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Marina Zamora
Día Mundial Contra el Cáncer de Mama

Así ha cambiado el cáncer de mama en la Región de Murcia en 40 años

La Comunidad registró 997 diagnósticos de esta enfermedad en 2022, que lleva creciendo entre las mujeres desde los años 80, aunque las mejoras diagnósticas elevan la supervivencia al 86%

Jueves, 19 de octubre 2023, 01:26

Hace tres años, en 2020, el cáncer de mama femenino se convirtió en el tipo de cáncer más comúnmente diagnosticado en el mundo: alrededor de 2,26 millones de mujeres lo padecieron y cerca de 685.000 murieron por esta causa. En 2022, en la Región fueron casi un millar las personas diagnosticadas, concretamente 997 frente a las 980 del año anterior, una cifra que constituye un eslabón más en la cadena de la tendencia al alza que se viene registrando desde hace más de 40 años en esta enfermedad de la que hoy se conmemora el Día Mundial. De hecho el número de casos se han multiplicado por 4,3 desde principios de los 80 (hubo 231 diagnósticos en 1983), mientras la población de mujeres lo ha hecho por 1,5. La Asociación Española Contra el Cáncer (AECC) achaca este ascenso a dos motivos fundamentales: la mejora de las capacidades diagnósticas y una cada vez mayor esperanza de vida. «No hay que olvidar que el principal factor de riesgo del cáncer de mama es la edad», subraya el presidente de esta Asociación en la Región de Murcia, Manuel Molina Boix.

A pesar de la alta incidencia de esta enfermedad, la mayoría de los pacientes con cáncer de mama tienen un buen pronóstico y una alta probabilidad de supervivencia, siempre que se les detecte la enfermedad en una etapa temprana y que tengan acceso al tratamiento correcto.

En España, el pasado año hubo 34.750 nuevos casos diagnosticados, según la Sociedad Española de Oncología Médica, lo que supone 144 por cada 100.000 mujeres. La Región de Murcia, por su parte, destaca por ser la comunidad con menor tasa de incidencia del país, manteniéndose en niveles bajos de forma sostenida en el tiempo. Aun así, el cáncer de mama es el más frecuente entre las mujeres de la Región, con un peso relativo sobre el total de casos de cáncer similar a la media nacional, de tres de cada diez. Además, el crecimiento de su incidencia a lo largo de los últimos 40 años muestra diferencias notables respecto a otros tipos de tumores malignos. Mientras en los de colon, pulmón o cuerpo uterino la subidas han sido moderadas, los de mama ascienden de forma sistemática a razón de dos casos más cada año.

Esta situación no es específica de la Región de Murcia, ya que a nivel nacional mantiene el mismo ritmo de crecimiento. El cáncer de mama ha presentado un incremento progresivo que lo ha llevado a suponer cerca del 30% del total de cánceres en mujeres, con una mortalidad esperada de 6.572 casos (27,2 defunciones por cada 100.000 personas) y una tasa de supervivencia del 86%, según los últimos datos del Servicio de Epidemiología.

El factor edad

Como subraya Molina Boix, la edad resulta determinante en la aparición de la enfermedad. Mientras que a principios de los años 80, el grupo de edad de 70-79 era el que presentaba mayor incidencia (151 mujeres diagnosticadas por cada 100.000), 40 años después es el grupo de mujeres con más de 80 años el que lidera este ranking (283 mujeres diagnosticadas por cada 100.000).

Sin embargo, el cáncer de mama también ha crecido entre las mujeres jóvenes. En el bienio 2017-2018, 30 de cada 100.000 fueron diagnosticadas cuando tenían menos de 40 años. «La edad de incidencia está bajando», lamenta Catiana Martínez, presidenta de la Asociación Amiga, que reivindica por ello que la ampliación de los cribados a la franja de edad que comprende de los 45 a los 74 años, como establece el plan europeo y como ya se ha comprometido a hacer la Comunidad, sea una realidad «cuanto antes». El último paso en este sentido ha sido la inclusión de las mujeres de 47 a 50 años en 25 municipios, aunque la llegada al resto de edades se realizará de forma progresiva y no se completará hasta 2025, según las previsiones del Gobierno regional.

Los programas de detección temprana han llevado a un diagnóstico cada vez más temprano que se ha traduce en muchos casos en un mejor pronóstico, y explican en parte el aumento de las cifras de incidencia en los últimos años, como concluye el informe 'Indicadores de salud en la Región de Murcia. Evolución anual y situación en 2022' de la Consejería de Salud, aunque este también recuerda que «no puede descartarse la influencia de un aumento real de la incidencia».

Una de las luchas de la AECC se centra ahora en convencer a más mujeres de que acudan a hacerse las pruebas. Según los datos publicados por el Servicio de Epidemiología, durante el bienio 2021-2022 se realizaron un total de 182.078 invitaciones al cribado en la Región, a las cuales respondieron un total de 128.791 mujeres, lo que supone una tasa de participación cercana al 70%, una cifra que se ha mantenido sin grandes cambios desde 1995. Por ello, Molina Boix hace un llamamiento a todas las mujeres para que participen. «Es fundamental», señala.

Por su parte, Catiana Martínez, reclama que se garantice la dotación necesaria de profesionales para evitar retrasos en el diagnóstico. «Hemos visto en varios momentos del año cómo se producía una acumulación de pruebas diagnósticas ya realizadas que estaban literalmente en un cajón, sin informar», destaca, al tiempo que pide «mayores controles de calidad» en el proceso.

La Encuesta Nacional de Salud, que abarca el periodo de 2011 a 2017, también arroja datos de interés sobre el cribado. Según esta, el número de mujeres mayores de 15 años que nunca se habían realizado una mamografía se redujo en 4 puntos en esos años, pasando del 49,6% al 45,6%.

Por otra parte, la mortalidad ha descendido en los últimos años, aunque continúa siendo la primera causa de fallecimiento por cáncer en las mujeres. En la Región de Murcia ocupa el séptimo motivo de fallecimiento (2019), con el 2,3% de todos los decesos.

Evolución de la mortalidad

Su evolución ha tenido dos etapas bien diferenciadas. Desde el año 75 hasta mediados de la década de los 90 (1975-1995) presentó un fuerte incremento pasando de 20 a 30 de cada 100.000 mujeres en el total nacional. De 1995 en adelante, en cambio, se produjo un cambio en la tendencia, con una leve pero persistente línea decreciente. Las tasas de mortalidad en la Región pasaron de 25 de cada 100.000 mujeres en 1995 a 23 en 2021.

Estas cifras no pueden hacer olvidar la existencia de mujeres que se ven afectadas por cánceres de mama con peor pronóstico. «Las altas tasas de supervivencian no reflejan la realidad de otras muchas mujeres», recalca desde Amiga, Catiana Martínez, que subraya que un 6% de los diagnósticos debutan ya con metástasis, y que del total de pacientes con cáncer de mama, entre un 20 y un 30% acaban por desarrollarla. «Aunque el nombre de la enfermedad es el mismo para ambos casos, la realidad es totalmente distinta. Esas mujeres tienen unas necesidades diferentes de las de las mujeres que cuentan con buenas perspectivas de curación. Necesitan una atención especial y que se las visibilice», afirma.

Otra de las realidades en la que insisten cada vez con más fuerza las asociaciones es el impacto económico que el tratamiento del cáncer puede tener en los pacientes y sus familias. Los costes asociados con el diagnóstico, tratamiento y cuidado continuo de la enfermedad pueden llegar a ser abrumadores. Estos incluyen gastos directos, como consultas médicas o farmacia; e indirectos, como la pérdida de ingresos por la incapacidad para trabajar durante el tratamiento.

La AECC elaboró en 2020 un informe al respecto mediante la entrevista a 615 personas donde cifró en más de 9.200€ los costes directos, mientras la pérdida de ingresos en el hogar supera los 32.000. A estos componentes de lo que se denomina 'toxicidad financiera' de la enfermedad, hay que añadir los gastos de los familiares o allegados, que deben hacerse cargo de un desembolso promedio de 3.673€. «Hay muchas mujeres no pueden reincorporarse luego al mercado de trabajo, o que son autónomas y a las que la enfermedad impide que desarrollen su actividad –afirma Catiana Martínez–, mujeres que quedan con secuelas y requieren una adaptación del puesto y hay empresas donde eso no es posible. Tiene que haber una mayor protección una vez que superamos la enfermedad». Actualmente, este balance negativo queda amortiguado en un 30% de los casos en que la paciente recibe algún tipo de ayuda, pensión o indemnización de un seguro por motivo del cáncer de mama. «Hace diez años este tipo de apoyos ni se contemplaba, pero ahora es una de nuestras prioridades. Destinamos casi 500.000 euros a ayudas sociales, más un millón a investigación», subraya el presidente en la Región de la AECC. Esa es otra de las reivindicaciones que nunca envejecen:más fondos a la investigación para más vidas salvadas.

Datos y metodología

Los datos utilizados proceden del Registro de Cáncer de la Región de Murcia, de base poblacional, que desde su constitución en 1981, recoge todos los casos nuevos de cáncer diagnosticados en residentes de la Región. Las tasa cruda de incidencia se ha calculado como número de casos incidentes sobre 100.000 mujeres según la población residente (INE). Datos de mortalidad proceden de la Estadística de Defunciones Según Causas de Muerte del Instituto Nacional de Estadística (INE). Los datos sobre mamografías de la Encuesta de Salud (2017, 2011) del INE. Los datos sobre incidencia a nivel provincial se han obtenido de la web de la Asociación Española contra el Cáncer. Igualmente los datos de toxicidad financiera proceden de una encuesta realizada por esta asociación.

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