuperación y control», argumenta Miguel Ángel. Por ello, insta al Ayuntamiento a que tome cartas en el asunto para fomentar una comunidad ciclista «responsable» y, ante todo, «protegida».
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