Cinco puntos negros del tráfico en Murcia (y cinco soluciones que propone el Ayuntamiento)
Más allá de la congestión de la A-30, un puñado de accesos a la urbe registran una gran afluencia de tráfico que el Consistorio trata de manejar
No cabe ni un coche más. Esa es la sensación que ofrece en determinados momentos el viario de la ciudad de Murcia, incluyendo tanto las calles del casco urbano, como las grandes avenidas de acceso y las rondas de circunvalación. Las obras de movilidad para la construcción de los nuevos carriles bus y bici comprimieron y enrevesaron la circulación en las primeras, desviando buena parte del tráfico a las segundas y terceras. El signo más visible de esta dinámica es la creciente afluencia de vehículos en la llamada Ronda Oeste -conformada por diversos tramos a las autovías A-30 y A-7 a su paso por Murcia-, vía que soporta, a su paso por el nudo de Espinardo, el mayor volumen de tráfico de la Región de Murcia -126.000 vehículos diarios- y en el que ya es posible encontrar atascos casi a cualquier hora del día.
Basta cualquier pequeña colisión o vehículo orillado en el arcén para que la fluidez en esta vía adquiera tintes de hora punta o convierta las salidas o entradas al trabajo en un pequeño viacrucis automovilístico. Y claro, cuando la circunvalación estornuda, las arterias y calles de la ciudad, se constipan... y viceversa. En una ciudad en la que el parque móvil no deja de crecer, parece más que claro que una mejora estructural de la situación pasa por sacar coches de la circulación. A ello debería contribuir una mejora del servicio de transporte público, pendiente de una mejora sustancial desde hace demasiado tiempo, que aproveche el potencial de los nuevos carriles segregados y lo convierta en una alternativa real y competitiva frente al vehículo privado.
No obstante, el Ayuntamiento plantea la necesidad de acometer los arcos norte y noroeste para reducir la presión sobre la Ronda Oeste y la ejecución del tercer carril de la A-7 a su paso por Espinardo para evitar el efecto embudo que se produce en el nudo. Sin embargo, no todas las congestiones circulatorias se producen en la principal circunvalación de la ciudad. Cinco son al menos puntos negros para el tráfico de la capital que sufren a diario un buen número de conductores y que se encuentran, de hecho, bajo el punto de mira del Ayuntamiento.
Se trata del acceso a la zona de Mariano Rojas desde la A-30, el eje de Ronda Norte -incluyendo la plazas de Castilla y Emilio Díez de Revenga-, el entorno del Rollo en el barrio del Carmen, el eje de Ronda Sur -culminando en la rotonda de MediaMarkt- y la avenida Miguel Indurain, focalizada en el área del puente con el río y en la conexión con la avenida de la Azacaya
Todos ellos tienen, como denominador común, su ubicación en la confluencia de vías de acceso a la ciudad que sufren el mencionado efecto embudo. Los 21 kilómetros que conectan estos enclaves se pueden recorrer en poco más de media hora sin tráfico, según indica la aplicación 'Google Maps', un periodo que en la hora punta de una mañana normal se dobla hasta la hora, según ha podido comprobar LA VERDAD. Y la situación podría ser incluso peor -según lo visto en los últimos años-, de no ser por las medidas de regulación semafórica y señalética que el Consistorio ha ido adoptando recientemente que han mejorado su fluidez. Y prepara más. «Acabar con los puntos negros es una prioridad de este gobierno», defiende el concejal de Movilidad, José Francisco Muñoz. El reto real pasa por la solución estructural de sacar coches del asfalto.
Entrada de la autovía a Mariano Rojas
-
El problema
Confluyen en este tramo de enlace -en la avenida Doctor Pedro Guillén y su raqueta- tres corrientes de tráfico, dos procedentes de la A-30 y una tercera con origen en la pedanía de La Albatalía. Ello provoca, según reconoce el Consistorio, «importantes conflictos, retenciones temporales y un detrimento de la seguridad en la calzada de la citada autovía en sentido Albacete».
-
La solución
El servicio municipal de Tráfico tiene en estudio una propuesta para crear, a la altura de la raqueta, un tercer carril de entrada de giro obligatorio a la derecha hacia Mariano Rojas. Se está a la espera de la autorización formal del Ministerio de Transportes y Movilidad Sostenible para tomar datos e impulsar una actuación conjunta, ya que todo el enlace es de titularidad estatal.
El Rollo
-
El problema
Ha sido en las últimas décadas uno de los puntos con más tráfico urbano. Registra buena parte de las entradas y salidas del Carmen y hacia la estación, con la A-30 y la carretera de Alcantarilla como ejes canalizadores. Las obras de los carriles bus aumentaron las retenciones al reducir la capacidad viaria, especialmente en las calles Floridablanca y Cartagena.
-
La solución
Con la vista puesta en el coche, Movilidad optó por suprimir el carril bus de entrada por Ciudad de Almería, habilitando dos carriles de salida hacia la A-30. Mientras, se tomaron medidas semafóricas para evitar bloqueos en la plaza Ingeniero de la Cierva y se creó una superrotonda para separar los flujos desde la autovía y la carretera de Alcantarilla. No obstante, la gran revolución llegará con la reconfiguración que traerá los nuevos accesos a la estación de tren.
Ronda Sur
-
El problema
La rotonda que regula la intersección de Ronda Sur con avenida de Los Dolores y otras vías del Infante es uno de los puntos que registra uno de los principales flujos de entrada y salida de la ciudad, al canalizar tanto tráfico que accede o sale de Miguel Indurain como de la A-30, lo que complica en buena manera la incorporación a la glorieta. La alta densidad se extiende, además, a todo el eje hasta la rotonda de la carretera de Santa Catalina.
-
La solución
Es la rotonda de MediaMarkt uno de los puntos cuenta a diario con regulación de agentes de la Policía Local. No obstante, se instalaron semáforos en el interior de la glorieta con fases específicas y dinámicas, que se adaptan a cada momento. No obstante, hay que tener en cuenta que el tráfico de Ronda Sur se reordenará en los próximos años con la prolongación de las avenidas General Ortín y Miguel Ángel Blanco hacia el Carmen.
Cruce de Miguel Indurain con Beniaján
-
El problema
Esta intersección, que ha visto crecer notablemente su tránsito tras la apertura del tramo de autovía del Reguerón, da accesibilidad a las pedanías de la Costera Sur y soporte al tráfico hacia la costa desviado del Puerto de la Cadena. Además, soporta el ya de por sí intenso tráfico de circunvalación de la propia Miguel Indurain, que se ralentiza en la salida del puente sobre el río, por el giro hacia la Fica.
-
La solución
Precisan desde la Concejalía de Movilidad que ya se han acometido medidas semafóricas tanto para liberar los carriles de giro como para mejorar la fluidez en horas punta. Sin embargo, la principal actuación que planea el Consistorio es la modificación de los carriles bici de Miguel Indurain -en estudio-, con la que se pretende generar un incremento de la capacidad de todo el eje.
Plaza Emilio Díez de Revenga
-
El problema
Es el eje -con 85.000 vehículos diarios- que articula el tráfico hacia el centro desde la A-30 y Miguel de Cervantes, hasta acabar en el gran 'partidor', la plaza Circular. En superficie desde la autovía, pese al túnel de plaza de Castilla, solo hay un carril de entrada. El flujo de avenida de la Libertad se ha enrevesado por Díez de Revenga con el nuevo carril bus.
-
La solución
Por un lado, se han marcado cuadrículas en Miguel de Cervantes para acceder a Santa María de Gracia, reduciendo conflictos de fluidez que se puedan contagiar. En el entorno de Díez de Revenga se han adoptado medidas semafóricas y se planea establecer el doble sentido en la calle Batalla de las Flores, hasta la calle Aljada, para dar salida directa hacia Primo de Rivera sin pasar por la citada plaza, evacuando hasta un 20% de los vehículos.
¿Tienes una suscripción? Inicia sesión