Los sanantoneros de Cartagena sacan pecho en un documental
La cinta recoge la historia de este barrio de acogida, desde su fundación en el siglo XVIII, a través de los testimonios de 50 vecinos de diversas procedencias
Pueblo de acogida desde su fundación a finales del siglo XVIII para alojar a cuantos españoles vinieron a buscarse la vida a una Cartagena próspera, en crecimiento por las construcciones militares y las demandas de oficios del Arsenal. Esta singularidad confiere un carácter extraordinario a lo que ahora es el barrio de San Antón y sus gentes, que junto con Santa Lucía y la Concepción se constituyeron en aquella época para dar cobijo a los nuevos vecinos ante el crecimiento demográfico de Cartagena.
Tres siglos después y con realidades distintas, el barrio sigue abierto a la convivencia entre culturas y nacionalidades. De los 45.718 habitantes censados en la demarcación de San Antonio Abad, 5.060 son extranjeros, según datos del padrón municipal. La población inmigrante supera el 12%, en especial de origen magrebí.
Si bien las señas de identidad del barrio quedan diluidas ante la diversidad, hay un denominador común para todas las historias personales que han dado vida a San Antón, y que ahora se recogen en un documental. «Estaban unidos todos bajo el mismo patrón, que era ganar el pan», asevera en el proyecto audiovisual el historiador y arqueólogo Miguel Martínez Andreu, en referencia a los años de constitución del barrio.
El tejido asociativo impulsa un renacimiento tras décadas de decadencia urbanística
Un patrón extrapolable a la actualidad, que junto a la historia del pueblo y el resto de valores que acentúan su excepcionalidad, así como el declive urbanístico de las últimas décadas y la necesaria regeneración, los colectivos vecinales han querido inmortalizar para que no se olvide su esencia.
Dan testimonio 50 sanantoneros de sentimiento y diversas procedencias, culturas, religiones, etnias y edades, que coinciden en la «amabilidad y el respeto en la convivencia», destaca el autor del trabajo, el antropólogo Diego Fernández.
«Pese a que tengamos una imagen conflictiva de San Antón, la gente se ayuda cuando lo necesita porque hay un fuerte vínculo comunitario. Aún se miran a los ojos entre generaciones», añade Fernández, tras año y medio realizando entrevistas con su asociación Redin. La parte documental la aportan Martínez Andreu y la historiadora María Soledad Puche.
Participación vecinal
San Antón ha sido una referencia para todos los cartageneros por su antiguo Casino y ahora local social, el bautizo de los animales, su pulpo y los rollicos, así como la romería o el baile del vermut. Son edificios emblemáticos la antigua cárcel, la iglesia, el antiguo colegio El Cuco, la Hospitalidad de Santa Teresa y el cementerio, que fue el primer camposanto público en el municipio. Ahora disfruta de otros puntos de encuentro como el Huerto Comunitario, impulsado por la asociación cultural Baladre, o los colectivos de Mujeres Entrelazadas y Bolilleras.
La finalidad de este documental, que se proyectará en las fiestas del 6 al 17 de enero, e incluye una web, es «dar visibilidad al barrio y romper estereotipos», destaca Juani Martínez, impulsora de esos colectivos y vocal en la asociación vecinal, presidida por Fernando Gallego: «Es una manera de que los vecinos nuevos, que han venido para quedarse y han arreglado viviendas abandonadas, conozcan los orígenes de su barrio. Y de que los mayores de San Antón sepan la realidad de quienes llegan», puntualiza.
Tras años de declive, los promotores de este trabajo conjunto advierten un resurgimiento del barrio gracias a la participación vecinal. Pero critican una histórica falta de inversiones municipales. Denuncian también el abandono del antiguo centro de salud, las dobles alturas de muchas aceras que limitan la movilidad y la cantidad de solares abandonados y sucios. Uno de ellos es el que hay frente al Casino, que reclaman convertir en un parque con pistas deportivas.
¿Tienes una suscripción? Inicia sesión