«La carne es esencial y nunca puede faltar»

Los negocios familiares están sufriendo de forma especial las complicaciones que ha traído la crisis sanitaria motivada por la expansión del coronavirus. Sin embargo, la solidaridad se impone en muchas ocasiones a cualquier situación difícil.

Un ejemplo de ello se encuentra en el barrio del Infante Juan Manuel de Murcia. En la avenida San Juan de la Cruz atiende desde hace décadas a sus clientes la carnicería Núñez. Los primeros pasos de este establecimiento datan de 1975.

«El negocio lo fundó mi marido hace 45 años y ahora soy yo la que sigue con la actividad», recuerda a LA VERDAD Encarna Ortiz Prior, dueña de la tienda en la actualidad. Como todo negocio de barrio, el trato con los clientes es especial. «Más íntimo. A muchos los conocemos desde hace décadas», precisa Encarna. Al decretarse el estado de alarma, muchos de los que acudían a por carne a este negocio empezaron a llamar por teléfono temerosos de la incierta situación que se avecinaba.

«La carne es esencial y nunca puede faltar. En primera instancia, pensamos que podíamos preparar los pedidos y que la gente los recogiera en la puerta viniendo en coche, pero después nos decidimos a poner en marcha un servicio a domicilio gratuito con el que llevamos nuestros productos a la misma puerta de quien nos lo pide», recuerda la dueña.

A la semana atienden más de una docena de encargos con esta modalidad. «Además, seguimos abiertos para atender de forma presencial a todo el que lo necesita». Por medio de la aplicación móvil Bizum aquellos que realizan encargos para llevar pueden pagar y en casa reciben lo que han solicitado. «Mandamos una foto del tique con el detalle del encargo». Sus productos ya han llegado a zonas como la Gran Vía, San Pío X, Santiago el Mayor y el barrio del Carmen.

En Núñez trabajan en la actualidad cuatro empleados. «Llegamos a tener cinco establecimientos, pero no nos rendimos. No vamos a dejar de lado a nuestros clientes», avanza convencida Encarna Ortiz.