Basuras y escombros evidencian el bloqueo de las casas previstas detrás de Mandarache en Cartagena
Los terrenos llevan más de diez años listos para construir en ellos y sin que la Concejalía pueda designar un promotor que los urbanice
Materiales de derribos y mobiliario desvencijado se amontonan junto con botellas de plástico, latas de refrescos, vigas de madera y todo tipo de desechos en ... los terrenos situados detrás del centro comercial Mandarache. En ellos, lleva más de una década proyectado y sin salir adelante, el Ensanche Norte de Cartagena. En los planos que los técnicos de Urbanismo tienen guardados en un cajón del Edificio Administrativo San Miguel, está planeada una vasta sucesión de urbanizaciones que albergaría 4.125 viviendas. También hay una zona de uso público reservada desde 2020 para un recinto ferial, en el que está previsto que se celebren en el futuro las fiestas de Carthagineses y Romanos. Pero a día de hoy esos planes están muy lejos de concretarse, según confirmó a LA VERDAD un portavoz de este departamento.
Publicidad
«Seguimos con el lento proceso de localizar y notificar a los propietarios de las parcelas que tenemos intención de sacar adelante el proyecto de urbanización», explicó este portavoz. «Pero resulta muy complicado y en estas condiciones no podemos dar una fecha para designar un promotor que continúe con el trazado de las calles. Mucho menos saber cuándo tendría lugar la reparcelación y la construcción de las primeras viviendas», añadió. El Ensanche Norte fue ideado hace 15 años por el Área de Urbanismo, que por entonces dirigía ya Jacinto Martínez Moncada. El espacio destinado a usos comerciales es el único que se ha desarrollado hasta el momento.
Para tenerlo claro
-
Urbanización. Paralizada desde que en 2012 quebró la promotora que llevó a cabo los primeros trabajos.
-
Reparcelación. Complicada por el fraccionamiento de los terrenos. El Ayuntamiento contacta poco a poco con los dueños.
-
Construcción. No se vislumbra cuándo podría haber casas allí, lo cual consolida el depósito de basuras en la zona.
En él se encuentra el Centro Comercial y de Ocio Mandarache, que abrió en 2011. Por detrás hay una parcela de 75.000 metros cuadrados que figura como cesión al Ayuntamiento para equipamientos. En el tiempo transcurrido se ha hablado de infinidad de posibles usos; desde un Centro de Desarrollo Turístico, hasta una comisaría, la Ciudad de la Justicia y, ahora, un recinto ferial con zonas de aparcamientos, que sería utilizado en septiembre para acoger el campamento de las fiestas históricas.
Restos de muebles y de construcciones, botellas de plástico, latas de refrescos y vigas de madera se amontonan en los solares
Primer movimiento de tierra
El proyecto parecía encarrilado en 2010, cuando la promotora Belop asumió las tareas de urbanización. Inició movimientos de tierra con maquinaria pesada, para trazar las principales vías de comunicación, entre la Avenida de Víctor Beltrí y la carretera de La Asomada, camino de la F-37 que lleva a Cabezo Beaza y La Aparecida. Pero la crisis de 2010 se llevó por delante a esta empresa. También supuso un fraccionamiento de la propiedad de los solares, con la entrada de entidades de crédito que se quedaron con ellos al embargar a sus propietarios.
Publicidad
La compra de 250.00 metros cuadrados de terrenos por parte de Agrourbana Carthago en 2017 pareció que iba a dar un impulso al proyecto, pero finalmente no sucedió nada relevante. En los últimos dos años, el Ayuntamiento intenta poner de acuerdo a todos los dueños, para dar viabilidad al proyecto original. «Sin embargo, todavía tardará algún tiempo», indicó la fuente consultada.
Refuerzo del control
La ausencia de un horizonte temporal claro para este proyecto hace que toda la zona se llene de escombros y basuras, a cuyos responsables el Ayuntamiento no puede sancionar si no los pilla 'in fraganti'. La creación de una unidad de la Policía Local, especializada en delitos urbanísticos y medio ambientales tiene por objeto reforzar, dentro de unos meses, la vigilancia de este tipo de conductas ilegales, que contravienen también la normativa municipal sobre la gestión de residuos.
Publicidad
Las basuras se acumulan en la prolongación de la Vía Verde del Barrio Peral, por donde discurría la vía del tren y que el Ayuntamiento quiere convertir en un paseo. También hay montones de distintos tipos de residuos a ambos lados de la carretera que pasa por debajo de la vía del ferrocarril y junto a una zona en la que se hizo una repoblación de pinos que curiosamente empieza a dar sus frutos. Desde el Ayuntamiento aseguran que hacen todo lo que pueden por mantener a raya este tipo de conductas incívicas. Sin embargo, la falta de efectivos de control y vigilancia permiten la proliferación de depósitos irregulares de residuos de todo tipo.
Los vertederos ilegales se consolidan y se llenan de ratas
Una masa arbórea de dos metros de alto recubre ya el vertedero ilegal de Los Segados, junto a la rambla del mismo nombre, en el límite de Cartagena con Fuente Álamo. Su estado casi integrado en el paisaje es solo una muestra de la consolidación de los depósitos irregulares de escombros y otros restos que persisten diseminados por el término municipal de Cartagena. En idéntico estado se encuentra el depósito de restos de materiales de construcción, sacos de arpillera llenos de arena de dudoso origen y alicatados varios, en la confluencia del Eje Transversal con la carretera de la Media Sala. Son depósitos que existen desde hace cuatro o cinco años y que ni el Ayuntamiento ni la Administración Regional han conseguido eliminar.
La última evaluación sistemática de la situación, realizada por el Ayuntamiento indicaba en 2020 que los parajes en los que había vertidos irregulares abarcaban más de cien hectáreas.
Los expedientes sancionadores iniciados por el Ayuntamiento, las órdenes de suspensión de actividad y el precinto de parcelas que acogen este tipo de restos no han supuesto la restauración ambiental y paisajística de estos parajes. Solo han conseguido paralizar, en algunos casos, la llegada de más restos, pero no han supuesto la retirada de los ya existentes. En esta misma situación se encuentra la zona del barranco de Orfeo, a espaldas del Hospital Santa Lucía y en la falda de la Sierra Minera que da a Lo Campano.
Excepción en Los Mateos
Las estribaciones del Cerro de los Moros que dan al Barrio de Santa Lucía, que habitualmente han sido también zona de depósito irregular de residuos, lucen en estos días limpias y despejadas. «Es porque el Ayuntamiento ha acordado un dispositivo de limpieza con diversos colectivos», indicó a LA VERDAD la asociación de vecinos.
Prueba LA VERDAD+: Un mes gratis
¿Ya eres suscriptor? Inicia sesión